¿Cuál es el origen de la expresión ‘Lo conocen hasta los perros’?
Esta frase tiene su origen en la figura histórica de Don Francisco de Chinchilla, regidor de la alcaldía de Madrid a fines del siglo XVIII.
Este señor acostumbraba a presentarse en los mercados acompañado de sus alguaciles y guardias al menor indicio de disputa o riña, logrando con su sola presencia calmar los ánimos de los presuntos contendientes, de manera que la paz volvía a reinar en el lugar.
También se cuenta del regidor Chinchilla que, en cierta oportunidad, con el propósito de mejorar las condiciones de salud de los madrileños, dictó una ordenanza que autorizaba a los alguaciles a matar a pedradas a todos los perros abandonados y vagabundos.
La orden fue cumplida al pie de la letra y muy pronto se pudo ver por las calles Madrid un gran número de lapidaciones de perros vagabundos.
Llegó a tal extremo la cuestión, que la gente comenzó a decir que los animales realmente conocían a su verdugo, ya que con la sola presencia del regidor Chinchilla, los canes comenzaban a aullar y salían corriendo.
Con el tiempo, la expresión “lo conocen hasta los perros” se aplicó para dar a entender que alguien es muy conocido y popular.
Esta frase tiene su origen en la figura histórica de Don Francisco de Chinchilla, regidor de la alcaldía de Madrid a fines del siglo XVIII.
Este señor acostumbraba a presentarse en los mercados acompañado de sus alguaciles y guardias al menor indicio de disputa o riña, logrando con su sola presencia calmar los ánimos de los presuntos contendientes, de manera que la paz volvía a reinar en el lugar.
También se cuenta del regidor Chinchilla que, en cierta oportunidad, con el propósito de mejorar las condiciones de salud de los madrileños, dictó una ordenanza que autorizaba a los alguaciles a matar a pedradas a todos los perros abandonados y vagabundos.
La orden fue cumplida al pie de la letra y muy pronto se pudo ver por las calles Madrid un gran número de lapidaciones de perros vagabundos.
Llegó a tal extremo la cuestión, que la gente comenzó a decir que los animales realmente conocían a su verdugo, ya que con la sola presencia del regidor Chinchilla, los canes comenzaban a aullar y salían corriendo.
Con el tiempo, la expresión “lo conocen hasta los perros” se aplicó para dar a entender que alguien es muy conocido y popular.
¿Cuál es el origen del dicho ‘Atar los perros con longaniza’?
Este dicho se originó a principios del siglo XIX, en el pueblo salmantino de Candelario, cuando en la fábrica de embutidos de Constantino Rico, conocido como “El Tío Rico”, (heredero de aquel Juan Rico que fuera inmortalizado por Ramón Bayeu) una de las muchas obreras que allí trabajaban, ya cansada de las molestias e incordios que estaba ocasionando un perro(*), decidió atarlo a la pata de un banco con una ristra de longanizas.
Viéndolo de esa guisa un chiquillo que entró en la casa, le faltó tiempo para dar la noticia a los cuatro vientos de lo que sucedía en la casa del tío Rico, diciendo:
“En casa del tío Rico atan los perros con longaniza”
Dicha frase se generalizó y así fue creciendo la fama de hacendado que ya tenía el “Tío Rico”.
(*)Todas las fuentes consultadas vienen a coincidir en los personajes y lugar de los hechos, aunque en alguna nos encontramos con que el perro en cuestión era propiedad de la obrera y se trataba de un perrito faldero al que había tenido que llevar al lugar de trabajo su propietaria apremiada por las circunstancias.
¿Cuál es el origen de la expresión ‘hace un día de perros’?
Es curioso ver el proceso y variación que ha sufrido esta expresión a lo largo de los siglos, ya que para encontrar su origen hemos de trasladarnos muchísimos siglos atrás; a la época en el que los calendarios eran astronómicos y los pueblos se guiaban a través de la posición de las estrellas y constelaciones.
Dichas estrellas/constelaciones eran habitualmente bautizadas con nombres de aquello a lo que se asemejaban (objetos, animales…), dioses de las diferentes mitologías, etc…
El origen e incluso significado original de la expresión ‘hace un día de perros’ también procede de la astrología y hace referencia a ‘Sirio’ la estrella que más brilla y que se encuentra en la constelación del Canis Maior (Can Mayor, la estrella del perro).
Desde la antigüedad se tenía el convencimiento de la estrecha relación que existía entre Sirio con los días de calor más intenso durante el estío.
Ese periodo de calor sofocante es conocido por el nombre de ‘canícula’ (de can, perro) por lo que en el lenguaje popular comenzó a referirse a esas jornadas tan calurosas como ‘días del perro’ y de ahí derivó a expresiones tan utilizadas como ‘hace un día de perros’, ‘hacer un tiempo de perros’ e incluso ‘haber tenido un día de perros’ o ‘tener un día de perros’.
El término evolucionó con los años y de un tiempo caluroso pasó a significar/referirse a cualquier día en el que hace mal tiempo (sobre todo de tormentas) e incluso al hecho de haber tenido un mal día por cualquier motivo sin que éste tenga relación alguna con la meteorología.
Publicado por Alfred Lopez en 20minutos