Los perros pueden ser magníficos
compañeros para los niños cuando pertenecen a dueños competentes que
saben entenderlos. Cualquiera que haya crecido con un perro sabe que el
amor y la compasión dada y recibida de sus amigos caninos no tiene
comparación.
Sin
embargo, la compasión que los niños pueden aprender al vivir con un
perro es una espada de dos filos: si un niño molesta demasiado a un
perro, este puede empujarle o intentar morderle. Cuando tu hijo pase
tiempo con un perro, asegurate de supervisarlos, para asegurarte de que
ni el niño ni el perro sobrepasan los límites del otro.
Publicado en Boredpanda
Dogs can be excellent companions for
children when in the hands of a capable owner who knows how to read
them. Anyone who has grown up with a dog knows that the love and
compassion that they gave to and received from their canine soulmates is
like nothing else in the world.
The
compassion that children can learn for other living beings when living
with a dog is a double-edged sword – if a child pushes a dog too far,
they may push them away or snap at them. When your child spends time
with a dog, it's important that the dog remains supervised to ensure
that neither creature crosses the other's boundaries.
Publicado en Boredpanda