miércoles, 27 de julio de 2022

¿CUÁL ES LA RACIÓN DIARIA SALUDABLE?


Muchos propietarios piensan que deben dar más comida a su perro de la que realmente necesita. En consecuencia, hay muchos canes a los que se les sobrealimenta, lo que puede causar un aumento de peso y derivar en otros problemas de salud. Para mantener un peso saludable, es necesario conseguir el equilibrio adecuado entre la energía ingerida y la quemada. De este modo, la ración adecuada para tu perro puede ser diferente a la de otro perro, incluso si son de la misma raza.


Para empezar, debes seguir la guía de alimentación del  alimento que hayas seleccionado en función de las necesidades nutricionales de tu perro. Sin embargo, a la hora de determinar el tamaño de la ración, es posible que también haya que tener en cuenta una serie de factores, ya que las cantidades recomendadas para la alimentación de los perros suelen ser solo pautas.

En primer lugar, debes considerar el tamaño de tu perro. Una raza pequeña como el chihuahua necesitará una cantidad de calorías muy diferente a la de un San Bernardo. Intenta elegir un alimento que esté diseñado para la raza o tamaño de tu perro.
Después, ten en cuenta los niveles de actividad: ¿se trata de un perro de trabajo o pasa la mayor parte del tiempo en el interior con paseos cortos durante el día? Si tienes alguna duda acerca de las cantidades de alimento que debes dar a tu perro, ponte en contacto con tu veterinario para que te asesore de forma específica.


La importancia de una ración diaria saludable 

El tamaño de la ración de tu perro es muy importante para mantener un estilo de vida saludable. Independientemente de la cantidad de ejercicio que haga tu perro, si sus raciones son demasiado grandes, seguirá siendo propenso a aumentar de peso.
Ten en cuenta que las cantidades recomendadas para la alimentación de los perros suelen ser solo pautas. La cantidad de comida que necesita tu perro puede cambiar a lo largo de su vida. Por ejemplo, si tu perro aumenta de peso, es posible que quieras cambiar su ingesta diaria de calorías para compensarlo. A medida que tu perro envejece y su actividad disminuye, las raciones de comida también pueden disminuir ya que necesita menos energía.
Es importante que consultes con tu veterinario si no estás seguro del tamaño de la ración de tu perro.


¿Por qué mi perro pide comida?

Si tu perro parece que te pide comida todo el tiempo, no significa necesariamente que tenga hambre. Este gusto aparente por comer continuamente puede ser en realidad un hábito, un signo de aburrimiento o necesidad de atención. Ceder a sus demandas puede reforzar este comportamiento.
De todos modos, si tu perro continúa mostrando este comportamiento de demanda de alimento, podría ser un signo de enfermedad. Es posible que no esté absorbiendo los nutrientes necesarios de su comida. Los parásitos como las lombrices pueden causar síntomas como aumento del apetito y hambre constante, a veces acompañados de la pérdida de peso.


Si los signos de demanda o hambre constante persisten, es importante que consultes a tu veterinario para descartar otros problemas.



Publicado en Royal Canin







martes, 26 de julio de 2022

LEPTOSPIROSIS EN EL PERRO


La leptospirosis es una enfermedad bacteriana zoonótica que transmiten las ratas, normalmente a través del agua contaminada. Es una enfermedad muy grave y en los perros suele ser mortal.

¿Qué es la leptospirosis?

La leptospirosis es una infección bacteriana zoonótica que transmiten las ratas, normalmente a través del agua contaminada. Es una enfermedad muy grave y en los perros suele ser mortal.


¿Cuáles son los síntomas de la leptospirosis?

Los signos clínicos abarcan desde una infección subclínica leve hasta un fallo multiorgánico y la muerte. De hecho, la insuficiencia renal aguda ha sido la manifestación más habitual de la leptospirosis canina durante los últimos años. Los perros afectados por la leptospirosis podrían mostrar los siguientes signos clínicos:
Fiebre y malestar
Dolores musculares y negativa a moverse
Debilidad
Depresión
Pérdida de apetito
Vómitos
Diarrea
Tos
Secreción nasal


¿Qué causa la leptospirosis?

La leptospirosis tiene su origen en unas bacterias que se transmiten a través de la orina de roedores y que pueden pasar a humanos y a determinados animales, incluidos los perros (enfermedad zoonótica). Se suele dar con más frecuencia en entornos húmedos y zonas pantanosas o fangosas. Los perros suelen entrar en contacto con la leptospirosis a través de aguas infectadas, ya sea al nadar en estas aguas, beber de ellas o simplemente pasar por encima.


¿Puedo vacunar a mi cachorro contra la leptospirosis?

La leptospirosis se puede prevenir con la vacunación, por eso es importante asegurarse de que a tu cachorro le pongan las vacunas necesarias a la edad adecuada.
Las vacunas son más eficaces cuando se administran en fechas fijas con dosis de refuerzo. Los cachorros suelen comenzar un programa de vacunación entre las 6 y 8 semanas. La vacuna contra la leptospirosis normalmente se administrará entre las 11 y 13 semanas con una dosis de refuerzo entre las 15 y 17 semanas.
Tu cachorro solo se considerará vacunado contra la leptospirosis después de la segunda inyección.


¿Cómo sé si mi cachorro necesita la vacuna?

Las vacunas administradas a los cachorros pueden ser obligatorias o recomendables. La vacuna contra la leptospirosis es una de las vacunas obligatorias, por lo que siempre se incluirá en el calendario de vacunación que el veterinario establezca para tu cachorro.

¿Esta vacuna mantendrá siempre protegido a mi perro contra la leptospirosis?

En algunas enfermedades, como la leptospirosis, hay una gran cantidad de agentes implicados. La vacuna protege contra los agentes que se consideran los más importantes, pero no contra todos.
Aunque tu cachorro esté vacunado, podría seguir desarrollando la enfermedad si entra en contacto con otras cepas diferentes frente a las cuales la vacuna no tenga ningún efecto. Se le deberán administrar dosis de refuerzo anuales para garantizar que permanezca inmunizado contra cualquier nueva cepa predominante.


¿Qué debo hacer si creo que mi cachorro se ha contagiado?

Si tu cachorro presenta cualquiera de los síntomas de leptospirosis, deberás consultar a un veterinario de inmediato. Debido a que se trata de un virus zoonótico, es decir, que puede transmitirse entre diferentes especies, incluidos los humanos y otros animales, se deberá tratar con cautela a cualquier animal o persona que se sospeche que sufre de leptospirosis. Se recomienda utilizar guantes protectores en todo momento.
El veterinario necesitará un historial completo del estado de salud y del estilo de vida de tu cachorro. Le realizarán una serie de pruebas, incluidos recuentos sanguíneos, perfiles sanguíneos y análisis de orina, para determinar si tu cachorro ha contraído leptospirosis y recomendarte el mejor tratamiento.


Independientemente de la probabilidad con la que pienses que tu perro entrará en contacto con determinadas enfermedades, siempre deberás asegurarte de que le pongan todas las vacunas obligatorias y de informar al veterinario sobre su estilo de vida para cerciorarte de que también le pongan las vacunas recomendables adecuadas.




Publicado en Royal Canin
















sábado, 23 de julio de 2022

¿QUÉ ES EL PERIODO DE LICENCIA EN EL CACHORRO?


Aquellos que estén pensando adoptar un cachorro, tienen que tener en cuenta la importante de lo que se denomina ‘la licencia del cachorro’, unos meses en los que los perros adultos equilibrados permiten al cachorro hacer casi cualquier cosa sin reñirle ni corregirle. Respetar este periodo y actuar correctamente es muy importante si queremos disfrutar de un perro adulto equilibrado y feliz. Ramón Fernández Menéndez, educador canino y responsable del proyecto Arbesú Educadores Caninos nos habla de la importancia de esta ‘licencia’ y de cómo actuar estos primeros meses de convivencia.


En qué consiste la licencia del cachorro 

La licencia del cachorro es un periodo de tiempo en la que las crías caninas tienen ‘licencia para hacer trastadas’ sin que nadie les recrimine, o al menos los adultos equilibrados no lo hacen. Ya puede un cachorro morderles las orejas, revolotear sin parar mientras el adulto quiere descansar o echársele encima que el adulto no le gruñirá, ladrará, intentará corregirle… o puede incluso que le siga la corriente y se ponga a jugar con él.
Este periodo, si lo pensamos, es algo que hacemos también los humanos, “los adultos equilibrados son altamente tolerantes con el comportamiento del cachorro, no lo corrigen… Y es algo que pasan en otros animales. Cuando los bebés son muy pequeños, a ningún adulto equilibrado, se le ocurre, por ejemplo, enfadarse con su bebé porque llora mucho, porque se hace pis encima, porque se despierta por la noche para comer, porque le tira del pelo…”, apunta Ramón Fernández


Y no lo hacemos porque entendemos que ‘nuestro cachorro’ no tiene la madurez y el autocontrol suficientes. Puesto que es un periodo que respetamos en nuestros bebés y niños pequeños, y que los perros respetan con sus cachorros, tiene lógica que la apliquemos cuando un cachorro llega a casa.

Cuánto dura

Aunque depende del cachorro, lo normal es que este periodo no dure más de seis meses. Además, a medida que trascurre este tiempo, el cachorro también irá evolucionado y aprendiendo y el adulto tolerando cada vez menos los comportamientos poco adecuados. “Durante este periodo, el cachorro ya ha ido aprendiendo normas de convivencia, autocontrol… Así, de manera gradual, el comportamiento de los perros va cambiando, tanto de los cachorros, que van aprendiendo por imitación cómo se comportan los adultos, aprenden empatía grupal…, como el de los adultos, que va tolerando menos ciertos comportamientos”, cuenta Ramón.


Aun así, por mucho que aprendan los cachorros durante este periodo, en la convivencia con los humanos siempre habrá más normas, “a un perro adulto no le supone ningún problema que un cachorro o perro joven muerda un palo o la pata de la mesa, a nosotros sí”. Es decir, que el periodo para adaptarse a vivir con un humano será más largo y requerirá de todavía más paciencia.

Cómo actuar y cómo no durante la licencia del cachorro

Cuando empezamos nuestra convivencia con un cachorro es sumamente importante que respetemos este periodo y, si bien nunca debemos tratar a un perro de forma violenta, con gritos, riñas… en este periodo todavía es más importante que no lo hagamos. Sin embargo, sí podemos aprovechar para crear relaciones sanas con nuestros perros y crear un vínculo fuerte. Para ello, hay cosas que debemos hacer y otras evitar.


Entre las acciones a evitar, Ramón Fernández aconseja no reñirles, castigarles, echarles broncas… tratarlo de manera hostil si, por ejemplo, nos rompen una zapatilla, se hacen pis en casa… “Si lo hacemos, solo conseguiremos crearle temor”, no aprenderá lo que está bien o mal, sino que no hará ciertas cosas por temor, no por aprendizaje. Y es que, como recuerda Ramón, lo importante es tener mucha paciencia con ellos, “tenemos que ser conscientes de que un cachorro, por su propia naturaleza, de falta de autocontrol, etc., siempre va a dar ‘problemas’”.
Otras cosas que debemos evitar es exponerlos de golpe a situaciones para las que aún no tienen la madurez y el autocontrol suficientes, “como ir a casa de alguien donde vas a estar mucho rato o hay un perro adulto, sacarlos mucho tiempo de paseo, exponerlos a otros perros cuando aún no tienen autocontrol ni saben relacionarse, llevarlo a una terraza a tomar un café… cosas así”. Y es que para aprovechar al máximo este periodo, las exposiciones tienen que ser graduales, como lo es su aprendizaje, “es mejor, por ejemplo, que no lo saquemos a pasear tanto como su fuera un adulto y por lugares en los que hay muchos perros. Hay que hacerlo muy poco a poco.
Anticiparse y planificar la socialización, para que no tengan que enfrentarse a cosas que todavía no saben resolver”, aconseja.


Pero ser tolerantes con su falta de madurez y su aprendizaje no significa que no intentemos hacerles ver qué cosas están bien y qué cosas. Debemos, “sin reñir ni castigar ni de una manera hostil, ir haciéndole ver qué comportamientos no nos gustan. Los cachorros lo sabrán interpretar. Los perros nos interpretan a nosotros mucho mejor que nosotros a ellos”, asegura. También, siempre que podamos, podemos aprovechar sus ganas incansables de jugar pasar tiempo con ellos. Eso ayudará a crear un vínculo sano y fuerte.


Qué pasa si no respetamos la licencia del cachorro

Para lograr que nuestro cachorro se convierta en un adulto feliz y equilibrado es muy importante que respetemos la licencia del cachorro especialmente, como apunta Ramón Fernández, “los cuatro primeros meses. Es un periodo muy crítico en el que padecer una experiencia traumática puede tener consecuencias en su vida adulta. Y este tipo de experiencias no son solo abandonos o destetes prematuros, también broncas, hostilidad, ser muy jerárquicos con ellos, hacer que tenga miedo…”. Un perro que ha pasado sus primeros meses entre riñas y hostilidad, lo más probable es que viva con unos elevados niveles de estrés, lo que se traduce, sobre todo, “en problemas de comportamiento: perros muy nerviosos, que ladran, tienen tendencia a morder, a hacer pis muchas veces, a destrozar su cama…”. Y es que, como nos recuerda Ramón Fernández, el hecho de que los perros toleren prácticamente todo lo que les hagamos, no significa que haciéndolo no les dañemos. Bastan unos primeros meses con una dosis extra de paciencia para tener un compañero equilibrado y feliz toda su vida.






Publicado en 20minutos
















martes, 12 de julio de 2022

ENFERMEDAD DEL SACO ANAL EN GATOS


¿Qué son los sacos anales?

Los sacos anales son dos pequeñas bolsas ubicadas a cada lado del ano aproximadamente en las posiciones de las cuatro y las ocho en punto. Las paredes del saco están revestidas con una gran cantidad de glándulas sebáceas (sudor) que producen un líquido maloliente. El líquido se almacena en los sacos anales y se libera a través de un pequeño conducto o canal que se abre justo dentro del ano. Los sacos anales se denominan comúnmente "glándulas anales". Están presentes tanto en gatos machos como hembras.


¿Cuál es su función?

La secreción del saco anal contiene sustancias químicas que actúan como marcadores territoriales o "tarjetas de visita de gatos". Las secreciones son similares a las que produce un zorrillo, que se utilizan para repeler a los enemigos y alertar a otros animales de su presencia. Aunque los gatos pueden usar sus sacos anales para el mismo propósito, la mayoría de los gatos domésticos no necesitan repeler a los depredadores de esta manera. Por lo general, una pequeña cantidad de fluido anal es expulsada por contracciones musculares cada vez que el gato defeca, proporcionando un olor distintivo (o una "firma de olor" individual) a las heces.


¿Qué enfermedades afectan los sacos anales?

Los sacos anales o sus conductos pueden inflamarse o infectarse debido a una variedad de causas. Si los conductos del saco anal se hinchan, el líquido no se puede vaciar adecuadamente de los sacos durante la defecación. En esta situación, los sacos pueden impactarse (taparse) y el líquido se vuelve más espeso y de color más oscuro.
Las bacterias que normalmente están presentes en las heces pueden viajar fácilmente por los conductos y entrar en los sacos. En situaciones normales, las bacterias se eliminan cuando las secreciones se expulsan durante la defecación. Sin embargo, si se impactan los sacos, el líquido no se vacía normalmente y el líquido impactado proporciona un medio ideal para el crecimiento bacteriano. Si los sacos anales se infectan de esta manera, el líquido se vuelve sanguinolento y eventualmente los sacos se llenan de pus, formando un absceso en el saco anal.


Los abscesos del saco anal son hinchazones calientes y dolorosas que pueden ocurrir en uno o ambos lados del recto. Si no se trata, la presión continuará aumentando hasta que finalmente la piel que la recubre se abra de golpe, permitiendo que el pus se drene en una condición llamada ruptura del saco anal. Luego, el pus puede extenderse a los tejidos circundantes y causar daños graves en el recto y el ano.
Otra causa de enfermedad recurrente del saco anal es un cambio en la consistencia de las heces. Esto puede ocurrir en gatos con alergias alimentarias, enfermedad inflamatoria intestinal, estreñimiento y megacolon.


¿Cuáles son los signos clínicos de la enfermedad del saco anal?

Los signos de la enfermedad del saco anal dependen de la naturaleza y la gravedad del problema. Los primeros signos incluyen arrastrar o arrastrar el área anal por el suelo y lamer o morder el recto o la cola. La enfermedad del saco anal es muy dolorosa e incluso un gato normalmente gentil puede arañar o morder si intenta mirar el área afectada. Si uno o ambos sacos anales presentan un absceso, el área al lado del recto puede estar hinchada. Si el absceso se rompe, verá una secreción con sangre o pegajosa que drena al lado o debajo del recto.


¿Cómo se trata la enfermedad del saco anal?

El tratamiento para la impactación consiste en extraer los sacos y expulsar el material solidificado. También puede ser necesario infundir el saco afectado con medicamentos antiinflamatorios y antibióticos. Para la infección, se deben exprimir los sacos y administrar antibióticos por vía oral al gato para matar la bacteria. La mayoría de los gatos responderán bien a los analgésicos y antibióticos que se recetan durante varios días hasta que la hinchazón y la inflamación hayan disminuido. Si los sacos anales tienen un absceso o se rompen , puede ser necesario un tratamiento quirúrgico.


¿Es probable que la condición se repita?

No es muy común que los gatos tengan enfermedad recurrente del saco anal. Sin embargo, algunos gatos con sobrepeso pueden desarrollar problemas crónicos en el saco anal. Se ha observado que los sacos anales de muchos gatos obesos no se vacían bien, por lo que estos gatos pueden estar predispuestos a problemas recurrentes del saco anal.
Si la causa de la enfermedad del saco anal es un cambio en la consistencia de las heces, la prevención implica el tratamiento de la causa subyacente y puede requerir cambiar el gato a una dieta más rica en fibra. Si un gato tiene varios episodios de enfermedad del saco anal y la dieta o los suplementos no alivian el problema, los sacos anales pueden extirparse quirúrgicamente.


¿Cuáles son las posibles complicaciones de la cirugía?

La cirugía requiere anestesia general, que siempre conlleva cierto grado de riesgo, ya sea que el paciente sea un gato o una persona. La extracción de los sacos anales es una cirugía delicada y especializada. Algunos veterinarios pueden derivar a estos pacientes a un cirujano certificado por la junta.
Algunos gatos experimentarán falta de control intestinal después de la cirugía. Pueden dejar caer bolas fecales mientras caminan o experimentar incontinencia fecal cuando duermen o se acuestan.


Esto ocurre porque los nervios que controlan los músculos que rodean el ano están ubicados cerca de los sacos anales y pueden sufrir daños menores durante la extracción de los sacos anales o inflamarse como parte del proceso de curación posoperatorio. En la mayoría de los casos, este es un problema temporal que se resolverá entre unos días y unas semanas después de la cirugía. Desafortunadamente, algunos casos raros nunca mejoran, lo que resulta en la necesidad de pañales especiales u otras adaptaciones para la incontinencia fecal. Su veterinario discutirá a fondo los riesgos y beneficios de la cirugía con usted.


¿Qué otros problemas pueden desarrollarse con los sacos anales?

Los gatos mayores pueden desarrollar cáncer de las glándulas en los sacos anales llamado adenocarinoma. Por lo tanto, es muy importante que un veterinario examine a su gato tan pronto como se observe alguno de los signos clínicos anteriores.


Colaboradores: Tammy Hunter, DVM; Ernest Ward, DVM






















domingo, 10 de julio de 2022

PAULINE, LA VACA MASCOTA DEL PRESIDENTE


Hasta finales del siglo XIX, las vacas eran una cosa común en la Casa Blanca, ya que Washington, DC no tenía empresas de entrega de productos lácteos o de leche.
El presidente número 27, William Howard Taft, fue uno de los últimos presidentes en tener una vaca en los terrenos de la Casa Blanca. Trajo a su vaca Mooly Wooly con él a Washington.
Cuando Mooly Wooly murió, otro bovino pronto entró en escena: Pauline Wayne, a menudo llamada la "Reina de las vacas capitales", una hermosa vaca Holstein-Friesian de 4 años, blanca y negra, de 1,500 libras de ganado registrado.


Una vaca llega a la Casa Blanca

Pauline, cuyo trabajo consistía en proporcionar leche y mantequilla a la Primera Familia, fue un regalo del Senador Isaac Stephenson de Wisconsin, seleccionado entre las muchas vacas puras de su granja.
Pauline llegó a la Casa Blanca en una caja grande y en buenas condiciones considerando su viaje en tren desde Kenosha, Wisconsin.
Un grupo de empleados de la Casa Blanca se reunió con la vaca en Union Station y la acompañó a los establos y al área de césped cerca del edificio del Estado, la Guerra y la Marina (ahora conocido como el edificio de la Oficina Ejecutiva de Eisenhower).
La llegada de Pauline apareció en la edición del 4 de noviembre de 1910 de The New York Times, que informó que se estimaba que Pauline producía 7,5 galones de leche por día. (Para 1911, según los informes, Pauline producía 16 galones de leche por día, aunque algunos informes sitúan la cifra en 8 galones más conservadores).
Además, el Times dijo que Pauline pronto daría a luz. El ternero, llamado Big Bill por su tamaño, nació unos días después y se fue a vivir a Maryland.

Collage de fotos de la edición del 11 de noviembre de 1910 de The Evening Independent (St. Petersburg, Florida).

El día que desapareció la vaca del presidente

Pauline Wayne se convirtió en una pieza de exhibición popular en la Exposición Internacional de Lecheros en Milwaukee en 1911, y su leche se vendió en pequeñas botellas de recuerdo por 50 centavos cada una a sus fans. (Sí, usted también podría haber bebido la leche de vaca del presidente, por el precio correcto).
En una extraña serie de eventos, la vaca de alguna manera se perdió en el camino al espectáculo de productos lácteos y "escapó por poco de la muerte" en un matadero, según varios informes periodísticos de octubre de 1911.
Pauline Wayne estaba siendo enviada en un vagón de tren privado que estaba unido a un tren completo de vagones de ganado con destino a los patios de ganado de Chicago. De alguna manera, la vaca presidencial desapareció durante dos días. La Casa Blanca se encuentra frenéticamente “telegrafiando por todas partes en busca de su paradero”, informó The New York Times.
Entonces, ¿qué había detrás de la desaparición de la vaca? Según The Milwaukee Sentinel, un equipo de cambio de tren había cambiado por error el vagon de Pauline.
Un puñado de asistentes que encontraron a Pauline Wayne convencieron al supuesto dueño de que en realidad se trataba de la vaca del presidente, y ella se salvó “de la cachiporra del carnicero”, informó el Times . ¡Vaya, llamada oportuna!

Pauline con Big Bill

¿Robada?

Aproximadamente un año después, sucedió otro evento interesante (y espeluznante) en la vida de esta vaca. Ella fue robada. Especie de.
El Milwaukee Sentinel informó en septiembre de 1912 que un profesor de agricultura de Ohio, que estaba de visita en la capital de la nación, vio a Pauline pastando en South Lawn. Le dijo al periódico que, al no ver a los oficiales de seguridad, se acercó sigilosamente a la vaca.
“Pronto obtuvo un suministro de leche”, decía el artículo, que sabía tan bien como el hombre había escuchado que era.

Pintura de la fundadora del Museo Presidencial de Mascotas, Claire McLean.

Los medios quedaron fascinados con esta vaca

The Washington Post, en particular, "tenía una especie de obsesión con Pauline", informa National Journal, que declaró que el Post cubrió esta vaca mascota "como lo haría Us Weekly con una Kardashian".
“Una búsqueda en sus archivos revela más de 20 historias que mencionan a Pauline entre 1910 y 1912”, dice National Journal.


Jubilación

Esta vaca fue sin duda la vaca más famosa de la Casa Blanca, siendo invitada a espectáculos de vacas en todas partes (lo que el presidente Taft rechazó). Incluso recibió una oferta para aparecer en una producción itinerante de la obra Way Down East, que el presidente Taft también rechazó entre risas.
Sin embargo, ser una celebridad tenía un precio para Pauline. Su salud había empeorado visiblemente en los dos años que había estado en Washington, por lo que Taft decidió enviarla de regreso a la granja de Stephenson cuando su mandato presidencial llegaba a su fin.
Una vez más, The New York Times estaba en la historia e informó el 2 de febrero de 1913 que Stephenson estaba contento de tener a Pauline de regreso, y lo citó diciendo que la vaca del presidente "agregaría dignidad" a su rebaño.


Cencerro famoso

En la colección del Museo Presidencial de Mascotas se encuentra el cencerro que usó Pauline. (Y sí, todavía funciona, incluso después de más de 100 años).



sábado, 9 de julio de 2022

COMEDY PET PHOTO AWARD 2021, LAS MEJORES FOTOS


Tener mascotas es un regalo para el ser humano, pero también para la fotografía. Sus comportamientos y gestos a lo largo del día pueden llegar a ser dignos de inmortalizar y muchos de ellos logran hacerse virales. La palma se la llevan los gatos asustados, los perros que hacen cosas insólitas o los caballos que parecen reírse a carcajadas.
Estas imágenes que muestran escenas graciosas han sido las finalistas de un concurso que selecciona las mejores imágenes cómicas de animales, el Comedy Pet Photo Awards, en el que participan más de 2.000 personas de 81 países. Estas son las mejores: