lunes, 27 de julio de 2015

UN POCO DE HISTORIA. PERROS DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL


Sobre algunos participantes, de la Segunda Guerra mundial, es poca la información como en el caso de Alemania, Italia y Japón, dado que perdió la contienda. Alemania, utilizó más de 200.000 perros de guerra en sus operaciones militares. En cantidad, le siguió la URSS, con aproximadamente 60.000 perros de guerra, es interesante destacar, que tanto Alemania como Rusia, antes de declararse la última guerra, ya tenían preparación en sus planteles caninos, y poseían diseminados en todo el país, Centros de Adiestramiento y otros tantos Centros de Especialidades.




Según Héctor Tocagni (2007) “Los Aliados, recién cuando ingresaron en la contienda, empezaron el reclutamiento, a pesar de ello, los EEUU tuvieron más de 25.000 perros de guerra en operaciones, divididos por especialidades, en secciones de 28 perros cada uno. Francia estuvo muy activa al principio de la Guerra, pero al ser invadida por Alemania su actividad se neutralizó, solo Inglaterra ignoró seriamente a los perros de guerra, hasta después de dos años, que comenzó con los Centros de Reclutamiento.”


Tocagni señaló que “Todos los países trabajaron, con organizaciones muy similares, a continuación se mencionan las especialidades más importantes, que se usaron en esta Guerra:

Perros Aerotransportados. 

Actuaron con misiones especiales, sobre todo en misiones comandos, detrás de las líneas enemigas. El perro fuera de la misión particular que llevaba, debía ayudar a los comandos a regresar al propio territorio, y en sus desplazamientos, debía detectar y eludir encuentros con tropas enemigas. Los perros aerotransportados, acompañaban, a las tropas que eran lanzadas en paracaídas, para establecer cabeceras de playa, como en el caso de Normandía.




Perros Sanitarios. 

Se los usaba para localizar heridos, trabajaban realizando un rastreo zigzagueando en una zona de 100 metros cuadrados, siempre teniendo como centro el avance de su guía. Una vez localizado, regresaban a su conductor, y se sentaban a su lado, indicándole que la misión había sido cumplida. El Guía, le colocaba una correa larga y le ordenaba nuevamente buscarlo, de esta manera el perro llegaba junto al herido. Hay que destacar que estas búsquedas, no solo se hacían en un alto del combate, sino también bajo el fuego enemigo, cuando la Superioridad así lo exigía por planificaciones estratégicas, de toma de posición con avances rápidos.


Perros estafetas 

Se los utilizó, principalmente en la zona del Pacífico, en que los grandes calores, y las intensas lluvias, incidían en forma negativa, sobre las radios. El perro estafeta, actuaba con dos guías, uno se hallaba en el puesto de mando, a fin de recibir al perro con los mensajes que los portaba en un dispositivo especial que tenía en su collar, mientras el segundo guía se hallaba en las cercanías del objetivo. Este tipo de accionar, también se utilizó para la artillería y las armas pesadas de infantería. Un guía se hallaba en las baterías recibiendo los mensajes con la dirección y coordenadas del blanco, mientras el otro guía, se hallaba junto al observador adelantado de la artillería, dando la posición de los objetivos enemigos.


Perros de comunicaciones. 

Estos estaban incorporados, al Batallón de Comunicaciones, como una sección especializada, tenían como misión, realizar los tendidos telefónicos, entre los puestos de mando y las distintas unidades, que en muchos casos estaban combatiendo. Por esa razón, su desempeño era muy sacrificado y reconocidos por la tropa que operaba junto a ellos.


Perros de trineo.

Muy usados, por los alemanes en su invasión a Noruega, y sus operaciones en Groenlandia y en zonas del Ártico. Estos perros cumplían doble función, la de perro trineo para el traslado de personas y abastecimiento, y la de guardia que lo desempeñaban en las emisoras meteorológicas, que estaban situadas en las Islas Sabin en Groenlandia. Al final de la Guerra, cuando los alemanes se repliegan de Noruega, los perros son llevados a territorio alemán y cumplen funciones similares a las anteriores en una Base Secreta de la Marina Alemana en los Montes Gigantes en Sajona, llamadas Goldhöhe, donde se impartía instrucciones para el cuidado de las emisoras meteorológicas.


Perros detectores de minas.

Estas secciones, fueron sorprendentes por los logros obtenidos, todos los beligerantes que no las tenían, rápidamente procedieron a organizarlas. Los perros de guerra detectores de minas, formaban secciones dependientes de los Batallones del Arma de Ingenieros. Actuaban con un pelotón, que marchaba en fila india, teniendo a la vanguardia al perro activo que estaba al frente, y a la retaguardia a dos perros de guerra de la especialidad, como remplazo. Cuando el perro que iba a la cabeza  de la fila, detectaba una mina, se echaba de inmediato al suelo, se quedaba quieto a la espera de su guía, que en pocos segundos estaba a su lado con el propósito de marcar el sitio donde estaba enterrada las mina, realizado esto, levantaba a su perro lo premiaba y lo llevaba a la retaguardia de la formación. Una vez retirado el perro venía los soldados del arma de ingeniero, expertos en explosivos, para desactivarla. Cumplida la misión, uno de los perros de guerra que estaba en descanso, pasaba a cubrir la vanguardia de la formación, hecho esto, se ponía en movimiento. Ningún perro de esta especialidad, trabajaba más de 20 minutos por turno, y en su trabajo eran capaces de descubrir minas enterradas hasta 25 centímetros de profundidad, con más de 20 días de haber sido enterradas. Cuando aparecieron las minas sin parte metálicas, que eludían los detectores mecánicos, los perros de guerra, también las localizaron. La forma como eran adiestrados les dio una idea a los rusos, lo perros de esta especialidad, aprendían buscando un premio que eran varios pedazos de carne, que estaban en la base de las minas enterradas, con ello se le creó un “acondicionamiento”, los soviéticos buscaron la misma motivación con perros que iban a buscar su alimento debajo de un tanque, llevando a su espalda una carga explosiva que detonaba, cuando el perro lograba estar debajo de él. Esta acción se llevó a cabo, en la Batalla de Moscú, en noviembre de l941, contra la Agrupación Panzer II, comandada por el General Guderian, con Perros de Guardia. Estos perros de guerra se desempeñaban en lugares ” top secret” y en áreas restringidas, como también en aeropuertos, instalaciones de las tres armas, en campo de prisioneros, y en unidades militares como “rondines”. El plantel del “rondín”, estaba compuesto por el Guía con su perro de guerra, y dos auxiliares fuertemente armados, de auxiliares. Eran cuatro los perros de guardia, y se alternaban, para la recorrida, al otro día, tenían franco, ocupando su puesto otros cuatro perros.
Para esta especialidad, se le exigía, mucho carácter, y que estuviera bien disciplinado. Estaban entrenados para atacar un intruso, pero no morderlo sino disuadirlo, si este se quedaba quieto; solo atacaba ferozmente si el entremetido se daba a la fuga o hacía gestos hostiles a la patrulla. El perro de guerra, en misiones de rondín, podía detectar, una anormalidad, a 50 metros de distancia, a la patrulla. Formación de Centros (Bibliografía extraída del Ejército K9 de los EEUU). Los centros eran: de Reclutamiento, de
Adiestramiento, y de Especialidades.


Centro de Reclutamiento.

El primer día que EEUU, declaró la guerra hubo un ofrecimiento masivo de perros, por parte de la población estadounidense, en un gesto patriótico, que la propaganda hacía aparecer como si fueran 10.000 los aspirantes, a perros de guerra. No se sabe cuántos fueron, pero sí tenemos, la seguridad, que fueron varios miles. En ese momento el Ejército Norteamericano tenía, un Centro Experimental con solo 40 perros aptos para el Servicio Militar. Ante la presentación de voluntarios, se realizó una inspección inicial, muy rápida con el fin de eliminar, a simple vista, aquellos que no reunían las condiciones deseadas El resto, pasó al Centro de Reclutamiento, donde primeros fueron revisados, por personal Veterinario del Ejército, que en esas circunstancias, eliminaron a aquellos perros que por su problema físico, no eran aptos, para el Servicio. Los que fueron aprobados, se les abrió un expediente veterinario, y se los vacunó contra el moquillo, y enviados a un Centro de Adiestramiento. 



Centro de Adiestramiento. 

En este lugar, a los perros que aprobaron la revisión veterinaria, se les hizo “la prueba del tiro”, y aquellos que no la pasaban o que dudaban al efectuarse la misma, fueron dados de baja,haciéndoles llegar a los donantes, el agradecimiento del Ejército de los EEUU.
Los que superaron, las pruebas con éxito, fueron dados de alta, e ingresaron al “servicio activo”, iniciando un curso rápido de adiestramiento básico, como junto, sentado y echado. Durante el transcurso del mismo, especialistas en comportamiento animal, estudiaban las aptitudes de cada perro, para ser enviado, según los resultados, al Centro de Especialidades, donde recibiría solo una especialidad, a fin de evitar errores, y no poner en peligro los resultados de la misión que se le encomendara. 


Centro de Especialidades.

En este Centro, se le daba la especialidad, los cursos, se realizaban en tiempos distintos, pero iban desde dos meses hasta cinco meses. Transcurrido el tiempo de aprendizaje, pasaban a las distintas armas, formando parte de una Sección Perros de Guerra. El tiempo de actividad de un perro reclutado era de cuatro años, luego de este lapso se lo daba de baja”.





Artículo publicado en Guía Canino el 31/10/2013