Los gatos son tiernos. Los niños
también. Pero cuando ambos se juntan para jugar, son aún más tiernos que
por separado. Estas fotos que hemos reunido de niños jugando con gatos
crearán una auténtica tormenta de ternura.
Jugar
es importante para el desarrollo tanto del niño como del gato, pero es
bueno que lo hagan bajo supervisión, por el bien de ambos. Los gatos
están acostumbrados a jugar con sus garras y sus dientes, y esto no
supone un problema mientras lo haga un gatito. Pero si no se le persuade
para dejar de hacerlo, este comportamiento puede continuar en la
madurez y convertirse en peligroso. Los niños, por su parte, pueden
emocionarse demasiado y subestimar su propia fuerza, haciendo daño al
gato o provocando que este se defienda.
Publicado en Boredpanda