HOLA AMIGOS


Bienvenidos a mi blog. Este será un sitio dedicado a la raza que me apasiona, el cocker spaniel ingles, y en general a todos los perros, con raza o sin ella. Aquí iré colgando temas relacionados con ellos, con los cocker y todo aquello que me parezca interesante, sobre veterinaria, etología etc...

Encontrarás que algunos artículos sobre el cocker son un poco técnicos, pero la mayoría son para todos los públicos. ¡No te desanimes !



Agradecimiento:

Me gustaría agradecer a todas las personas que nos han ayudado, explicado y aguantado tantas y tantas cosas, y que han hecho que nuestra afición persista.

En especial a Pablo Termes, que nos abrió su casa de par en par y nos regaló jugosas tardes en su porche contando innumerables “batallitas de perros”. Suyas fueron nuestras dos primeras perras y suya es buena parte de culpa de nuestra afición. A Antonio Plaza y Alicia, también por su hospitalidad, su cercanía, y su inestimable ayuda cada vez que la hemos necesitado. También por dejarnos usar sus sementales, casi nada. Y a todos los criadores y propietarios que en algún momento, o en muchos, han respondido a nuestras dudas con amabilidad.

Y, por supuesto, a Rambo, Cibeles y Maripepa, a Chulapa y Chulapita, y a Trufa, como no, y a todos los perros con pedigrí o sin el, con raza o sin ella por ser tan geniales.

Muchas gracias


Te estaré muy agradecido si después me dejas tus impresiones en forma de comentario.

Espero que te guste y que vuelvas pronto.



PARA LA REALIZACIÓN DE ESTE BLOG NINGÚN ANIMAL FUE MALTRATADO




lunes, 8 de mayo de 2017

SERÁS MIS OJOS



Son los ojos de quien no ve: cada año, unos 140 perros se gradúan de la Fundación ONCE del Perro Guía para ser asignados a un usuario ciego o con discapacidad visual grave. Desde hace 25 años, este organismo se ha encargado de atender y entrenar más de 2.500 perros guía para ayudar a los usuarios en sus actividades diarias.  En total, se necesitan hasta dos años para formar a los animales, desde su nacimiento (en la propia Fundación) hasta que son entregados a un usuario que lo haya solicitado, siempre mayor de 18 años.



"Para las personas que piden un perro guía por primera vez hay una lista de espera de tres años, mientras que a aquellos usuarios que renuevan porque ha fallecido su perro o se ha jubilado, se les entrega otro en un período de seis meses desde su solicitud", explica Matilde Gómez Casas, directora de la Fundación ONCE del Perro Guía y usuaria de perro guía desde 1997. El motivo de esta larga lista de espera es la importante demanda, de más de 250 personas al año, para recibir de manera gratuita para los afiliados un perro guía, cuyo coste para la ONCE es de 31.000 euros por animal. En la actualidad hay 1.056 perros en activo trabajando como guías. Desde que nace hasta que es entregado a un usuario, la vida de un perro guía atraviesa diferentes fases y un entrenamiento exigente: 


Nacimiento 
En el departamento de partos nacen los cachorros de perros seleccionados específicamente para criar. Las razas que se emplean son el labrador retriever, golden retriever, flat coated (y los cruces entre ellos) y el pastor alemán, por ser los que mejor se adaptan a diferentes entornos y situaciones. Los cachorros comienzan ya un programa de estimulación para ver cómo interactúan y comprobar su temperamento. 


Familia de acogida 
A los 56 días de vida son entregados a una familia voluntaria que se encargará, durante un año, de dar todos los cuidados y manutención necesaria al cachorro, que comenzará así un período de socialización para el animal, que acompañará a esas personas a su puesto de trabajo y a sus actividades diarias para acostumbrarse a todo tipo de ruidos y lugares (transporte público, cine, cafetería...). Al tratarse de animales que serán futuros perros guía, la legislación vigente les permite entrar en transportes, establecimientos y espacios de uso público, algo que una mascota convencional no podría. Durante ese tiempo, los animales deberán pasar controles veterinarios y analíticas cada seis meses. En 25 años de existencia de este centro, unas 3.000 familias educadoras se han ofrecido como voluntarias para acoger a cachorros. 


Entrenamiento
Tras pasar un año con una familia cuidadora, los perros vuelven a la escuela de formación para recibir instrucción. "El entrenamiento suele durar entre 6 y 10 meses, el tope es un año", comenta Patricia Alcántara, cuidadora en la Fundación. Es entonces cuando aprenden a comportarse como perros guía para no dar tirones, aceptar el arnés y desplazarse en línea recta. Además, en su etapa de instrucción aprenden a sortear obstáculos de la vida cotidiana a través de circuitos con escaleras, barreras, un paso de cebra y hasta una terraza de cafetería. 


Asignación a un usuario
Con dos años de vida, el perro está preparado para ser asignado a un usuario. A partir de ese momento pasa a ser su compañero y sus ojos: "Tenemos perros en juzgados, colegios... No todos tienen el mismo ritmo, no es lo mismo que viva en un pueblo pequeño con rutas muy concretas o en una gran ciudad, con los desplazamientos que ello implica en metro o autobús", asegura Matilde Gómez. A lo largo de esta etapa deberán pasar analíticas y reconocimientos veterinarios cada seis meses.


Jubilación
La vida laboral de estos perros es de un máximo de 12 años. "Al cabo de ese tiempo hacemos una revisión para ver en qué situación están, si hay falta de seguridad en el desplazamiento ya es motivo de jubilación, o también por cuestiones de salud", agrega la directora de la Fundación. Una vez jubilado, el perro puede continuar viviendo con el usuario, que pasaría a ser su dueño, ser adoptado por una familia o regresar a la Fundación, donde son atendidos y cuidados. 


Publicado en 20minutos

Son los ojos de quien no ve: cada año, unos 140 perros se gradúan de la Fundación ONCE del Perro Guía para ser asignados a un usuario ciego o con discapacidad visual grave. Desde hace 25 años, este organismo se ha encargado de atender y entrenar más de 2.500 perros guía para ayudar a los usuarios en sus actividades diarias. Imágenes Cachorro de perro guía 1 Foto En total, se necesitan hasta dos años para formar a los animales, desde su nacimiento (en la propia Fundación) hasta que son entregados a un usuario que lo haya solicitado, siempre mayor de 18 años. "Para las personas que piden un perro guía por primera vez hay una lista de espera de tres años, mientras que a aquellos usuarios que renuevan porque ha fallecido su perro o se ha jubilado, se les entrega otro en un período de seis meses desde su solicitud", explica Matilde Gómez Casas, directora de la Fundación ONCE del Perro Guía y usuaria de perro guía desde 1997. Las personas que piden un perro guía por primera vez tienen una lista de espera de tres años El motivo de esta larga lista de espera es la importante demanda, de más de 250 personas al año, para recibir de manera gratuita para los afiliados un perro guía, cuyo coste para la ONCE es de 31.000 euros por animal. En la actualidad hay 1.056 perros en activo trabajando como guías. Desde que nace hasta que es entregado a un usuario, la vida de un perro guía atraviesa diferentes fases y un entrenamiento exigente: Nacimiento En el departamento de partos nacen los cachorros de perros seleccionados específicamente para criar. Las razas que se emplean son el labrador retriever, golden retriever, flat coated (y los cruces entre ellos) y el pastor alemán, por ser los que mejor se adaptan a diferentes entornos y situaciones. Los cachorros comienzan ya un programa de estimulación para ver cómo interactúan y comprobar su temperamento. Familia de acogida A los 56 días de vida son entregados a una familia voluntaria que se encargará, durante un año, de dar todos los cuidados y manutención necesaria al cachorro, que comenzará así un período de socialización para el animal, que acompañará a esas personas a su puesto de trabajo y a sus actividades diarias para acostumbrarse a todo tipo de ruidos y lugares (transporte público, cine, cafetería...). Al tratarse de animales que serán futuros perros guía, la legislación vigente les permite entrar en transportes, establecimientos y espacios de uso público, algo que una mascota convencional no podría. Durante ese tiempo, los animales deberán pasar controles veterinarios y analíticas cada seis meses. En 25 años de existencia de este centro, unas 3.000 familias educadoras se han ofrecido como voluntarias para acoger a cachorros. Entrenamiento Tras pasar un año con una familia cuidadora, los perros vuelven a la escuela de formación para recibir instrucción. "El entrenamiento suele durar entre 6 y 10 meses, el tope es un año", comenta Patricia Alcántara, cuidadora en la Fundación. Es entonces cuando aprenden a comportarse como perros guía para no dar tirones, aceptar el arnés y desplazarse en línea recta. Además, en su etapa de instrucción aprenden a sortear obstáculos de la vida cotidiana a través de circuitos con escaleras, barreras, un paso de cebra y hasta una terraza de cafetería. Asignación a un usuario Con dos años de vida, el perro está preparado para ser asignado a un usuario. A partir de ese momento pasa a ser su compañero y sus ojos: "Tenemos perros en juzgados, colegios... No todos tienen el mismo ritmo, no es lo mismo que viva en un pueblo pequeño con rutas muy concretas o en una gran ciudad, con los desplazamientos que ello implica en metro o autobús", asegura Matilde Gómez. A lo largo de esta etapa deberán pasar analíticas y reconocimientos veterinarios cada seis meses. Jubilación La vida laboral de estos perros es de un máximo de 12 años. "Al cabo de ese tiempo hacemos una revisión para ver en qué situación están, si hay falta de seguridad en el desplazamiento ya es motivo de jubilación, o también por cuestiones de salud", agrega la directora de la Fundación. Una vez jubilado, el perro puede continuar viviendo con el usuario, que pasaría a ser su dueño, ser adoptado por una familia o regresar a la Fundación, donde son atendidos y cuidados. Síguenos en Facebook para es

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Son los ojos de quien no ve: cada año, unos 140 perros se gradúan de la Fundación ONCE del Perro Guía para ser asignados a un usuario ciego o con discapacidad visual grave. Desde hace 25 años, este organismo se ha encargado de atender y entrenar más de 2.500 perros guía para ayudar a los usuarios en sus actividades diarias. Imágenes Cachorro de perro guía 1 Foto En total, se necesitan hasta dos años para formar a los animales, desde su nacimiento (en la propia Fundación) hasta que son entregados a un usuario que lo haya solicitado, siempre mayor de 18 años. "Para las personas que piden un perro guía por primera vez hay una lista de espera de tres años, mientras que a aquellos usuarios que renuevan porque ha fallecido su perro o se ha jubilado, se les entrega otro en un período de seis meses desde su solicitud", explica Matilde Gómez Casas, directora de la Fundación ONCE del Perro Guía y usuaria de perro guía desde 1997. Las personas que piden un perro guía por primera vez tienen una lista de espera de tres años El motivo de esta larga lista de espera es la importante demanda, de más de 250 personas al año, para recibir de manera gratuita para los afiliados un perro guía, cuyo coste para la ONCE es de 31.000 euros por animal. En la actualidad hay 1.056 perros en activo trabajando como guías. Desde que nace hasta que es entregado a un usuario, la vida de un perro guía atraviesa diferentes fases y un entrenamiento exigente: Nacimiento En el departamento de partos nacen los cachorros de perros seleccionados específicamente para criar. Las razas que se emplean son el labrador retriever, golden retriever, flat coated (y los cruces entre ellos) y el pastor alemán, por ser los que mejor se adaptan a diferentes entornos y situaciones. Los cachorros comienzan ya un programa de estimulación para ver cómo interactúan y comprobar su temperamento. Familia de acogida A los 56 días de vida son entregados a una familia voluntaria que se encargará, durante un año, de dar todos los cuidados y manutención necesaria al cachorro, que comenzará así un período de socialización para el animal, que acompañará a esas personas a su puesto de trabajo y a sus actividades diarias para acostumbrarse a todo tipo de ruidos y lugares (transporte público, cine, cafetería...). Al tratarse de animales que serán futuros perros guía, la legislación vigente les permite entrar en transportes, establecimientos y espacios de uso público, algo que una mascota convencional no podría. Durante ese tiempo, los animales deberán pasar controles veterinarios y analíticas cada seis meses. En 25 años de existencia de este centro, unas 3.000 familias educadoras se han ofrecido como voluntarias para acoger a cachorros. Entrenamiento Tras pasar un año con una familia cuidadora, los perros vuelven a la escuela de formación para recibir instrucción. "El entrenamiento suele durar entre 6 y 10 meses, el tope es un año", comenta Patricia Alcántara, cuidadora en la Fundación. Es entonces cuando aprenden a comportarse como perros guía para no dar tirones, aceptar el arnés y desplazarse en línea recta. Además, en su etapa de instrucción aprenden a sortear obstáculos de la vida cotidiana a través de circuitos con escaleras, barreras, un paso de cebra y hasta una terraza de cafetería. Asignación a un usuario Con dos años de vida, el perro está preparado para ser asignado a un usuario. A partir de ese momento pasa a ser su compañero y sus ojos: "Tenemos perros en juzgados, colegios... No todos tienen el mismo ritmo, no es lo mismo que viva en un pueblo pequeño con rutas muy concretas o en una gran ciudad, con los desplazamientos que ello implica en metro o autobús", asegura Matilde Gómez. A lo largo de esta etapa deberán pasar analíticas y reconocimientos veterinarios cada seis meses. Jubilación La vida laboral de estos perros es de un máximo de 12 años. "Al cabo de ese tiempo hacemos una revisión para ver en qué situación están, si hay falta de seguridad en el desplazamiento ya es motivo de jubilación, o también por cuestiones de salud", agrega la directora de la Fundación. Una vez jubilado, el perro puede continuar viviendo con el usuario, que pasaría a ser su dueño, ser adoptado por una familia o regresar a la Fundación, donde son atendidos y cuidados.

Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/2561921/0/formacion-entrenamiento/perros-guia/personas-ciegas/#xtor=AD-15&xts=467263
Son los ojos de quien no ve: cada año, unos 140 perros se gradúan de la Fundación ONCE del Perro Guía para ser asignados a un usuario ciego o con discapacidad visual grave. Desde hace 25 años, este organismo se ha encargado de atender y entrenar más de 2.500 perros guía para ayudar a los usuarios en sus actividades diarias. Imágenes Cachorro de perro guía 1 Foto En total, se necesitan hasta dos años para formar a los animales, desde su nacimiento (en la propia Fundación) hasta que son entregados a un usuario que lo haya solicitado, siempre mayor de 18 años. "Para las personas que piden un perro guía por primera vez hay una lista de espera de tres años, mientras que a aquellos usuarios que renuevan porque ha fallecido su perro o se ha jubilado, se les entrega otro en un período de seis meses desde su solicitud", explica Matilde Gómez Casas, directora de la Fundación ONCE del Perro Guía y usuaria de perro guía desde 1997. Las personas que piden un perro guía por primera vez tienen una lista de espera de tres años El motivo de esta larga lista de espera es la importante demanda, de más de 250 personas al año, para recibir de manera gratuita para los afiliados un perro guía, cuyo coste para la ONCE es de 31.000 euros por animal. En la actualidad hay 1.056 perros en activo trabajando como guías. Desde que nace hasta que es entregado a un usuario, la vida de un perro guía atraviesa diferentes fases y un entrenamiento exigente: Nacimiento En el departamento de partos nacen los cachorros de perros seleccionados específicamente para criar. Las razas que se emplean son el labrador retriever, golden retriever, flat coated (y los cruces entre ellos) y el pastor alemán, por ser los que mejor se adaptan a diferentes entornos y situaciones. Los cachorros comienzan ya un programa de estimulación para ver cómo interactúan y comprobar su temperamento. Familia de acogida A los 56 días de vida son entregados a una familia voluntaria que se encargará, durante un año, de dar todos los cuidados y manutención necesaria al cachorro, que comenzará así un período de socialización para el animal, que acompañará a esas personas a su puesto de trabajo y a sus actividades diarias para acostumbrarse a todo tipo de ruidos y lugares (transporte público, cine, cafetería...). Al tratarse de animales que serán futuros perros guía, la legislación vigente les permite entrar en transportes, establecimientos y espacios de uso público, algo que una mascota convencional no podría. Durante ese tiempo, los animales deberán pasar controles veterinarios y analíticas cada seis meses. En 25 años de existencia de este centro, unas 3.000 familias educadoras se han ofrecido como voluntarias para acoger a cachorros. Entrenamiento Tras pasar un año con una familia cuidadora, los perros vuelven a la escuela de formación para recibir instrucción. "El entrenamiento suele durar entre 6 y 10 meses, el tope es un año", comenta Patricia Alcántara, cuidadora en la Fundación. Es entonces cuando aprenden a comportarse como perros guía para no dar tirones, aceptar el arnés y desplazarse en línea recta. Además, en su etapa de instrucción aprenden a sortear obstáculos de la vida cotidiana a través de circuitos con escaleras, barreras, un paso de cebra y hasta una terraza de cafetería. Asignación a un usuario Con dos años de vida, el perro está preparado para ser asignado a un usuario. A partir de ese momento pasa a ser su compañero y sus ojos: "Tenemos perros en juzgados, colegios... No todos tienen el mismo ritmo, no es lo mismo que viva en un pueblo pequeño con rutas muy concretas o en una gran ciudad, con los desplazamientos que ello implica en metro o autobús", asegura Matilde Gómez. A lo largo de esta etapa deberán pasar analíticas y reconocimientos veterinarios cada seis meses. Jubilación La vida laboral de estos perros es de un máximo de 12 años. "Al cabo de ese tiempo hacemos una revisión para ver en qué situación están, si hay falta de seguridad en el desplazamiento ya es motivo de jubilación, o también por cuestiones de salud", agrega la directora de la Fundación. Una vez jubilado, el perro puede continuar viviendo con el usuario, que pasaría a ser su dueño, ser adoptado por una familia o regresar a la Fundación, donde son atendidos y cuidados.

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