martes, 22 de noviembre de 2016

EL LOBO BUENO QUE TU PERRO LLEVA DENTRO


La forma en la que los lobos interactúan con la manada pudo servir de base para la relación entre canes y humanos

Hace miles de años, los seres humanos y los lobos comenzaron a hacer buenas migas por interés y curiosidad. Nosotros encontramos en ellos quizás a buen guardián o a un compañero de caza, y los animales descubrieron una fuente fácil de conseguir comida. La teoría más comúnmente aceptada dice que esos lobos se volvieron tolerantes y sociables como resultado de la selección de los seres humanos de estas habilidades durante el proceso de domesticación, con el fin de tener a su lado unas criaturas más mansas y cooperativas. Y así aparecieron los perros, algo que ocurrió en Europa hace 18.000 años, según data una investigación publicada en la revista Science en 2013. Con el tiempo, se convirtieron en la variedad de razas que hoy tenemos en casa como mascotas.


Sin embargo, Rango Friederike y Zsófia Virányi, de la Unidad de Cognición Comparada del Instituto de Investigación Messerli de Viena, cuestionan la validez la hipótesis. A su juicio, no era necesaria una selección activa realizada por el ser humano para conseguir las cualidades de sociabilidad y tolerancia que atribuimos a los perros, sino que esas cualidades ya estaban de forma natural en los lobos. Según explican, los lobos ya eran atentos y cooperativos con sus compañeros de manada, una relación que podría haber servido de base para la que hoy se establece entre canes y humanos.


Los investigadores creen que los lobos no son socialmente menos solícitos que los perros. Sin embargo, los perros cooperan más fácilmente con los humanos porque les aceptan de buena gana como interlocutores sociales y les tienen menos miedo. Para probar su hipótesis, Rango y Virányi examinaron la atención social y la tolerancia de los lobos y los perros dentro de sus manadas y hacia los seres humanos.

Rango y Virányi estudiaron ejemplares que han crecido con miembros de su especie y con los seres humanos en el Centro de Ciencias de Wolf en Ernstbrunn, en la Baja Austria. «Los animales socializan tanto con sus congéneres como con las personas. Para poder comparar el comportamiento de los perros y los lobos y para investigar los efectos de la domesticación, es importante que los animales vivan en las mismas condiciones», explica Virányi.



Siguen la mirada humana

Varias pruebas de comportamiento mostraron que los lobos y los perros tienen habilidades sociales bastante similares. Entre otras cosas, los investigadores probaron cómo los lobos y los perros pueden encontrar comida que ha sido ocultada por un miembro de la misma especie o por un ser humano. Tanto los lobos como los perros utilizaron información proporcionada por un ser humano para encontrar la comida escondida.
En otro estudio, demostraron que los lobos siguieron la mirada de los humanos. Para resolver la tarea, los animales pueden necesitar hacer una representación mental de la perspectiva del que mira. Y los lobos pueden hacerlo bastante bien.



Buenos imitadores

Otro experimento dio a perros y lobos la oportunidad de observar a sus congéneres cuando abrían una caja. Cuando al observador le llegó el turno de hacer lo mismo, los lobos demostraron ser los mejores imitadores, abriendo con éxito la caja más a menudo que los perros. «En general, las pruebas mostraron que los lobos están muy atentos a los seres humanos y entre sí. Las hipótesis que afirman que los lobos tienen limitadas sus habilidades sociales a este respecto, en comparación con los perros son, por tanto, incorrectas», señala Range.






Publicado por J. de J. en ABC