¿Qué ocurre en la naturaleza cuando desaparecen los humanos? Se puede
encontrar una pista en la vasta zona contaminada de Bielorrusia y
Ucrania, treinta años después del accidente nuclear de Chernóbil, donde
las poblaciones de lobos, alces y otra fauna florecen.
El 26 de
abril de 1986, una prueba nuclear fallida en una planta de Ucrania,
entonces miembro de la Unión Soviética, lanzó nubes ardientes de
material radiactivo a lo largo de una gran franja de territorio europeo.
Más de 100.000 personas tuvieron que abandonar la zona para siempre,
dejando a las especies autóctonas como los únicos habitantes de la zona
de exclusión de, aproximadamente, el tamaño de Luxemburgo.
Un pigargo europeo aterriza sobre el esqueleto de un lobo en la zona de
exclusión (o alienación) de 30 kilómetros alrededor del reactor nuclear
de Chernóbil, en el pueblo abandonado de Dronki (Bielorrusia) el 15 de
febrero de 2016.
Una señal de radiación en un campo cerca de la zona de alienación.
Varios bisontes se agolpan en la manada cerca de Dronki el 28 de enero de 2016.
Un pájaro carpintero se asoma por un hueco en un árbol.
Una cigüeña negra sobrevuela la zona de exclusión en los alrededores de Dronki el 2 de abril de 2016.
Un escribano cerillo se apoya en los restos de una vivienda de Orevichi el 12 de marzo de 2016.
Un pigargo europeo se posa sobre el tejado de una escuela abandonada de Tulgovichi (Bielorrusia) el 29 de enero de 2016.
Un monumento conmemorativo de la Segunda Guerra Mundial aún pemanece cerca del pueblo abandonado de Babchin (Bielorrusia).
Dos alces miran a cámara cerca de Dronki el 28 de enero de 2016.
Un águila real ronda los restos de un alce cerca de Babchin el 16 de marzo de 2016.
Una nutria nada en un río dentro de la zona de exclusión, en el pueblo
abandonado de Pogonnoe (Bielorrusia) el 13 de marzo de 2016.
Un zorro atraviesa la zona de alienación.
Un lobo se asoma a cámara el 2 de marzo de 2016 en el pueblo abandonado de Orevichi (Bielorrusia).
Publicado en El Huffington Post