martes, 28 de julio de 2015

SIN TIPO NO TIENES NADA, POR TOM HORNER


Un visitante americano a la exposición de Cruft's, que es un ferviente lector de Dog World, me preguntó cual era la parte del perro que considero más importante a la hora de juzgar. Mi contestación a esto fue "Tipo". Fundamentalmente un juez valorará la correcta construcción, proporción, solidez y temperamento; pero al tipo habrá que darle preferencia sobre todos estos puntos vitales. Sin el tipo correcto un perro no tendrá el mínimo valor para su raza.

Casi todas las razas tienen más de un tipo aceptable, pero si un perro no se adhiere a uno de estos será atípico. No parecerá que es un miembro de esa raza lo cual equivale a sumarse en el olvido en lo que a ganar se refiere. No tiene derecho a ganar sobre otro tipo aceptable aunque no sea tan correcto en construcción, bien proporcionado o bien presentado como el atípico.




En mis comienzos en el mundo del perro estuve como alumno en el criadero "Lynne" propiedad de Mr.B.Chambers. Era el propietario de un setter inglés, King Pipping of Lynne, que había amasado una gran cantidad de B.I.S pero en exposiciones abiertas. Le pregunté a Bryan porque King Pipping no se presentaba en exposiciones de campeonato junto con sus otros setters y cockers.

Su respuesta:
"Pipp está mejor hecho, es más correcto y es mejor Showman que cualquiera de los actuales campeones pero no es un típico setter inglés". Es un perro azul belton que carece totalmente del tipo del English, ningún juez de exposiciones de campeonato ni siquiera lo miraría. En la siguiente exposición de campeonato observé los setter ingleses y así me fue posible comprender el punto de lo que Bryan me había dicho. La cabeza de Pippin era larga y refinada pero era más como la de un gran danés que como la de un setter inglés, en proporciones y terminaciones, tenía una espalda muy corta y totalmente plana, muy poco parecida al resto de los perros de esa raza que se presentaban en exposiciones de campeonato, muchos de los cuales no se movían, tenían menos pelo y estaban mucho peor presentados que King Pipping.



Las hembras de B. Chambers eran del tipo correcto y las cruzaba con importantes ganadores del mismo tipo. El se divertía ganando con Pipp en las exposiciones pequeñas pero nunca lo cruzó. Pipp era para Bryan un perro mucho mejor que muchos de los setters campeones pero carecía del tipo correcto de setter inglés. A pesar de que yo no me daba cuenta en ese momento aprendí una lección, en mi primera expo de campeonato, de la importancia del "tipo"
Eso fue en White City en Londres y organizada por Leo C. Wilson que más tarde llegaría a ser el editor de Dog World. Fue la primera vez que vi un Bull Terrier. En las jaulas y fuera de competencia había un gran perro blanco con una tremendamente poderosa y a pesar de esto refinada cabeza. El perro era Velhurst Viking el cual, de cachorro, se había roto una de sus patas traseras que no había unido bien lo que hizo que lo retiraran de las exposiciones. Pero el hecho de ir a estas le acarreaba trabajo como reproductor. Su "Tipo" era impresionante.




Otras de mis maestras fue Mrs Noney Fleming, que en esos días escribía una de las mejores columnas de raza en Dog World, la del Cairn Terrier. Mientras fui alumno en su criadero "Out of the West" fuimos a una exposición en Londres. En el camino pasamos al lado de una señora que paseaba lo que para mi era simplemente un Cairn gris. Mrs.Fleming de repente dijo: "para el coche que voy a comprar esa perra".Yo me fui a la exposición y presenté los perros, ganando para mi sorpresa un primer premio. Cuando volví al criadero Mrs.Fleming estaba muy atareada arreglando el pelo de la perra gris. Le había costado más de dos horas conseguir que la propietaria se desprendiera de la perra. Judy, como se llamaba la perra, nunca se presentó pero produjo un campeón en su primera camada; su tipo y calidad fue evidente para esta criadora a pesar de que la perra estaba totalmente sin arreglar. En su pedigrée pudimos ver que la madre descendía de las líneas de Mrs. Fleming. No hay duda que el ojo para el "Tipo" de Mrs.Fleming había jugado un papel importante en su éxito como criadora de Cairns. Ella me contó que nunca estudiaba pedigrées cuando consideraba que perros cruzar, sentía cual era el mejor que iría con el otro.

Un perro puede ser un magnífico espécimen físicamente y ser totalmente atípico de su raza. En una ocasión juzgando en Africa donde mi raza favorita es muy popular, me enfrenté a un bull
terrier que tenía una buena cabeza, larga, ancha y rellena y a pesar de ello no me gustaba.




Aunque estaba mejor hecho que el resto y se movía mucho mejor, carecía del tipo correcto de bull terrier. Durante un rato no pude ver porque un perro tan bien hecho con tan buena cabeza no me gustaba hasta que me dí cuenta que sus ojos colocados demasiado bajos en el cráneo destruían la expresión inescrutable y malvada que es de vital importancia al "Tipo" de esta raza. En otra ocasión, en esta misma raza, juzgando en una exposición de club con una entrada de poca calidad, me enfrenté a una perra preciosa, totalmente "típica", con una combinación de tipo, substancia y calidad con todo en el sitio correcto y una expresión realmente malvada. Pero totalmente coja. La hice mover una gran cantidad de veces pero no conseguí que fuese correctamente, a pesar de todo era la mejor de lejos por lo que tenía que ser forzosamente Mejor de raza. Para mi sorpresa este premio fue muy aplaudido. Casi todo el mundo presente parecía estar de acuerdo que sus méritos se debían reconocer a pesar de su cojera. El "Tipo" en este caso fue el factor decisivo.


Tom Horner