Creo que lo he comentado en algún lugar, aparte de los perros mi otra gran pasión son las aves. No he podido dejar de publicar este artículo con el que me siento totalmente identificado.
She laments, sir(...)
her husband goes this morning a-birding.
William Shakespeare, The merry wives of Windsor
Sólo hay algo que le guste a un naturalista tanto como las propias aves. Las guías de aves.
Pequeños libros ilustrados, a menudo del tamaño de un bolsillo, en
los que, ordenadas sistemáticamente, rebullen cientos de aves, sus
imágenes, mapas, descripciones y, ¿por qué no?, sus voces y cantos.
Guías siempre gastadas, desencuadernadas, llenas de anotaciones,
manchadas por el uso en mil excursiones que empiezan al amanecer y
terminan con el crepúsculo. Excursiones que, gracias a ellas, se
prolongan un rato más en casa, mientras las manoseamos al repasar la
cosecha del día.
Hay guías de todo tipo. Generalistas, dedicadas a todas las aves de
una región geográfica; o especializadas en grupos concretos, como
anátidas, rapaces, aves marinas o nidos y pollos, entre otras. Cada
aficionado a las aves tiene su propia colección, sus preferencias. La
más famosa es la Guía de campo de las Aves de España y de Europa, la
célebre y apreciada guía de Roger Tory Peterson, que abre con la cita
de William Shakespeare que se recoge más arriba. Aunque para mí la
"guía" siempre ha sido la de Hermann Heinzel.
Para quien quiera escucharlo, el concierto de las aves resuena también entre las páginas de las guías de campo.
El sábado, 1 de octubre, la Sociedad Española de Ornitología, SEO/Birdlife, celebró su día, el Día Mundial de las Aves.