Todos hemos visto a nuestro perro
comer plantas en algún momento. Algunos lo hacen esporádicamente y
otros, en cambio, muy a menudo ¡Cómo si les encantase el verde frescor
de la hierba!
Principales motivos por los que el perro come hierba
A
pesar de tratarse de un comportamiento natural, como parte de su rutina
alimentaria, lo cierto es que cada animal tiene su predilección en el
tipo de hierba y sus propios motivos para la ingesta.
* Compensar deficiencia nutricional: La hierba le aporta un extra de fibra y vitaminas. Podría ocurrir que el perro la ingiriese simplemente por completar su dieta.
* Efecto purgante:
Si el animal tiene algún problema o molestia estomacal, incluso
parásitos intestinales, utilizará la hierba como purgante, para
provocarse el vómito y aliviar su malestar.
* Conducta instintiva:
Está probado que los lobos salvajes también comen plantas
intencionadamente. Se podría tratar entonces de un comportamiento
ancestral, intacto en su memoria genética.
* Aburrimiento: Algunos perros parecen comer hierba para entretenerse o simplemente por probar nuevos sabores.
* ¡Me gusta la hierba!
Hay casos en los que el perro busca un tipo concreto de hierba o brote.
En estos casos, el animal es muy consciente de lo que come, le gusta y
parece sentarle bien.
¿Es perjudicial que el perro coma hierba?
Aunque
no se conoce el motivo concreto de este tipo de ingesta, lo cierto es
que no es nocivo, se trata de un comportamiento normal entre los perros
domésticos y no debemos impedirles que lo hagan. Su dieta no tiene
porqué componerse exclusivamente de alimentos de origen animal, los
vegetales también son necesarios y deben estar presentes en su
alimentación.
Tan sólo en algunos casos deberíamos tomar precauciones.
* Pesticidas o fertilizantes:
Hay que evitar lugares susceptibles de utilizar estos compuestos,
especialmente en las zonas de césped de parques públicos o en las áreas
de cultivo.
* Plantas tóxicas:
La ingesta de algunas de las plantas más utilizadas en jardines e
incluso presentes en casa, pueden resultar muy peligrosas para nuestro
perro, por ejemplo: las liliáceas, la hiedra, el ricino, la azalea, el laurel, el tejo, el muérdago, las adelfas, las tomateras o las plantas de Pascua.
* Comer hierba compulsivamente:
Si el animal come mucha hierba, y de forma obsesiva, hay que acudir al
veterinario. Podría tratarse de una carencia en su alimentación o de
algún trastorno de comportamiento.
Conclusión,
no te inquietes si tu perro adereza su dieta convencional con un poco
de verde, lo importante es que su alimentación sea natural y de máxima
calidad, compuesta por ingredientes naturales y exenta de conservantes o
de sustancias artificiales. Siempre que el animal esté sano y
correctamente alimentado, tan sólo se tratará de un acto instintivo.
Publicado en MundoAnimalia