martes, 30 de noviembre de 2021

ELLIOTT ERWITT, FOTÓGRAFO DE PERROS, 2ª PARTE


Elliott Erwitt (París 26 de julio de 1928) es un fotógrafo estadounidense. Trabajó para los más importantes medios de prensa. Su calidad artística y su gran impacto comunicacional lo han situado en un lugar de privilegio entre los fotógrafos del siglo XX.
Hijo de emigrantes judíos de Rusia, pasó su niñez en Italia y Francia, pero la Segunda Guerra Mundial obligó a su familia a emigrar a los Estados Unidos.


Elliott Erwitt comenzó tomando fotografías a fines de los 40. Sus inicios fueron en un estudio fotográfico en Hollywood y más tarde como fotógrafo para diversas publicaciones. En uno de sus viajes conoció a Robert Capa, Edward Steichen y Roy Stryker, quienes se convertirían en sus destacados mentores.
En 1953 fue invitado a formar parte en la prestigiosa agencia Magnum Photos por Robert Capa, uno de sus fundadores, convirtiéndose, quince años más tarde, en el presidente de la misma.
En la década de los años 60, comenzó a realizar documentales, programas de televisión y libros. Hasta la fecha, Erwitt es autor de 18 monografías y sigue trabajando en nuevos títulos.
Su cámara ha fotografiado a muchos de los protagonistas de la historia contemporánea, tales como John Kennedy, Richard Nixon, Ernesto Che Guevara, Nikita Jrushchov, Marilyn Monroe y Jacqueline Kennedy, entre otros.
















AQUÍ  y AQUÍ puedes ver más obras de este gran fotógrafo








lunes, 29 de noviembre de 2021

LAS OTRAS IMÁGENES DEL EUROPEAN WILDLIFE PHOTOGRAPHER OF THE YEAR 2021 (2ª PARTE)


Hace unos días pudimos contemplar la fotografías ganadoras de este magnífico certamen. Pero además de estas afortunadas hubo otras sorprendentes imágenes que no tuvieron esa suerte y que son igual de espectaculares que las ganadoras. Aquí veremos unas cuantas de estas; segundos y terceros premios y menciones de honor a las que el altísimo nivel que se dio en el concurso las privó del premio.
Esta es la segunda y última parte.



















sábado, 27 de noviembre de 2021

HOY CONOCEMOS AL GATO HIGHLAND LYNX O HIGHLANDER


El Highland Lynx o Highlander, como también se le conoce, tiene la reputación de ser un gato fuerte y gentil. De hecho, de constitución musculosa y maciza, este felino tiene alma de niño. Incluso a menudo se le compara con el perro, ya que sus actitudes hacen pensar en las suyas. Sus orejas curvas y la variedad de colores de su pelaje son todos testigos de su herencia salvaje, aunque de reciente desarrollo. Tiene todas las cualidades para ser un excelente compañero para toda la familia, pero es difícil encontrarlo, porque es bastante raro en Francia.


Historia de la raza

La aparición de la raza Highland Lynx es muy reciente, ya que data de mediados de la década de 1990 . De hecho, fue durante el verano de 1993 que nacieron sus primeros representantes en la cría de Joe y Samra Childers, en Carolina del Norte (este de Estados Unidos). La raza se obtuvo a través del cruce entre Desert Lynx y Jungle Curl. Es también de este último, él mismo del Gato de jungla africano (Felis chaus), que el Highland Lynx heredó sus características orejas curvas.
La TICA (Asociación Internacional de Gatos) reconoció a esta raza felina en mayo de 2008.


Características físicas

De constitución maciza y con una musculatura bastante desarrollada, el Highland Lynx ha conservado un aspecto salvaje de muchas formas. Por lo tanto, tiene un hocico y un pecho bastante anchos, así como orejas curvas. Además, estos últimos experimentan una importante evolución a lo largo de las distintas etapas de su vida: alrededor de las 10 o 12 semanas tienden a estirarse antes de acurrucarse definitivamente. Además de las orejas, la cola corta y las patas de polidactilo son las principales "firmas" del Highland Lynx. Sin embargo, se pueden observar variaciones dentro de las camadas.

 
Comportamiento y carácter

Una infancia perpetua ... Es en estas palabras que se podría describir el comportamiento y el carácter del gato Highland Lynx. Tan juguetón como un perro, le encanta "ir a buscar la pelota" y se entrega fácilmente a cualquier actividad divertida. También sabe ser muy cariñoso y entrañable con su dueño y su familia. Lo reconocemos como un personaje sociable, además de una notable inteligencia y capacidad de aprendizaje. En resumen, el Highland Lynx es un gato que se lleva bien con casi todo el mundo y que cualquier familia se beneficiaría de adoptar.
El Highland Lynx es un gato que se adapta a casi cualquier estilo de vida. Le gusta pasar tiempo dentro de la casa, en la comodidad de la suya, tanto como disfrutar de la libertad en el exterior. Le gusta explorar su entorno y conocer gente nueva. Por tanto, es importante darle la oportunidad de hacerlo.


Salud

Dada la juventud de la raza, aún no hemos podido observar ninguna predisposición particular a alguna enfermedad en el Highland Lynx. Sin embargo, como ocurre con todos los gatos, debe vacunarse contra la rabia, el tifus, la leucosis y la coriza.

Esperanza de vida.

La esperanza de vida de un Highland Lynx es de entre 14 y 16 años.


Mantenimiento e higiene

El mantenimiento de Highland Lynx no presenta ninguna limitación específica. Es recomendable cepillar al gato  una o dos veces por semana con un peine de dientes finos de metal, procediendo en la dirección del pelo. El cepillado también se utilizará para eliminar el pelo muerto. Se recomienda dar  un cuidado especial a sus oídos, debido a su forma, su limpieza en una base semanal. Sus múltiples dedos, y por tanto garras, también hacen que requieran un poco más de trabajo.


Alimentación

Una dieta equilibrada, que le asegure al gato todos los aportes nutricionales que necesita, es necesaria para la buena salud y el bienestar del Highland Lynx. También debe asegurarse de que haya suficiente agua dulce disponible.




Publicado en Woopets







viernes, 26 de noviembre de 2021

EL PRODIGIOSO OLFATO DEL PERRO

El sentido del olfato de un perro es el medio por el cual conoce y reconoce el mundo, y con el que adquiere información esencial sobre otros perros. El perro vive en un mundo principalmente de olores. Mientras que en los seres humanos es la vista el sentido más desarrollado, en el perro, como todos sabemos, es el sentido del olfato. A través del olfato, el perro sabe, reconoce y recuerda la realidad.

De los olores que siente, puede obtener mucha información. Precisamente por esta razón, cuando caminamos con nuestro perro, siempre debemos dejarlo solo y darle todo el tiempo que quiera para detenerse en ciertas pistas; debemos comportarnos de la misma manera, incluso cuando nos encontramos con otro perro y los dos exploran con su nariz las áreas anogenitales respectivas. No está “perdiendo” el tiempo, está leyendo una especie de mapa geográfica del lugar (¿qué hay?, ¿quién está ahí?, ¿quién ha estado ahí?), en un caso, y la tarjeta de identidad de su semejante, en el otro.

Olfato del perro: órgano de Jacobson

Incluso cuando nosotros regresamos a casa, nuestro perro a menudo toma un poco de tiempo para olernos: no nos hace preguntas, no puede hacerlas; pero, en realidad, lo que a él le interesa saber, es descubrirlo todo simplemente oliéndonos: ¿dónde hemos estado?, ¿cómo estamos dispuestos? y también … ¡con quién hemos estado! (y en general se pone muy interesante si huele el olor de otro perro, a menudo, se agita… Digamos que “traicionar” a un perro sin ser descubierto, ¡es imposible!)

Para nosotros, una clínica veterinaria es un lugar donde simplemente hay perros, sus dueños y médicos. Para nuestro perro es un «concierto» de información que recibe por medio de los olores de los otros perros que están presentes, pero también de los que han pasado por allí.

Mientras que nosotros vemos un perro blanco, uno pequeño, uno grande… nuestro perro “ve” con su sentido del olfato la edad, sexo, disponibilidad sexual, estado de salud o enfermedad, estado emocional (ansiedad, miedo, agresión …), el carácter fuerte o la sumisión de todos los otros perros que se encuentran presentes.

Los perros tienen (como los gatos) un órgano vomeronasal, llamado “órgano de Jacobson”, que les permite percibir feromonas, sustancias químicas particulares producidas por algunas glándulas. Las feromonas son las que le proporcionan todos los detalles útiles y necesarios sobre los otros perros, informaciones esenciales para su vida social.

Olfato del perro: diferencias con el hombre

Para entender cuán potente es el sentido del olfato de un perro en comparación con el nuestro, las cifras serán suficientes: la superficie del epitelio olfativo de un perro tiene una extensión que mide entre 18 y 150 cm cuadrados mientras que en los humanos mide de 2.5 a 4 cm cuadrados.

Los receptores olfativos en un perro alcanzan los 220 millones en un Labrador Retriever, 200 millones en un Pastor Alemán, 147 millones en un Fox Terrier, 125 millones en un Dachshund (perro salchicha), 100 en un Bulldog … ¿Y en el ser humano? En el hombre son solamente 5 millones.

Al centrarse en esta clasificación de las capacidades olfativas de algunas razas, se observará que disminuyen según el cambio de tres variables.

En primer lugar, dependiendo de la morfología facial del perro: los perros braquicéfalos (es decir, con un hocico aplanado), muestran una disminución en la longitud del tracto respiratorio, lo que reduce la duración del tiempo del paso del aire.

Otro factor que determina un sentido del olfato más o menos potente, es la extensión de la mucosa olfativa y, por consiguiente, del número de receptores olfativos.

La tercera variable es la selección genética.

Con un adiestramiento adecuado y específico, las habilidades olfativas de un perro pueden desarrollarse, refinarse e incluso especializarse para la búsqueda de ciertas sustancias.


El Labrador Retriever es actualmente el perro más apreciado y utilizado para la búsqueda de artefactos explosivos, drogas y personas enterradas bajo los escombros. ¿Por qué?. La razón es simple: un Labrador tiene el mayor número de receptores olfativos entre todas las razas caninas y puede reconocer 500,000 olores; por otro lado, el ser humano solo distingue 4,000.

Puede que nos resulte difícil imaginar el universo en el que vive el perro: en muchos aspectos es diferente al nuestro. Vemos cosas que él no ve, pero siente cosas que no oímos. Sobre todo, mientras que nuestros ojos no pueden ver lo que está oculto o lo que «ha desaparecido», su sentido del olfato puede hacerlo.

Si tienes más dudas, puedes consultar a un profesional cerca de tu casa, que te brindará una buena atención y responderá a todas tus preguntas.




Publicado en Mi Cachorro


ANIMALES, COMPAÑÍA Y FELICIDAD


Según el zoólogo Konrad Lorenz el deseo de tener un animal tiene su origen en un antiguo deseo primario “el deseo del hombre moderno de volver al paraíso perdido”.
Todos los que tienen o han tenido una mascota han sentido ese apego o cariño característico que puede equipararse, sin duda alguna, al experimentado hacia cualquier ser humano. Y es que entre el animal y la persona se llega a establecer una comunicación tan real que incluye gestos, sonidos e incluso miradas.
Diversas investigaciones sugieren que el tener una mascota podría contribuir a una mejor salud emocional.


Los perros, que encabezan la lista de estudios realizados sobre el tema, parece que son los que más conexión muestran con el ser humano. Sorprende lo parecidas que pueden llegar a ser las relaciones entre dos personas, y entre un perro y una persona. Estos tienen más cosas en común con nosotros que muchos otros animales y parece ser que la clave de esta afinidad es la empatía. Los canes son capaces de sentir la tristeza, la felicidad, el enfado y además compartirlo con nosotros. Todo esto gracias a las neuronas espejo que, al igual que nosotros, también estos poseen.
Los perros pueden, por ejemplo, percibir e interpretar la felicidad. De hecho, la percepción de felicidad en las caras humanas desempeña un papel signficiativo en el apego entre los perros y los seres humanos.


Con frecuencia se dice que los perros de terapia son la mejor medicina. Instintivamente, ellos saben cuándo alguien necesita atención y afecto.
Así pues, los estudios afirman que compartir nuestra vida junto a una mascota, en concreto un perro, nos aporta felicidad, aumenta el autoestima y la sociabilidad. Además se considera que si las reacciones fisiológicas son mutuas, los animales experimentarán los mismos beneficios psicológicos durante la interacción.
En un estudio realizado por Odendaal & Meintjes se observó que las concentraciones de B-endorfina , oxitocina, prolactina y dopamina aumentaron tanto en los seres humanos como en los perros después de una interacción de unos minutos acariciándose, aunque el cortisol (hormona del estrés) solo bajó en humanos.


Otro estudio con mujeres realizado en la Universidad de Harvard observó que cuando estas miraban fotos de su perro se activaban en su cerebro las áreas de la emoción, del refuerzo y de la afiliación (amígdala) y funciones asociadas (hipocampo, corteza orbitofrontal medial, putamen dorsal y tálamo), las mismas que se activaban al ver fotos de sus hijos. (Stoeckel et al, 2014)
Así que algunos afirman que tener un perro puede incluso producir emociones muy parecidas a las que se experimentan al tener un hijo. Además, es bien sabido lo dolorosa que puede resultar su pérdida, pues se pueden llegar a sentir las mismas emociones que deja la partida de un ser querido e incluso desarrollar síntomas depresivos.
Los animales con los que pasamos la vida dejan huella y forman parte de nosotros para siempre y eso ocurre gracias a la conexión que se establece entre ambos, persona y animal.


Sin duda alguna, este vínculo es asombro. Al fin y al cabo, no olvidemos que “el ser humano es otra especie de animal, pero no solo otro animal ” (Simpson. G,G)




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