Sabías el origen de "El perro de San Roque"
El 16 de agosto se conmemora a San Roque, Montpellier (1295-1327). Fue un noble francés que con 20 años decidió dar sus bienes a los pobres y peregrinar a Italia. Alli, se dedicó a cuidar de enfermos de peste hasta que él mismo se contagió.
Así, se retiró voluntariamente a los bosque para no contagiar su enfermedad y murió en soledad en 1327.
Hay varias versiones de la leyenda pero cuenta la leyenda (resumiéndola un poco) que había un perro le cuidaba y que cada día llevaba a San Roque un pan para que comiera. Por esa razón, en las imágenes de San Roque, siempre aparece acompañado de un perro que le asistió hasta su muerte.
También por eso, en algunos sitios, se celebra este día como el día de los perros.
Con San Roque también se ha hecho un trabalenguas: “El perro de San Roque no tiene rabo porque Ramón Ramírez se lo ha cortado”
¿Cuál es el origen de la frase “Son los mismos perros con distintos collares”?
Cada vez que hay unas elecciones, en las que cambian los políticos que gobiernan, se escucha entre la población una expresión para referirse a estos:
“Son los mismos perros con distintos collares”
El origen de dicha frase, algunas fuentes se la atribuyen directamente al rey Fernando VII y otras indican que, aunque se dijo y popularizó bajo su reinado, no fue dicha por el monarca sino por los cortesanos de la época.
La primera versión del origen de la expresión, y que le otorga directamente a Fernando VII la autoría de la misma, es la siguiente:
Se constituyó en Madrid una milicia popular afecta a la causa revolucionaria. Tres años más tarde, con la vuelta del absolutismo, la milicia fue disuelta y se constituyó otra afecta al nuevo régimen.
Poco después, el rey pasó revista al nuevo cuerpo y descubrió en él muchas caras que le eran familiares de la milicia liberal. Entonces, el monarca comentó de manera irónica:
–“A lo que veo son los mismos perros con distintos collares”.
Esta frase quedó para la posteridad para mostrar el desencanto que produce la aparente renovación de una situación cuando en realidad se mantienen los mismos defectos y vicios que se pretendían desenterrar.
Otra versión del origen de la expresión la encontramos en los Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdós y concretamente en ‘El Grande Oriente’ (1876) de la segunda serie, en el que la atribuye a un cambio de ministros que realizó Fernando VII y esa fue la frase que se dijo por parte de los cortesanos:
(…) Era natural que el nuevo Gabinete no gustase a nadie. Los tibios le tenían por exaltado, y los exaltados por tibio. Procedente, como el anterior, de la mayoría, el Gabinete Valdemoro-Feliú, representaba las mismas ideas, la propia indecisión, idéntica dependencia de manejos secretos; representaba también la debilidad frente a los alborotadores, las pedradas al coche del Rey, la tolerancia de las grandes conspiraciones y la persecución sañuda de las pequeñas. De entonces data, si no estamos equivocados, la célebre frase de los mismos perros con distintos collares. (…)
(…) Era natural que el nuevo Gabinete no gustase a nadie. Los tibios le tenían por exaltado, y los exaltados por tibio. Procedente, como el anterior, de la mayoría, el Gabinete Valdemoro-Feliú, representaba las mismas ideas, la propia indecisión, idéntica dependencia de manejos secretos; representaba también la debilidad frente a los alborotadores, las pedradas al coche del Rey, la tolerancia de las grandes conspiraciones y la persecución sañuda de las pequeñas. De entonces data, si no estamos equivocados, la célebre frase de los mismos perros con distintos collares. (…)
¿Sabías el origen de la expresión ‘Ladran, Sancho, señal que cabalgamos’?
La famosa expresión ‘Ladran, Sancho, señal que cabalgamos’ es ampliamente utilizada para señalar que algo o alguien avanza a pesar de las críticas, los impedimentos y los problemas que se le pueden ir presentando.
Durante muchísimo tiempo se tuvo la certeza de que dicha expresión había sido extraída de la obra Don Quijote de la Mancha, pero en ninguna de sus dos partes aparece referencia alguna. ni tan siquiera algo que pueda asemejarse.
Todo parece suponer que fue el hecho de que esté incorporado el nombre de Sancho (fiel escudero del Hidalgo don Quijote) lo que hizo pensar que la frase pertenecía a la obra de Cervantes escrita a principios del siglo XVII.
La mayoría de expertos señalan que la primera constancia escrita de una expresión similar, y que podría haber dado origen a esta, fue obra del poeta alemán Johann Wolfgang von Goethe, quien en 1808 publicó el poema titulado ‘Ladran’ (Kläffer), el cual decía:
En busca de fortuna y de placeres
Más siempre atrás nos ladran,
Ladran con fuerza…
Quisieran los perros del potrero
Por siempre acompañarnos
Pero sus estridentes ladridos
Sólo son señal de que cabalgamos
Todo parece ser que fue de este poema de dónde sacó (casi un siglo después) Rubén Darío la inspiración para acuñar una expresión que solía decir cuando era criticado debido al mestizaje de su origen. Dicha expresión ya traía incorporado el nombre de Sancho, pero lo que no se sabe es porqué el poeta nicaragüense se la añadió: ‘Si los perros ladran, Sancho, es señal que cabalgamos’, cabe destacar que hubo incluso quien quiso atribuírsela a Miguel de Unamuno. Más siempre atrás nos ladran,
Ladran con fuerza…
Quisieran los perros del potrero
Por siempre acompañarnos
Pero sus estridentes ladridos
Sólo son señal de que cabalgamos
También se puede encontrar esta expresión proverbial en la forma de ‘Ladran, señal que cabalgamos’ o ‘Ladran, luego cabalgamos‘.
Alguna fuente indica que hay una un proverbio turco, más antiguo que el poema de Goethe (aunque no se indica de cuándo es) y que dice ‘Los perros ladran, pero la caravana avanza’