lunes, 6 de junio de 2016

RAZONES PARA NO CASTIGAR A MI PERRO CUANDO LADRA




Los perros no son figuras inanimadas, aunque muchas personas puedan creerlo. Sueltan pelo, huelen, juegan, corren, olfatean las heces de otros (incluso se las comen) y sí, por desgracia para algunos, ladran.

Que alguien me explique por qué el ser humano es tan egoísta. Primero domesticamos al perro, convirtiéndolo a nuestro antojo desde otra especie. Lo seleccionamos para distintos trabajos, incluidos aquellos en los que ladrar es uno de los fines perseguidos. Lo metemos en pisos, casas, fincas, apartamentos, con el fin de obtener su compañía, pero dejándolos solos durante horas.

Y por último, como nos molesta que haga ciertas cosas, como ladrar, nos inventamos artilugios tan crueles como collares antiladrido y de descargas, o intervenciones quirúrgicas como la sección de las cuerdas vocales o cordectomía.
  
De verdad, que alguien me lo explique si puede. Así es el hombre, esa especie que por lo visto domina el mundo.

Y como siempre, todo el mundo quiere una solución rápida para los problemas de su perro. Y en etología clínica eso no existe, estamos hartas de decirlo. El castigo no lleva a nada bueno, ni para el animal, ni para nadie.


¿Qué tal si respetamos lo que hemos creado? ¿Qué tal si miramos por el bienestar del animal?


Para que lo pienses detenidamente la próxima vez antes de castigar a tu perro cuando ladra, y como se llevan mucho las listas, te vamos a dar una hecha con razones por las que lo hace.

No, no te vamos a dar las soluciones, lo siento, lo que te damos es algo para pensar. Para solucionar problemas tendrás que acudir a un veterinario especialista en medicina del comportamiento. Sí, tendrás que gastarte el dinero, porque desde el momento en que adquiriste a tu perro, adquiriste también una responsabilidad con la tenencia responsable y el bienestar animal.


13 razones por las que mi perro ladra y no debo castigarlo 

  • El perro ladra para comunicarse. Sí, increíblemente es la forma que tienen de vocalizar. No es la más importante en la comunicación entre ellos, pero sí la más seleccionada por el humano durante miles de años de domesticación. Irónico ¿no?
  • Ladrar por miedo también es muy frecuente, acompañado por otros signos corporales. Un perro con miedo nunca debe tratarse con castigo.
  • Para jugar. Dentro del display de la conducta de juego se encuentran el ladrido y el gruñido. Es normal, así que no debes inhibirlo.
  • En la caza. Sabemos que los perros han sido seleccionados para distintas labores y una de ellas es la cacería. Algunas razas ladran más debido a que con ello pueden avisar a los otros
    perros o al cazador. Y eso viene con los genes.

  • Perros de guarda. Muchas de las quejas sobre el ladrido vienen dadas por propietarios que han adquirido un perro de guarda y les molesta que ladren por la noche. El perro solo está ejerciendo la función para la que ha sido seleccionado.
  • Problemas relacionados con la separación del propietario. Como ya hemos recalcado, los perros son animales sociales. No quieren estar solos en una terraza, un jardín o una finca, ni tampoco atados a una cadena la mayor parte del tiempo, ni en casa mientras su dueño se va a trabajar. El ladrido que emiten en estos momentos puede llegar a la desolación, pasando por estrés, ansiedad, frustración o aburrimiento.
  • Alarma. Cualquier estímulo externo conocido o desconocido puede hacer que un perro ladre momentáneamente. Simplemente está avisando.
  • Reforzado por el propietario. Aquí viene uno de los más importantes y que puede ir unido a cualquiera de los demás motivos. Si cuando tu perro ladra le prestas atención, estarás reforzando ese ladrido, que tenderá a repetirse.



  • Demanda de atención. El ladrido de “hazme caso”, “tírame la pelota”, “sácame de aquí”, “vamos sigue, no te pares”. Normalmente es reforzado, por eso se repite.
  • Territorial. Cualquier perro puede defender su territorio o sus pertenencias, sea miedoso o seguro.
  • Frustración. Los perros también se frustran cuando no entienden algo o no pueden alcanzar lo que quieren. Al igual que los bebés lloran y berrean, los perros ladran.
  • Dolor. Aunque te parezca mentira, el dolor también puede manifestarse con el ladrido. El dolor es un problema muy poco considerado en ocasiones en medicina veterinaria.
  • Conducta repetitiva. A veces el ladrido se convierte en la única salida al estrés y a la desesperación. Es lo que ocurre frecuentemente en los peros que están en refugios. Ladran de manera repetitiva y monótona, como si de esa manera pudieran deshacerse de la ansiedad que les causa el confinamiento.





Publicado por Rosana Álvarez Bueno en Etolia