jueves, 5 de mayo de 2016

BARRIGA LLENA, CORAZÓN ENFERMO



La obesidad aqueja a muchos perros en la edad adulta. ¿Qué hacer para prevenirla y controlarla?

Para algunas personas puede resultar tierno y hasta divertido ver a un perro pasado de kilos. Sin embargo, el sobrepeso es una delicada condición que cada vez se presenta con más frecuencia en los caninos y que trae consigo muchas complicaciones para la salud.

La obesidad puede obedecer a muchos factores: el metabolismo del perro, la alimentación y hasta la raza. Sin embargo, existe uno en especial que los predispone a esta anomalía: la edad. Así lo explica Clemencia Vega, médica veterinaria de Petcol, quien asegura que en los perros que superan los 7 años, la probabilidad de desarrollar sobrepeso es del 60 por ciento.


Al volverse mayores, dice Vega, los canes empiezan a ser más inactivos y sedentarios, por lo que la comida que consumen no se procesa de la manera ideal, lo que los engorda más. “Una de las principales consecuencias de la obesidad es la pérdida de la movilidad; les duele levantarse y caminar. También es posible que se originen problemas respiratorios e infartos, así como enfermedades cardiovasculares. Las vértebras, los codos y las rodillas se pueden degenerar por el peso”, explica el médico veterinario Óscar Benavides.


Los expertos aconsejan prestar especial atención a aspectos relacionados con la alimentación y la actividad física de las mascotas. Según Benavides, es indispensable alimentar a los perros con el concentrado específico para su edad y condición.


Ten en cuenta que su organismo no está acostumbrado a la comida normal. En el caso de los perros mayores de 7 años, existen alimentos especiales que les aportan una mayor cantidad de fibra que mejora considerablemente su digestión. De igual forma, debido a que van perdiendo los dientes, se pueden suministrar alimentos más blandos, mojados o triturados para facilitar la digestión. También se recomienda una dieta que no tenga una carga muy alta de proteínas y grasas.


Es importante establecer una rutina de actividad física. Se debe tener mayor cuidado con los perros que viven en apartamentos; el sedentarismo los hace propensos a la acumulación de nutrientes. Expertos recomiendan actividades de recreación y ejercicio de dos horas diarias para perros jóvenes. En los mayores solo se aconsejan caminatas cortas de quince minutos al día, que terminan siendo de gran ayuda tanto para la mascota como para el dueño.



Ten en cuenta:

Existen ciertas razas de perros que por su génetica son más propensas a subir de peso, por ejemplo: golden retriever, beagle, collie y boyero de Berna, entre otras. También tienden a envejecer más rápido de acuerdo con su tipo. Los perros de tamaño grande se consideran mayores desde los 8 años, y si son pequeños, desde los 10 o 12.


Procedimientos médicos como la castración predisponen hasta en un 80 por ciento al aumento de peso en los perros. Se recomienda hacer un seguimiento nutricional con su médico veterinario cuando se vaya a realizar esta operación.





Publicado en Orbicanes