HOLA AMIGOS


Bienvenidos a mi blog. Este será un sitio dedicado a la raza que me apasiona, el cocker spaniel ingles, y en general a todos los perros, con raza o sin ella. Aquí iré colgando temas relacionados con ellos, con los cocker y todo aquello que me parezca interesante, sobre veterinaria, etología etc...

Encontrarás que algunos artículos sobre el cocker son un poco técnicos, pero la mayoría son para todos los públicos. ¡No te desanimes !



Agradecimiento:

Me gustaría agradecer a todas las personas que nos han ayudado, explicado y aguantado tantas y tantas cosas, y que han hecho que nuestra afición persista.

En especial a Pablo Termes, que nos abrió su casa de par en par y nos regaló jugosas tardes en su porche contando innumerables “batallitas de perros”. Suyas fueron nuestras dos primeras perras y suya es buena parte de culpa de nuestra afición. A Antonio Plaza y Alicia, también por su hospitalidad, su cercanía, y su inestimable ayuda cada vez que la hemos necesitado. También por dejarnos usar sus sementales, casi nada. Y a todos los criadores y propietarios que en algún momento, o en muchos, han respondido a nuestras dudas con amabilidad.

Y, por supuesto, a Rambo, Cibeles y Maripepa, a Chulapa y Chulapita, y a Trufa, como no, y a todos los perros con pedigrí o sin el, con raza o sin ella por ser tan geniales.

Muchas gracias


Te estaré muy agradecido si después me dejas tus impresiones en forma de comentario.

Espero que te guste y que vuelvas pronto.



PARA LA REALIZACIÓN DE ESTE BLOG NINGÚN ANIMAL FUE MALTRATADO




miércoles, 27 de julio de 2016

FOTO DE LA SEMANA (23) (SPANISH & ENGLISH)

La vida esta ligada al arte

Cada miércoles he empezado colgar una foto, por espectacular, rara, bonita o por captar un momento único e irrepetible, sobre Naturaleza (animales, plantas o lugares). La que obtenga mas (+) y visitas sumadas dentro del mes sera nominada FOTO DEL MES y a final de año, entre estas, nombraremos la mejor foto o FOTO DEL AÑO. Os animo a que me mandéis al correo del blog vuestras propuestas; el tema ya lo he dicho: LA NATURALEZA.

Esta semana:  La vida esta ligada al arte. Cada año, un par de golondrinas anidan en las vigas del techo de un viejo almacén en la granja de Juan en Almería, sur de España, y entran en el edificio a través de un cristal roto. Equipos y herramientas se guardan en el edificio, pero las golondrinas parecen no perturbarse por las personas que entran y salen.

Foto tomada por Juan Tapia





Each Wednesday I'm posting a picture, spectacular, rare, beautiful or to capture a unique and unrepeatable moment on Nature (animals, plants or places). Which get more (+) and visits summed within one month will be nominated picture of the month and end of year, we named the best photo or picture of the year. I encourage you to send to the e-mail of this blog your proposals; the subject I have already said: Nature.

This week:   Life comes to Art. Every year, a pair of barn swallows nests in the rafters of an old storehouse on Juan’s farm in Almeria, southern Spain, entering the building through a broken windowpane. Equipment and tools are kept in the building, but the swallows seem unperturbed by people coming in and out.

Image by Juan Tapia 




miércoles, 20 de julio de 2016

FOTO DE LA SEMANA (22) (SPANISH & ENGLISH)

 Madagascar exótico

Cada miércoles he empezado colgar una foto, por espectacular, rara, bonita o por captar un momento único e irrepetible, sobre Naturaleza (animales, plantas o lugares). La que obtenga mas (+) y visitas sumadas dentro del mes sera nominada FOTO DEL MES y a final de año, entre estas, nombraremos la mejor foto o FOTO DEL AÑO. Os animo a que me mandéis al correo del blog vuestras propuestas; el tema ya lo he dicho: LA NATURALEZA.

Esta semana: Madagascar posee más de la mitad de las especies de de camaleones del mundo; Sin embargo, como resultado de la deforestación que causa la pérdida de hábitat, el 50 por ciento de las especies están en peligro. Dos camaleones pantera macho, Furcifer pardalis, luchando; Madagascar Exotique, Madagascar 11 de noviembre de 2015. 
Foto de Christian Ziegler for National Geographic



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This week: Madagascar holds more than half of the world's chameleon species; however, as a result of deforestation causing habitat loss, 50 percent of the chameleon species is endangered. Two male Panther chameleons, Furcifer pardalis, fighting; Madagascar Exotique, Madagascar, Nov. 11, 2015. 


Image by Christian Ziegler for National Geographic

miércoles, 13 de julio de 2016

FOTO DE LA SEMANA (21) (SPANISH & ENGLISH)



 Orangután en Borneo

Cada miércoles he empezado colgar una foto, por espectacular, rara, bonita o por captar un momento único e irrepetible, sobre Naturaleza (animales, plantas o lugares). La que obtenga mas (+) y visitas sumadas dentro del mes sera nominada FOTO DEL MES y a final de año, entre estas, nombraremos la mejor foto o FOTO DEL AÑO. Os animo a que me mandéis al correo del blog vuestras propuestas; el tema ya lo he dicho: LA NATURALEZA.

Esta semana: Un orangután de Borneo escala a más de 30 metros de altura en un árbol en la selva tropical del Parque Nacional de Gunung Palung, Kalimantan Occidental, Indonesia, 12 de agosto de 2015. 
Fotografiado por Tim Laman

 

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Today: A Bornean orangutan climbs over 30 meters up a tree in the rain forest of Gunung Palung National Park, West Kalimantan, Indonesia, Aug. 12, 2015.
Image by Tim Laman

jueves, 7 de julio de 2016

SABÍAS QUE... LA MÚSICA INFLUYE EN EL COMPORTAMIENTO DE TU PERRO



"La música amansa a las fieras", ¿quién no ha oído alguna vez está frase? En el caso de los perros, se ha comprobado mediante la investigación científica que diferentes tipos de música hacen comportarse a los perros de forma distinta.


En dicha investigación se expuso a perros de un refugio (por lo tanto, perros con un alto nivel de estrés y ansiedad) a distintos tipos de música: comercial, clásica y rock/heavy metal, además de a conversaciones de personas con periodos de silencio intercalados. Los resultados sobre los perros fueron los siguientes:


- Cuando escuchaban heavy metal, se ponían más nerviosos y empezaban a ladrar.

- La música comercial y la conversación de personas no tenían diferencia con el silencio.

- En cambio, mientras escuchaban música clásica ¡el nivel de ladridos se redujo, y los perros se tumbaban y se relajaban! (disminuía el nivel de estrés y ansiedad).


Por lo tanto, si tienes un perro estresado o ansioso, llegan fechas en las que tu perro puede estarlo (fiestas, petardos, Navidad ...) y/o tu perro está dentro de una terapia de modificación de conducta, puedes usar la música como complemento de reducción del estrés y facilitar de esta forma el equilibrio emocional de tu perro.


¡No lo olvides! Bach, Bethoven, Mozart, Vivaldi... ¡A tu perro le gustan los clásicos! 












ESTE VERANO NO LO DEJES EN EL COCHE







LOS PERROS DE BRITON RIVIÉRE (SPANISH & ENGLISH)


Briton Riviére (14 de agosto de 1840 – 20 de abril de 1920) fue un reconocido pintor inglés. Hijo de William Rivière quien también fue un prestigioso pintor que se encargo de brindarle la mejor educación a su hijo, el cual ya a temprana edad se daba a conocer en el mundo artístico. Sus obras destacan por la participación de animales en especial de perros y de leones. En sus obra se evidencian la convivencia que tenía el hombre con los animales a los cuales les proporcionaba emociones propias de cada escena.

En una entrevista otorgada por el artista en 1887 titulada "Cómo pintar los animales", Rivière explicó algunos de los aspectos prácticos de la pintura de animales, tanto domésticos como silvestres: "Siempre he sido un gran amante de los perros, pero he trabajado tanto en ellos que me he cansado. Sin embargo, nunca se puede pintar un perro a menos que le tengas cariño. La única manera de pintar animales salvajes es acumular poco a poco un gran número de estudios y un gran conocimiento del animal, antes de pintar su imagen, yo lo pinto a partir de animales muertos, y posteriormente me baso en animales vivos". Dice el artista: "He tenido el cuerpo de una leona muerta en mi estudio. Además he hecho un gran trabajo en las salas de disección y en los Zoológicos de vez en cuando".

También pintó retratos, sobre todo de su cuñado, Sidney Thompson Dobell, el poeta y criador de galgos.














Briton Rivière (14 August 1840 in London – 20 April 1920 in London) was a British artist of Huguenot descent. He exhibited a variety of paintings at the Royal Academy, but devoted much of his life to animal paintings.

His father, William Rivière (1806–1876), was for some years drawing-master at Cheltenham College, and then an art teacher at the University of Oxford. He was educated at Cheltenham College and Oxford, where he took his degree in 1867. For his art training he was indebted almost entirely to his father. His paternal uncle Henry Parsons Rivière (1811–1888) was also a noted watercolourist, exhibiting works at the Royal Watercolour Society, London and the Royal Birmingham Society of Artists.

His first pictures appeared at the British Institution, and in 1857 he exhibited three works at the Royal Academy, but it was not until 1863 that he became a regular contributor to the Academy exhibitions. In that year he was represented by The eve of the Spanish Armada, and in 1864 by a Romeo and Juliet. However, subjects of this kind did not attract him long, for in 1865 he began, with Sleeping Deerhound, a series of paintings of animal-subjects which occupied much of the rest of his life. In a lengthy interview in Chums Boys Annual, entitled "How I paint animals", Rivière explained some of the practicalities of painting both tame and wild animals:

"I have always been a great lover of dogs but I have worked at them so much that I've grown tired of having them about me. However, you can never paint a dog unless you are fond of it. I never work from a dog without the assistance of a man who is well acquainted with animals..... Collies, I think, are the most restless dogs....greyhounds are also very restless, and so are fox terriers..... The only way to paint wild animals is to gradually accumulate a large number of studies and a great knowledge of the animal itself, before you can paint its picture...... I paint from dead animals as well as from live ones. I have had the body of a fine lioness in my studio..... I have done a great deal of work in the dissecting rooms at the Zoological Gardens from time to time."

Early in his career, Rivière made some mark as an illustrator, beginning with Punch magazine. He was elected an Associate of the Royal Academy of Arts in 1878, and R.A. in 1881, and received the degree of Doctor of Civil Law at Oxford in 1891. He was narrowly defeated in the election for President of the Royal Academy in 1896. His wife, Mary Alice Rivière (née Dobell; 1844–1931) whom he married in 1867, was a painter and exhibited briefly at the Royal Academy of Arts in 1869–70. After his death she presented the British Museum with four of his drawings (and an etching The king drinks), which complements the dozens of prints made after his work housed there, especially by Frederick Stacpoole and William Henry Simmons. The artist and his wife had seven children; five sons and two daughters. One of the sons, Hugh Goldwin Rivière (1869–1956), became a portraitist.


miércoles, 6 de julio de 2016

DIEZ FOTOS DE FAMOSOS Y SUS MASCOTAS (SPANISH & ENGLISH)

Aquí os dejo diez fotos en blanco y negro de famosos con sus mascotas. Curiosas.

Here you have ten black and white photos of celebrities with their pets. Curious.


Karl Lagerfeld y Choupette, 2012
Karl Lagerfeld and Choupette, 2012

Leonardo di Caprio por Annie Leibovitz, 1997
Leonardo di Caprio by Annie Leibovitz, 1997

Rod Stewart por David Steen, 1976
Rod Stewart by David Steen, 1976
Jean Seberg por Philippe Halsman ,1959
Jean Seberg by Philippe Halsman ,1959

River Phoenix en casa, por Michael Tighe, 1987
River Phoenix at home, by Michael Tighe, 1987

Buster Keaton con un cachorro, 1920
Buster Keaton and puppy, 1920

La Princesa Carolina por Helmut Newton, 1980
Princess Caroline by Helmut Newton, 1980

El fotógrafo Herbert Tobias y su gato-sombrero, 1962
 Photographer Herbert Tobias and his cathat, 1962

Iggy Pop y su amigo, por Bonnie Shiffman, 1966
Iggy Pop and friend, by Bonnie Shiffman 1966

Jean Shrimpton por Davud Hurn, 1966
Jean Shrimpton by Davud Hurn, 1966
Kate Moss por Herb Ritts, 1997
Kate Moss by Herb Ritts, 1997






Publicado en The Heritagestudio








FOTO DEL MES, JUNIO/2016; (SPANISH & ENGLISH)

La foto mas votada este mes es la que nos muestra la ilusion óptica de un gigantesco iceberg junto a un diminuto barco.

The most voted this month is the photo that shows the optical illusion of a giant iceberg with a tiny boat.

  Iceberg por Rick Du Boisson
 233 VOTOS

Esta ha sido la clasificación del mes:

Nube tsumani (Tsunami Cloud)
194 VOTOS

 Balones aerostáticos por Pradeep Raja/Solent
 192 VOTOS

Amanecer en la playa por Paul Kingston
148 VOTOS

En la estacada por Sergey Gorshkov
136 VOTOS


 Como siempre, os recuerdo las fotos ganadoras en anteriores meses.
As always, I remember the winning photos in previous months.
 
FOTO DE MAYO
Los gatos de Aoshima por Thomas Peter (Reuters)
200 votos

FOTO DE ABRIL
Pescador y cormorán. Fotografía de Chris McLennan
185 votos

FOTO DE MARZO 
Sharing a shower por Michael "Nick" Nichols. USA
159 votos 


FOTO DE FEBRERO 
Fly-by drinking by Ofer Levy
145 votos 

FOTO DE LA SEMANA (20) (SPANISH & ENGLISH)

 Volcán Colima (Mexico)

Cada miércoles he empezado colgar una foto, por espectacular, rara, bonita o por captar un momento único e irrepetible, sobre Naturaleza (animales, plantas o lugares). La que obtenga mas (+) y visitas sumadas dentro del mes sera nominada FOTO DEL MES y a final de año, entre estas, nombraremos la mejor foto o FOTO DEL AÑO. Os animo a que me mandéis al correo del blog vuestras propuestas; el tema ya lo he dicho: LA NATURALEZA.

Hoy: El volcán Colima en México muestra una potente explosión nocturna con relámpagos, proyectiles balísticos y lanzamiento de rocas incandescentes; imagen tomada en el municipio de Comala en Colima, México, 13 de de diciembre de 2015 por Sergio Velasco Garcia



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This week:  Colima Volcano in Mexico shows a powerful night explosion with lightning, ballistic projectiles and incandescent rockfalls; image taken in the Comala municipality in Colima, Mexico, Dec. 13, 2015 by Sergio Velasco Garcia.

martes, 5 de julio de 2016

LO QUE APRENDÍ HACIENDO COSQUILLAS A LOS SIMIOS; POR FRANS DER WAAL

Los animales ríen, planifican y besan como los humanos. Ha llegado el momento de aceptar que son más inteligentes (y parecidos a nosotros) de lo que se creía 


Hacer cosquillas a un chimpancé joven es muy parecido a hacer cosquillas a un niño. El simio tiene los mismos puntos sensibles: en las axilas, el costado, el vientre. Abre mucho la boca, con los labios relajados y un jadeo que sigue de forma audible el mismo ritmo —ja, ja, ja— que la risa humana. La similitud es tal que resulta difícil no echarte a reír.
El simio también muestra la misma ambivalencia que el niño. Aparta los dedos que le hacen cosquillas e intenta escapar, pero enseguida vuelve a por más, y se coloca con el vientre directamente delante de ti. Entonces basta con que le señales un punto con el dedo, sin llegar a tocarlo, y vuelve a darle un ataque de risa.
¿Risa? ¡Un momento! Un verdadero científico debe rehuir cualquier asomo de antropomorfismo, de ahí que los colegas más inflexibles suelan pedirnos que cambiemos de terminología. ¿Por qué no designar la reacción del mono con una expresión más neutral, algo así como jadeo vocalizado? De esa forma evitamos confusiones entre el ser humano y el animal.


El término antropomorfismo, que significa forma humana, procede del filósofo griego Jenófanes, que protestó en el siglo V antes de Cristo contra la poesía de Homero porque describía a los dioses como si tuvieran aspecto humano. Jenófanes se burló de esa suposición, y parece que dijo que, si los caballos tuvieran manos, “dibujarían a sus dioses con forma de caballos”. Hoy en día, la palabra tiene un significado más amplio, y suele utilizarse para criticar la atribución de rasgos y experiencias de los humanos a otras especies. Los animales no practican el sexo, sino un comportamiento reproductivo. No tienen amigos, sino compañeros preferidos.
Como nuestra especie es propensa a las distinciones intelectuales, y en el ámbito cognitivo empleamos esas mismas castraciones lingüísticas, incluso con más vehemencia. Al explicar la inteligencia de los animales como producto del instinto o simple aprendizaje, hicimos que el conocimiento humano permaneciera sobre su pedestal, con la excusa de que era científico. Todo se reducía a los genes y los estímulos. Pensar otra cosa era correr peligro de hacer el ridículo, como le sucedió a Wolfgang Köhler, el psicólogo alemán que, hace un siglo, fue el primero en demostrar atisbos de entendimiento en los chimpancés. Köhler puso un plátano delante de la jaula de su mono estrella, Sultán, y le dio unos palos demasiado cortos para poder alcanzar la fruta a través de los barrotes. También colgó el plátano en alto y colocó alrededor unas cajas que no tenían la altura necesaria para llegar. Al principio, Sultán saltaba y arrojaba objetos al plátano, o llevaba a una persona de la mano hasta el sitio para utilizarlo como taburete. Al ver que no servía de nada, se quedaba sentado sin hacer nada, reflexionando, hasta dar con una posible solución. De pronto daba un salto y encajaba una vara de bambú dentro de otra para hacer un palo más largo, o amontonaba cajas para hacer una torre lo bastante alta como para alcanzar su premio. Köhler llamaba a ese momento “la experiencia, ¡ajá!”, similar al instante en el que Arquímedes corrió por las calles gritando “¡eureka!”.


Según Köhler, Sultán demostraba su inteligencia al combinar lo que sabía sobre cajas y palos para obtener una nueva secuencia de actuación que le permitiera resolver su problema. Y lo hacía todo mentalmente, sin ninguna recompensa previa. Sin embargo, la idea de que los animales pudieran exhibir unos procesos mentales más parecidos al pensamiento que al aprendizaje resultaba tan perturbadora que todavía hoy, en algunos círculos, el nombre de Köhler se escupe, más que se pronuncia. Y, por supuesto, uno de sus detractores dijo que atribuir la capacidad de razonar a los animales era “un bandazo del péndulo teórico” de nuevo “hacia el antropomorfismo”.


Todavía hoy se oye este argumento, más que para referirse a tendencias que consideramos animalísticas (todo el mundo puede hablar de agresividad, violencia y territorialidad en los animales), a propósito de cualidades que nos gustan en nosotros mismos. Las acusaciones de antropomorfismo interfieren en la ciencia cognitiva tanto como las insinuaciones de dopaje en los éxitos deportivos. Su carácter indiscriminado ha sido perjudicial para este campo científico, porque nos ha impedido desarrollar una visión verdaderamente evolutiva. En nuestra prisa por destacar que los animales no son personas, nos hemos olvidado de que las personas también son animales.
Eso no significa que todo valga. Los seres humanos tienen una afición increíble a proyectar sentimientos y experiencias en los animales, muchas veces sin ningún sentido crítico. Acudimos a hoteles playeros a bañarnos con delfines, convencidos de que a los animales debe de gustarles tanto como a nosotros. Creemos que nuestro perro se siente culpable, o que nuestra gata se avergüenza cuando no puede dar un salto. En los últimos tiempos, la gente se ha tragado que Jojo —el gorila de California que sabe firmar— está preocupado por el cambio climático, o que los chimpancés son religiosos. En cuanto oigo esas afirmaciones, contraigo mis músculos superciliares (frunzo el ceño) y pido pruebas. Sí, efectivamente los delfines tienen un gesto sonriente, pero, dado que forma parte inmutable de su rostro, esto no indica nada sobre sus sentimientos. Y los perros que se esconden bajo la mesa cuando han hecho algo malo, lo más probable es que teman lo que pueda pasar.


El antropomorfismo gratuito es claramente inútil. Sin embargo, cuando los profesionales que trabajan sobre el terreno y estudian a los monos en la selva tropical me describen la preocupación que muestran los chimpancés cada vez que uno de ellos está herido, cómo le llevan comida o caminan más despacio; o cuando me cuentan cómo los orangutanes macho adultos anuncian ruidosamente desde la cima de los árboles en qué dirección van a encaminarse a la mañana siguiente, comprendo que haya especulaciones sobre su capacidad de empatía o planificación. Con todo lo que nos han enseñado los experimentos controlados en cautividad —como los que llevo a cabo yo mismo—, esas conjeturas no son tan absurdas.
Para comprender la resistencia a las explicaciones cognitivas, debo mencionar a un tercer griego de la Antigüedad: Aristóteles. El gran filósofo colocó a todas las criaturas vivas en una scala naturae vertical, que baja desde los seres humanos (los más próximos a los dioses) hasta los moluscos, pasando por los demás mamíferos, las aves, los peces y los insectos. Hacer comparaciones entre los elementos de esta extensa escala ha sido siempre un pasatiempo popular entre los científicos, pero lo único que hemos aprendido es a juzgar a otras especies con arreglo a nuestros criterios. El objetivo constante ha sido mantener intacta la escala de Aristóteles, con los humanos en la cima.


Ahora bien, parémonos a pensar: ¿qué probabilidades hay de que la inmensa riqueza de la naturaleza quepa en una sola dimensión? ¿No es más lógico pensar que cada animal tiene su propio sistema cognitivo, adaptado a sus sentidos y su historia natural? No tiene sentido comparar nuestra capacidad de conocer con la de un animal que tiene ocho brazos independientes, cada uno con su suministro nervioso, ni con el conocimiento que permite que un animal volador capture una presa móvil gracias a los ecos de sus propios chillidos. Los cascanueces americanos (miembros de la familia de los córvidos) memorizan la situación de miles de semillas que escondieron seis meses atrás, mientras que yo no recuerdo ni dónde aparqué mi coche. A cualquiera que sepa de animales se le ocurren otras muchas comparaciones cognitivas en las que no salimos bien parados. No se trata de una escala, sino de una enorme pluralidad de sistemas cognitivos con muchos picos de especialización. Picos a los que, paradójicamente, se les da el nombre de “pozos mágicos” porque, cuanto más aprenden los científicos sobre ellos, más profundo se hace el misterio.


Volvamos ahora a la acusación de antropomorfismo que oímos cada vez que surge un nuevo descubrimiento. La crítica sólo tiene peso si se parte de la premisa del excepcionalismo humano. Dicha premisa, nacida de la religión —pero que invade grandes áreas de la ciencia— ha quedado arrinconada en la actualidad por la neurociencia y biología evolutiva. Nuestros cerebros tienen la misma estructura básica que los de otros mamíferos: las mismas partes, los mismos neurotransmisores. Hasta tal punto son similares que, para intentar curar fobias en seres humanos, se está estudiando el miedo en la amígdala cerebral de la rata. Pero todo esto no quiere decir que la planificación de un orangután sea igual que la de mis estudiantes, cuando yo anuncio un examen, aunque, en el fondo, exista una continuidad entre los dos procesos. Más aún en el caso de los rasgos emocionales.

Por eso, la ciencia actual parte muchas veces del extremo opuesto, de la hipótesis de que hay una continuidad entre los seres humanos y los animales: la carga de la prueba recae sobre quienes insisten en marcar las diferencias. Si alguien pretende hacerme creer que un mono al que se le hacen cosquillas, y casi se atraganta de risa, tiene un estado de ánimo distinto al de un niño en la misma situación, lo tiene difícil.


Para aclarar lo que quiero decir, he inventado el término antroponegación, que se refiere al rechazo a priori de rasgos humanos en otros animales o de rasgos animales en nosotros. El antropomorfismo y la antroponegación tienen una relación inversa: cuanto más próxima está una especie a nosotros, más nos ayuda el antropomorfismo a comprender esa especie y más peligro hay de antroponegación. Y, al contrario, cuanto más alejada está una especie, más riesgo existe de que el antropomorfismo sugiera unas semejanzas dudosas, que tienen un origen independiente. Decir que las hormigas tienen reinas, soldados y esclavas no es más que una descripción abreviada antropomórfica, sin que tenga mucho que ver con la manera de crear esas funciones en las sociedades humanas.
Lo importante es que el antropomorfismo no es tan malo como se piensa. En el caso de especies como los monos —apropiadamente denominadas antropoides, es decir, similares a la especie humana—, el antropomorfismo es una opción lógica. Después de trabajar toda mi vida con chimpancés, bonobos y otros primates, creo que negar las similitudes es más problemático que aceptarlas. Decir que el beso de un chimpancé es un contacto boca a boca esconde el significado de un comportamiento que los monos exhiben en las mismas circunstancias que los humanos: por ejemplo, cuando se saludan, o para reconciliarse después de una pelea. Sería como dar a la gravedad de la Tierra un nombre distinto de la gravedad de la Luna, sólo porque pensamos que la Tierra es especial.
Esas barreras lingüísticas injustificadas rompen la unidad con la que se nos presenta la naturaleza. Los monos y los humanos no tuvieron suficiente tiempo para desarrollar comportamientos casi idénticos en circunstancias similares de manera independiente. Piénsenlo la próxima vez que lean sobre la capacidad de planificación en los monos, la empatía de los perros o la conciencia de los elefantes. En lugar de negar esos fenómenos y burlarse de ellos, debemos preguntarnos: “¿Por qué no?”.


Un mayor respeto a la inteligencia de los animales también tiene consecuencias en la ciencia del conocimiento. Durante demasiado tiempo hemos dejado que el intelecto humano flotara en un espacio evolutivo vacío. ¿Cómo pudo llegar nuestra especie a la planificación, empatía, conciencia y demás, si formamos parte de un mundo natural en el que no existen unos escalones que permitan llegar hasta ahí? ¿No es esto tan improbable como que nosotros fuéramos los únicos primates con alas? La evolución es un proceso natural de descendencia en el que se producen modificaciones, tanto de rasgos físicos como mentales. Cuanto más menospreciamos la inteligencia animal, más estamos pidiendo a la ciencia que tenga fe en los milagros al hablar de la mente humana. En lugar de insistir en nuestra superioridad en todos los aspectos, debemos estar orgullosos de nuestros vínculos.
No tiene nada de malo reconocer que somos monos; unos monos listos, quizá. Con lo que yo los adoro, no me parece que sea una comparación insultante. Tenemos los poderes mentales y la imaginación necesaria para ponernos en el lugar de otras especies. Cuanto más lo logremos, más comprenderemos que no somos la única vida inteligente sobre la Tierra.



Frans de Waal es primatólogo y profesor de psicología en Emory University. Su último libro es ¿Tenemos suficiente inteligencia para entender la inteligencia de los animales? (Tusquets), del que está adaptado este artículo.

2016, The New York Times.
Traducción de María Luisa Rodríguez Tapia
Publicado en El País