miércoles, 14 de octubre de 2015

PEDIGRIS; LA HOJA DE RUTA DEL CRIADOR (SPANISH & ENGLISH)



Los pedigrís son hoja de ruta del criador. Nos dicen dónde hemos estado, y pueden ayudarnos como guía en el futuro.
¿Qué tipo de viajero eres?¿el tipo de aventurero que viaja sin mapa y explora caminos desconocidos?, o ¿el planificador que prepara cuidadosamente un viaje con un destino muy específico? O estás tan confiado y dependiente del GPS que no puedes apreciar el paisaje o los hitos del camino? ¿Eres un entusiasta de destinos nuevos y desafiantes, o eres el tipo de persona que le resulta más cómodo ir al mismo lugar de vacaciones año tras año?
Viajes y genealogías tienen mucho en común. Con los viajes, los mapas pueden mostrarnos la ruta más directa o llevarnos por un apartado camino hasta un remoto paraje, e incluso nos pueden mostrar la topografía de un área.
Los pedigrís son la hoja de ruta del criador. Nos dicen dónde hemos estado, y nos pueden ayudar a guiarnos en el futuro. Sin embargo, un pedigrí sólo, es tan bueno como la información que existe detrás de sus nombres. Si no conocemos a los individuos, si nunca hemos visto a los perros, si no tenemos la imagen de la ruta hasta que se llego a este destino, entonces es como conducir por la noche con las luces apagadas. Estamos arrastrándonos  en la oscuridad.
Incluso cuando pensamos que conocemos el terreno muy bien, puede haber sorpresas. ¿Por qué no estudiar el mapa lo mejor que se pueda?



A los principiantes, el viaje les resulta más difícil, cuando no están familiarizados con algunos o la mayoría de los perros. Todavía tengo el pedigrí de mi primer perro de exposición. Yo no conocía a ninguno de los perros de primera mano, pero como una gran aficionada al collie que era, estaba muy familiarizada con las hermosas fotografías de la Tokalon Collies, que me dieron una imagen mental de la apariencia general de la raza. Al igual que los nombres en el mapa, sin embargo, si nunca has visitado la ciudad, no tienes ni idea de cómo es ese lugar es en realidad.
No importa que nuestros perros sean para compañía, trabajo, exposición, o cría; esa hoja de papel es la suma que hace posible esa pequeña y preciosa bola de pelo. Hay sangre, sudor y lágrimas detrás de esos nombres, y cuatro generaciones de salud, temperamento, e historia enunciados en filas perfectamente mecanografiados. Criar o comprar es a menudo una cuestión de confianza, pero la información está ahí, y la primera pista de esa historia es un nombre. 



Hace años investigué el pedigrí mi perra fundacional tan atrás como fue posible. Escribí su nombre de registro en la mitad de la primera página, y según el rollo de papel se iba desplegando lentamente, se trazaba su árbol genealógico hasta el comienzo de los collies estadounidenses. Busqué fotografías de la mayor cantidad de perros de esa larga hoja de papel que pude encontrar, a menudo refiriéndose a la CCA Biblioteca de Campeones. Incluso si las fotografías eran malas (y muchas lo eran), gané en perspicacia. Poco a poco, fotos y artículos me ayudaron a conocer quién estaba relacionado con quién, y algunos de los misterios de las decisiones de cría se dieron a conocer. ¡Era como la exploración del mapa del tesoro!



Obviamente, este pequeño ejercicio no revela muchas de las cosas que me gustaría saber acerca de la salud, el temperamento y conformación. Lo que también me emociona cuando miro esos nombres es la historia, los detalles que forman esa gran obra, que es la personalidad del individuo, las luchas para superar los contratiempos, las alegrías de los logros. A veces puedes conseguir los detalles alrededor de una cena informal o visitando a alguien que recuerde y esté dispuesto a compartir la historia. Es entretenido, pero también nos informa. Ahora el mapa tiene significado. 

Marianne Sullivan, Collie Club of America



PEDIGREES: THE BREEDER’S ROADMAP
Marianne Sullivan, AMERICAN KENNEL CLUB
March 23, 2015
Pedigrees are the breeder’s roadmap. They tell us where we’ve been, and they can help guide us in the future.
What kind of traveler are you—the adventurous type who takes off without a map and explores unknown byways, or the planner who carefully maps a journey with a very specific destination? Or are you so trustful and dependent of GPS that you fail to notice the landscape or landmarks along the way? Are you an embracer of new and challenging destinations, or are you the type who is comfortable going to the same vacation spot year after year?
Travel and pedigrees have a lot in common. With travel, maps can show us the most direct route or take us on a scenic byway, and they can even show us the topography of an area.
Pedigrees are the breeder’s roadmap. They tell us where we’ve been, and they can help guide us in the future. However, a pedigree is only as good as the information behind the name. If we don’t know the individuals, if we’ve never seen the dogs, if we have no picture of the journey it took to arrive at that destination, then it is like driving at night with the headlights off. We are creeping along in the dark.
Even when we think we know the terrain very well, there can be surprises. So why not study the map as best we can?
Beginners in the journey find it more difficult when some or all the dogs are unfamiliar. I still have the pedigree of my first show dog. I knew none of the dogs firsthand, but as a Collie fancier I was very familiar with the beautiful photographs of the Tokalon Collies, which gave me a mental image of the overall look of the family. Like names on a map, however, without ever visiting the town, you have no idea what that place is really like.
Whether our dogs are for companion, performance, show, or breeding, that sheet of paper is the sum total of a cute little bundle of fur. There’s blood, sweat, and tears behind those names, and four generations of health, temperament, and conformation history spelled out in neatly typed rows. Breeding or buying is often a matter of trust, but the information is there, and the first clue to the story is a name. 
Years ago I researched my foundation bitch’s pedigree as far back as possible. I printed her registered name in the middle of the first page, and as the roll of shelf paper slowly unfurled, I traced her family tree to the very beginning of American Collies. I searched for photographs of as many of the dogs on that long sheet of paper as I could find, often referring to the CCA Library of Champions. Even if the photographs were poor (and many are), I gained insight. Gradually pictures and articles disclosed who was related to whom, and some of the mysteries of breeding decisions were unveiled. It was like exploring a treasure map!

Obviously, this little exercise doesn’t reveal many of the things I still want to know about health, temperament, and conformation. What I also long for when I look at those names is the story, the details that form the big picture—the individual’s personality, the struggles to overcome setbacks, the joys of accomplishments. Sometimes you can get those in the casual surrounding of a dinner or visit with someone who remembers and is willing to share the history. It’s entertaining, but it also informs us. Now the map means something. —
Marianne Sullivan, Collie Club of America