HOLA AMIGOS


Bienvenidos a mi blog. Este será un sitio dedicado a la raza que me apasiona, el cocker spaniel ingles, y en general a todos los perros, con raza o sin ella. Aquí iré colgando temas relacionados con ellos, con los cocker y todo aquello que me parezca interesante, sobre veterinaria, etología etc...

Encontrarás que algunos artículos sobre el cocker son un poco técnicos, pero la mayoría son para todos los públicos. ¡No te desanimes !



Agradecimiento:

Me gustaría agradecer a todas las personas que nos han ayudado, explicado y aguantado tantas y tantas cosas, y que han hecho que nuestra afición persista.

En especial a Pablo Termes, que nos abrió su casa de par en par y nos regaló jugosas tardes en su porche contando innumerables “batallitas de perros”. Suyas fueron nuestras dos primeras perras y suya es buena parte de culpa de nuestra afición. A Antonio Plaza y Alicia, también por su hospitalidad, su cercanía, y su inestimable ayuda cada vez que la hemos necesitado. También por dejarnos usar sus sementales, casi nada. Y a todos los criadores y propietarios que en algún momento, o en muchos, han respondido a nuestras dudas con amabilidad.

Y, por supuesto, a Rambo, Cibeles y Maripepa, a Chulapa y Chulapita, y a Trufa, como no, y a todos los perros con pedigrí o sin el, con raza o sin ella por ser tan geniales.

Muchas gracias


Te estaré muy agradecido si después me dejas tus impresiones en forma de comentario.

Espero que te guste y que vuelvas pronto.



PARA LA REALIZACIÓN DE ESTE BLOG NINGÚN ANIMAL FUE MALTRATADO




viernes, 3 de agosto de 2018

EL VERDADERO AMOR; POR FÉLIX DE AZÚA


Llevaba ya media hora en la terraza, escuchando a un triste amigo a quien hace dos años abandonó su mujer, cuando llegó la muchacha y ató la correa de su perro al poste de teléfonos. Él era un labrador color arena, ella una morena espigada, de ojos tristes y misteriosos. 'Entro un momento a tomar un café, y vuelvo enseguida, mi amor', le dijo. El perro la escuchó con resignación (no debía de ser la primera vez) y emitió gemidos ahogados, pero allí se quedó, mineralizado, con las orejas tiesas y los ojos clavados en la puerta de la cafetería.




Mi amigo comentó que había conocido a una chica afectuosa e inteligente, y ahora salían de vez en cuando, lo que le aliviaba un poco. Algunos padres con niño se acercaban hasta el perro para acariciarle, pero el animal se agitaba nervioso y daba cabezadas porque le impedían seguir vigilando la puerta que había devorado a su dueña. Mi amigo creía que, poco a poco, sería capaz de amar de nuevo, recuperar la esperanza, confiar en alguien. Un caballero que paseaba a su perra cayó en nuestro territorio. El labrador se estremeció, chilló suavemente, alzó los cuartos traseros para que la perra le husmeara, pero no se distrajo ni un instante de la puerta por donde se había ido su dueña. La perra, aburrida, se alejó calle abajo con un trotecillo borriquero.


Dijo mi amigo que en la actualidad es difícil mantener relaciones estables, respetuosas con la libertad de cada cual, pero también intensas y apasionadas, todo es tan pasajero, tan trivial... En ese momento se abrió la puerta de la cafetería y salió la muchacha. El animal comenzó a girar sobre sí mismo, enloquecido, y por poco se ahoga con su propia correa. 'Despacio, despacio, cariño, espera un poco, cálmate, sí, sí', le decía su dueña, agachada en cuclillas, mientras le liberaba, le rascaba la cabeza, le daba palmaditas en el lomo, lo abrazaba contra sus senos. '¿Estás contento, mi amor?', le preguntó. Sí, estaba muy, pero que muy contento.


Las cabriolas, los saltos, los ladridos del perro disgustaron a mi amigo. 'Bueno, vámonos', dijo. 'No puedo comprender que encierren a esos animales en un piso. Es inhumano, ¿no crees?', añadió. '¡Y yo qué sé!', respondí.




Escrito por Félix De Azúa en EL PAÍS