La carrera de William Wegman (Holyoke, 1943), habitualmente relacionada con la singular imagen de sus perros posando como modelos, se despliega ahora a través cientos de obras que ilustran cuarenta años de su producción artística. Wegman consiguió una beca BFA de pintura en el College of Art de Boston en 1965 y una en Illinois en 1967, logrando después sacar una plaza para enseñar en el Calfornia State College de Long Beach. De todas estas experiencias acumuladas, Wegman fue decantándose por una producción artística que fuese más allá de la pintura, interesándose de manera especial por la fotografía y el vídeo.
Aunque
estos fueron sus inicios profesionales en el campo del arte, realmente
todo comenzó a principios de la década de los setenta, cuando se cruzó
en su vida Man Ray. No nos referimos al fotógrafo surrealista, sino a su
perro, que se convertiría en el centro de su trabajo y en uno de los
canes más conocidos y fotografiados del mundo del arte. Y tras él, sus
hijos y los hijos de sus hijos. Pero además de esto, Wegman fue un
temprano exponente del arte conceptual a principios de los años sesenta;
se le considera un pionero en el empleo del vídeo para la producción
artística y además es un prolífico escritor, pintor y uno de los
fotógrafos más conocidos de nuestro tiempo.