El Pastor garafiano es una raza canina autóctona originaria de la La Palma, Islas Canarias. El nombre lo recibe del norte de la isla, concretamente del municipio de Garafía,
por ser el lugar en donde la raza era más común, pese a que se
encuentran ejemplares por toda la isla. La raza fue reconocida
oficialmente por la Real Sociedad Canina de España en 2003.
Historia
Desde sus orígenes ha estado ligado al pastoreo, actividad para la
que muestra especial aptitud, aunque en la actualidad ha cobrado gran
importancia como animal de compañía.
Durante cierto tiempo, esta raza estuvo al borde de su desaparición
debido al mestizaje con otras razas de perro. Los sucesivos cruces,
especialmente a partir de los años 1960 con otras razas de perros
pastores, evidenciaban la necesidad de trabajar por su recuperación y
selección a partir de los pocos ejemplares puros de la raza que
conservaban los pastores de la isla. Para evitar esta desaparición se
creó el grupo de trabajo para la recuperación del pastor garafiano, que pasaría a convertirse en la asociación española del perro pastor garafiano.
Entre los objetivos de la asociación se encuentra la elaboración de
censos, la creación de núcleos de reproducción, la participación en
muestras y ferias caninas, etc.
La raza ha sido presentada en las muestras de razas autóctonas que se
han celebrado en Canarias, así como en las exposiciones internacionales
celebradas en Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria. El departamento de etnología de la facultad de veterinaria de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria ha llevado a cabo varios estudios sobre la raza, que fueron presentados en el Simpósium de razas autóctonas celebrado en Córdoba en marzo de 1992.
El futuro de la raza parece halagüeño debido al creciente interés por
estos animales, no sólo por parte de los pastores sino también de
personas que buscan un animal de compañía.
Antecedentes
ORÍGENES RACIALES
Su origen probablemente se remonte a la época prehispánica, con una anterior proce dencia del continente africano. Lo que parece indudable es que posteriormente sufrió una masiva influencia de sangre de perros de pas tor europeos que han contribuido a la confor mación actual de la raza. Es característica pe culiar de la raza, en relación al resto del contingente canino insular, su pelo abundante y semilargo. La pervivencia de este tipo de manto, carácter heredado de los perros del continente europeo y relativamente común en los perros de pastoreo, es atribuible al hábitat en que se desenvuelve la raza, la comarca de Garafía, de clima relativamente húmedo, y así podemos observar que la cabra de tipo palme ro, con la que el Garafiano comparte el hábi tat, se viste también de abundante y ondulado pelo. El nombre de Garafiano proviene por tanto de la región de Garafía, donde se ha conservado en su estado más genuino debido a que es una zona eminentemente ganadera, que se ha conservado hasta la primera mitad de este siglo incomunicada por carretera, sien do sólo accesible mediante senderos que atra vesaban sus cumbres. En este medio fragoso, entre quebradas, breñas y barrancos, zona habitual del pastoreo caprino, con un clima du ro, calurosos estíos y frío y lluvias invernales, el Pastor Garafiano se ha adaptado a la per fección convirtiéndose en el auxiliar indispen sable del cabrero palmero. Actualmente el Garafiano cuenta con un proyecto de Patrón Racial elaborado por el Grupo de Trabajo para la Recuperación del Perro Pastor Garafiano y que sirve de guía y base para la selección de la raza.
Su origen probablemente se remonte a la época prehispánica, con una anterior proce dencia del continente africano. Lo que parece indudable es que posteriormente sufrió una masiva influencia de sangre de perros de pas tor europeos que han contribuido a la confor mación actual de la raza. Es característica pe culiar de la raza, en relación al resto del contingente canino insular, su pelo abundante y semilargo. La pervivencia de este tipo de manto, carácter heredado de los perros del continente europeo y relativamente común en los perros de pastoreo, es atribuible al hábitat en que se desenvuelve la raza, la comarca de Garafía, de clima relativamente húmedo, y así podemos observar que la cabra de tipo palme ro, con la que el Garafiano comparte el hábi tat, se viste también de abundante y ondulado pelo. El nombre de Garafiano proviene por tanto de la región de Garafía, donde se ha conservado en su estado más genuino debido a que es una zona eminentemente ganadera, que se ha conservado hasta la primera mitad de este siglo incomunicada por carretera, sien do sólo accesible mediante senderos que atra vesaban sus cumbres. En este medio fragoso, entre quebradas, breñas y barrancos, zona habitual del pastoreo caprino, con un clima du ro, calurosos estíos y frío y lluvias invernales, el Pastor Garafiano se ha adaptado a la per fección convirtiéndose en el auxiliar indispen sable del cabrero palmero. Actualmente el Garafiano cuenta con un proyecto de Patrón Racial elaborado por el Grupo de Trabajo para la Recuperación del Perro Pastor Garafiano y que sirve de guía y base para la selección de la raza.
Características
Cuerpo
Lupoide, mediolíneo o moderadamente longilíneo, eumétrico, de tamaño
mediano a grande. La grupa ligeramente más alta que la cruz, cuello más
bien corto y cabeza pequeña en relación con el cuerpo.
Peso
Los ejemplares suelen pesar entre 28 y 35 kg los machos y entre 24 y
30 kg las hembras. Esos son los pesos que antes se daban, actualmente en
los machos se da de 35 a 46 kg y en las hembras de 25 a 35 kilos.
Altura
La altura de la cruz de los machos oscila entre los 57 y 64 cm,
mientras que en las hembras entre 55 y 62 cm. Actualmente estos datos
también han cambiado siendo lo normal en los machos de 60 a 70 cm y en
las hembras 55 a 65.
Cabeza
Cónica, pequeña en relación con el cuerpo, frente ligeramente
abombada, lo que resalta por la implantación algo trasera y separada de
las orejas, que pueden presentarse partidas o con tendencia a partir
hacia delante. También pueden aparecer enhiestas, observándose entonces
una tendencia a mantenerlas plegadas ante cualquier estímulo, mostrando
su cara interior. Trufa siempre negra. Ojos oblicuos, almendrados, de
color castaño y algo próximos. Labios breves, recogidos. Mordida en
pinza. Stop suave y poco pronunciado.
Patas
Las patas son fuertes, bien aplomadas, destacando las posteriores por
sus proporciones. A veces presentan espolones, que suelen ser dobles y
algunos implantados.
Pelo
La capa es leonada o alobada. Los cachorros nacen pardos, color que
cambia al llegar a adultos, apareciendo en algunos casos pelos o manchas
blancas en el pecho, dedos o punta de la cola, desapareciendo
generalmente al crecer.
El pelo es abundante y más o menos largo. En algunas ocasiones es
suave mientras que en otros casos es áspero. Se suele acumular en la
base de las orejas, cuello, faldones, cola y en las aristas de las
patas. La cola suele estar muy poblada de pelos, teniendo forma de sable
estando ligeramente enroscada, aunque nunca sobre el lomo.
Temperamento
El carácter del pastor garafiano es dócil y amigable. Cuando se
encuentra con extraños muestra una actitud típica: ladridos, plegamiento
de orejas, movimientos de cola y giros en la cabeza mostrando la
comisura de los labios en forma de sonrisa. Es de apariencia tranquila y
reposada aunque se vuelve muy activo mientras lleva a cabo cualquier
tipo de actividad física.