viernes, 2 de diciembre de 2016

LOS WEIMARANER DE WILLIAM WEGMAN


La carrera de William Wegman (Holyoke, 1943), habitualmente relacionada con la singular imagen de sus perros posando como modelos, se despliega ahora a través cientos de obras que ilustran cuarenta años de su producción artística. Wegman consiguió una beca BFA de pintura en el College of Art de Boston en 1965 y una en Illinois en 1967, logrando después sacar una plaza para enseñar en el Calfornia State College de Long Beach. De todas estas experiencias acumuladas, Wegman fue decantándose por una producción artística que fuese más allá de la pintura, interesándose de manera especial por la fotografía y el vídeo.


Aunque estos fueron sus inicios profesionales en el campo del arte, realmente todo comenzó a principios de la década de los setenta, cuando se cruzó en su vida Man Ray. No nos referimos al fotógrafo surrealista, sino a su perro, que se convertiría en el centro de su trabajo y en uno de los canes más conocidos y fotografiados del mundo del arte. Y tras él, sus hijos y los hijos de sus hijos. Pero además de esto, Wegman fue un temprano exponente del arte conceptual a principios de los años sesenta; se le considera un pionero en el empleo del vídeo para la producción artística y además es un prolífico escritor, pintor y uno de los fotógrafos más conocidos de nuestro tiempo.

Esta completa actividad, unida a su sentido del humor y a su capacidad para sorprender hacen de él un artista atractivo para un amplio abanico de público, desde el más infantil, al que fascina con sus libros para niños, hasta el más crítico y entendido en materia artística.