HOLA AMIGOS


Bienvenidos a mi blog. Este será un sitio dedicado a la raza que me apasiona, el cocker spaniel ingles, y en general a todos los perros, con raza o sin ella. Aquí iré colgando temas relacionados con ellos, con los cocker y todo aquello que me parezca interesante, sobre veterinaria, etología etc...

Encontrarás que algunos artículos sobre el cocker son un poco técnicos, pero la mayoría son para todos los públicos. ¡No te desanimes !



Agradecimiento:

Me gustaría agradecer a todas las personas que nos han ayudado, explicado y aguantado tantas y tantas cosas, y que han hecho que nuestra afición persista.

En especial a Pablo Termes, que nos abrió su casa de par en par y nos regaló jugosas tardes en su porche contando innumerables “batallitas de perros”. Suyas fueron nuestras dos primeras perras y suya es buena parte de culpa de nuestra afición. A Antonio Plaza y Alicia, también por su hospitalidad, su cercanía, y su inestimable ayuda cada vez que la hemos necesitado. También por dejarnos usar sus sementales, casi nada. Y a todos los criadores y propietarios que en algún momento, o en muchos, han respondido a nuestras dudas con amabilidad.

Y, por supuesto, a Rambo, Cibeles y Maripepa, a Chulapa y Chulapita, y a Trufa, como no, y a todos los perros con pedigrí o sin el, con raza o sin ella por ser tan geniales.

Muchas gracias


Te estaré muy agradecido si después me dejas tus impresiones en forma de comentario.

Espero que te guste y que vuelvas pronto.



PARA LA REALIZACIÓN DE ESTE BLOG NINGÚN ANIMAL FUE MALTRATADO




martes, 18 de julio de 2017

NOÉ Y EL PERRO (O POR QUÉ LOS PERROS TIENEN EL HOCICO MOJADO). LEYENDA NORUEGA


Para los que tenemos perro, especialmente un perro marrón y mestizo, es una historia especialmente emotiva de amistad entre un hombre y un perro que pone de manifiesto la lealtad y entrega que sólo este animal puede darnos. El protagonista, un perrito dulce donde los haya, se sacrifica durante días porque su amo se lo ha pedido y gracias a su sacrificio pueden salvarse todos y volver a repoblar la Tierra.


Quién más y quién menos de las personas que tienen perros, se ha preguntado alguna vez por qué tienen la nariz húmeda. Una antigua leyenda noruega, “Noé y El Perro”, nos cuenta que los perros adquirieron esa cualidad al salvarnos del desastre cuando, al principio de los tiempos, un diluvio amenazaba con destruirlo todo. La realidad es más prosaica. La nariz húmeda de los perros les sirve para regular su temperatura y para oler mejor, entre otras razones.


Hace mucho, mucho tiempo, cuando hacía poco desde que empezó a existir el mundo, se puso a llover. Era una lluvia tremenda, de esas que te dejan totalmente empapado, de las que caen en tromba desde todas las esquinas del cielo y no paran un momento.

Un hombre que se llamaba Noé dio con la solución: se puso a construir un bote salvavidas en el que proteger a personas y animales. El barco estaba hecho de árboles altos y grandes, y se llamaba Arca.
Como todos sabemos, Noé subió a bordo del Arca a todos los animales que pudo encontrar.



El último fue el perro, que subió pasito a pasito a bordo del barco de Noé. Era uno de esos mestizos, de raza tan mezclada que era imposible saber qué clase de perro era. Pero el hocico parecía muy grande y negro y suave, eso estaba bien claro.
Noé estaba súper liado atendiendo a todos los animales cuando una mañana temprano, cuando ya llevaban veinte días y veinte noches en el ancho mar, empezó a entrar agua en el Arca. Antes de que se inundara el barco, en el que entraba el agua a toda velocidad, Noé tuvo la idea de colocar al perro para tapar ese agujero, donde introdujo su hocico ya que no era más grande que el tamaño de una nuez.



No sabemos si el perro estaba muy contento con la tarea que le habían asignado pero no se movió de allí. Sabía que su amo quería que estuviese quietecito, tapando bien el agujero.

Hasta que un día el perro empezó a oler diferente y el barco chocó contra algo. Había dejado de llover y volvía a verse la tierra firme. ¡Por fin podrían bajar!

Ay mi lindo perrito, susurró Noé, y le rascó en la barriga con mucho cariño. ¡Guau! ¡Guau! respondió el perro, dándole un beso a Noé con el hocico mojado. El perro no tendría que volver al mar, pero su hocico se quedaría frío y húmedo para siempre.

Y es por esto que los perros tienes siempre su hocico mojado...


Ilustraciones del libro de Kenneth Steven y Øyvind Torseter "La Historia de por qué los perros Tienen el Hocico Húmedo".