La historia del hombre está íntimamente ligada con la figura del gato. Para dejar constancia de ello solo tenemos que echar un vistazo al antiguo Egipto y sus dioses, entre los que figuraba Bastet, representada en forma de gato. Por eso la hemos elegido como ejemplo más antiguo de los gatos famosos.
Es verdad que, posteriormente, nuestra adorada mascota pasó por momentos muy malos y que su fama fue pésima, ya que durante la Edad Media
se la vinculó con el mundo de la brujería. Afortunadamente, los tiempos
fueron cambiando y con ellos nuestra apreciación del gato, de modo que
apenas queda rastro de esos malos momentos.
Aun así, el gato es un personaje muy presente en las fábulas de Esopo y es el protagonista indiscutible del cuento “El Gato con Botas”, que tuvo su versión más divertida en las películas de Shrek, con la voz de Antonio Banderas incluso en su versión original.
Con
la llegada del cine animado se incorporaron a nuestras vidas personajes
inolvidables, que emocionaron a los niños de su época. Con el ánimo de
hacer una recopilación cronológica, aunque no sea muy estricta,
empezaremos por Félix y Krazy Kat, anteriores a la década de 1950.
Después es obligado seguir con las creaciones de Walt Disney, entre las que merecen un puesto destacado los Aristogatos, de la película del mismo nombre, y todos los amigos de O’Malley que viven en los barrios bajos de París; los sibilinos siameses de “La Dama y el Vagabundo”, Si y Am, que consiguen que esta acabe en la perrera; Cheshire, el risueño gato que aparecía y desaparecía en “Alicia en el país de la maravillas”, y Fígaro, el gato de “Pinocho”.
Así llegamos a las teleseries con los gatos como protagonistas: Silvestre, con su eterna obsesión por comerse a Piolín; Tom, que también vive obsesionado por deshacerse de Jerry; Don Gato con toda su pandilla, una teleserie de dibujos animados producida por Hanna-Barbera en 1961 donde el policía Matute es incapaz de controlarlos, entre otras cosas porque Don Gato cuenta con un confidente muy eficaz, Benito.
Asimismo, forman parte de este grupo los Animaniacs, tres gatos animados que se caracterizan por su temperamento loco, y Bowser, el gato de Mister Magoo.
Más tarde llegarían Isidoro y Garfield, ambos muy parecidos físicamente, si bien este último desbancó al primero en el listado de gatos famosos, aunque ambos tienen un carácter muy particular. Después llegaron gatos todavía más descreídos, como Snowball IV, de “Los Simpson”, o Tommy, que fundó una subserie titulada “Tommy y Daly”, también de la saga Simpson. Asimismo, Azrael, el gato de Gargamel, de “Los pitufos”, destacaba por su carácter ladino.
Uno de los últimos en llegar al mundo de las teleseries de dibujos animados y que ha conquistado la simpatía de los más pequeños es Doraemon, aunque realmente se trata de un robot con apariencia de gato, muy peculiar en muchos aspectos: llegó del siglo XXII para ayudar a Nobita –un niño muy perezoso al que todo le sale mal–, no tiene orejas, posee un bolsillo mágico del que extrae los más variopintos inventos y siente terror por los ratones.
Ya que Doraemon es una creación japonesa vamos a continuar con algunos de los personajes felinos nipones. Por ejemplo, Luna y Artemis, los gatos de Serena, en “Sailor Moon”; Gatobús, que cuenta con seis pares de patas que le permiten alcanzar velocidades supersónicas; Shampoo, de origen chino, que pertenece a la serie “Ranma ½”; Maestro Karin, de la serie “Dragon Ball”, un extraño maestro de artes marciales de color blanco inmaculado; Meowth, aunque realmente es un Pokèmon con aspecto de gato; Gatomon, que es un Digimon Tipo Bestia Sagrada que destaca por su sentido del humor, y los gatos samurái, los protagonistas de una serie con el mismo nombre poco conocida en Occidente, pero muy famosa en Japón durante la década de 1990.
Sin embargo, con la llegada de internet y la posibilidad de compartir vídeos, se produjo un fenómeno social inesperado, una popularización de los vídeos de algunos gatos domésticos tan grande que llegaron a acumular millones de visitas.
Una de las protagonistas de estas visitas internautas multitudinarias es Tard, conocida con el sobrenombre de “gata gruñona” o Grumpy Cat. Según parece, la fama le sobrevino porque tiene cara de enfada y no porque emita ningún tipo de gruñido que la distinga del resto. Cosas de la fama…
Por su parte, Maru es una gata japonesa que se ha
hecho famosa por su afición a meterse en las cajas que están a su
alcance, si bien después se han ido incorporando vídeos con otras
monerías suyas, como mojarse la cabeza bajo el grifo o asustarse de sí
misma al verse reflejada en un espejo.
Otra de las gatas extrapopulares en Internet es Lil’ Bub,
que del ciberespacio ha saltado al mundo de los documentales como
protagonista indiscutible. ¿Por qué es famosa esta gata? Porque, debido a
una malformación congénita, siempre tiene la lengua fuera de la boca.
Lil’ Bub
Venus
es otra estrella de Internet. En esta ocasión, como Tard, no es porque
posea ningún “talento” especial, sino porque la coloración de su cara y
sus ojos han hecho de ella un ser exclusivo.
Otra gata –parece que
las hembras ganan esta clasificación– ha saltado de Internet al de los
escenarios, ya que su afición por tocar el piano parece ir más allá que
la mera casualidad, más bien al contrario si se observan sus gestos
mientras toca. Tal es su fama de Nora, así se llama, que además
de ser la mascota de un festival de música clásica, se organizó un
concierto con una orquesta en la que ella era la pianista.
Está bien, vamos a dejar espacio a los machos. El primero sería Oskar, un gato ciego que arrasó en Internet por la ternura que inspiraba verlo desenvolverse sin ojos, ya que nació sin ellos. Para colmo de ternura, Klaus es un gato enorme que lo acompaña a todas partes.
También debemos mencionar a Henri,
en esta ocasión por ser el protagonista de unos vídeos montados con un
exquisito gusto de aire trascendental, tanto que en la edición de 2012
del Internet Film Festival consiguió ocupar uno de los primeros puestos.
Cuenta con su propio canal de YouTube, así que es fácil de encontrar.
Henri
Otro gato popular por su apariencia es Yoda,
que nació con cuatro orejas; no obstante, su historia es un poco
triste, aunque tiene final feliz: los dueños actuales, que lo colman de
cariño, lo encontraron metido en una jaula en un bar, donde servía de
entretenimiento a los clientes…
Otro grupo de gatos muy famosos está formado por aquellos cuyo propietario también lo es. Este es el caso de Choupette,
el gato de Karl Lagerfeld, que fue portada de Vogue en brazos de Linda
Evangelista, una de las modelos más cotizadas en la década de 1990. Pero
aquí no acaba la cosa, ya que además tiene un perfil en una prestigiosa
web internacional de modelos y en Twitter.
También Meredith,
la gata de Taylor Swift resulta muy conocida, especialmente en Estados
Unidos, ya que a través de su perfil en Twitter “hace comentarios” sobre
su dueña, la reina actual del panorama musical estadounidense.
Cee Lo Green es otro cantante que ha hecho famoso a su gato, Purrfect, en cuya boca pone muchos comentarios sobre un programa musical estadounidense del que es jurado.
Aunque no es el objeto de este artículo, nos gustaría mencionar a dos personajes muy conocidos, aunque de ámbitos y épocas muy distintas, por su pasión por los gatos: Winston Churchill y Katy Perry.
Ahora
toca el turno de las actrices disfrazadas de gato para representar
personajes procedentes del cómic, entre las que se encuentran Michelle
Pfeiffer como Catwoman, esa mujer gato de “Batman vuelve”, de
1992; Halle Berry, que interpretó al mismo personaje pero sin la
presencia de Batman, y Julie Newmar, quien lo interpretó en 1966 para
una serie de televisión. Asimismo, Anne Hathaway se ha puesto en la piel
de este personaje, que también recibe el nombre de Gatúbela.
Por supuesto, también algún actor se ha metido en la piel de un gato, por ejemplo, Mike Myers, en “The Cat in the Hat”, una película de Universal Pictures estrenada en 2003.
Ya hemos visto algunos ejemplos de
personas con nombre propio disfrazadas de gato para dar vida a algún
personaje de ficción, pero no nos podemos olvidar del musical Cats, uno de los más veteranos de la historia del teatro de todos los tiempos, representado por actores disfrazados de gatos.
Si bien el mundo del cine cuenta con muchos perros famosos que además son protagonistas de sus propias películas, no hay tantos gatos “de carne y hueso” que lo sean. Sin embargo, podemos citar a Chatran, de la película japonesa de 1986 titulada “Las aventuras de Chatran”, y al protagonista de “Cat, un día un gato”, una obra de Vojtech Jasny de 1963 que nos muestra las diversas características de los seres humanos a través de la mirada de un gato inteligente.
Otra película que
cuenta con un gato como uno de sus protagonistas es “El viaje
increíble”, de la factoría Disney, estrenada en 1963; esta película
cuenta con una versión nueva estrenada en 1993, titulada “De vuelta a
casa: un viaje increíble”, de la que se hizo una segunda parte en 1996.
Otra película de Disney con un gato como eje central del argumento es
“El gato que vino del espacio”, que data de 1978.
Menos relevantes pero recordados por todos son el gato llamado Gato de “Desayuno con diamantes”, especialmente en la escena final de la película, o Jonzzy, el gato que sobrevive con la comandante Ripley, interpretada por Sigourney Weaver, en “Alien”. También debemos mencionar a Orión, el gato de “Los hombres de negro”, y a Baldomero, el gato del Doctor Maligno en “Austin Powers”, además de Pelusa, un precioso Persa chinchilla compañero de aventuras de Stuart Little, y Tinkles, que aparece en “Como perros y gatos” en el papel antagonista del perro.
Otros gatos muy conocidos del cine pero sin ser los protagonistas son Crookshanks,
un gato mágico que aparece en la tercera entrega de Harry Potter como
el gato de Hermione Granger; o el gato blanco de la película “La momia”,
que salva la vida de los protagonistas al ser un gato, el único ser por
el que la momia siente verdadero pavor al ser el animal que guarda el
Inframundo egipcio. También Salem, de la teleserie Sabrina, merece su mención, así como el gato de Kim Novak en la película “Me enamoré de una bruja”.
Otro ejemplo de gato real famoso es Tama, pero este no es un personaje de ficción, sino que se trata de una gata que fue nombrada jefa de una estación de tren de los ferrocarriles japoneses, lo que supuso un incremento de viajeros en esa línea de un 17 por ciento. Debido a este éxito, luego fue nombrada “súper jefe de estación” y crearon un tren con su nombre.
Tampoco es ficticio Hank,
un gato que “se presentó” como candidato al Senado de Estados Unidos
por el estado de Virginia. Por supuesto, no hubiera podido hacer uso de
su escaño, pero hay que decir que consiguió recaudar más de 60.000
dólares durante su campaña.
Hemos dejado casi para el final a Hello Kitty,
pero eso no significa que sea porque no tiene entidad suficiente para
ocupar uno de los primeros puestos. Sin embargo, sí es premeditado dejar
para el final a los nuestros, a los protagonistas de las tiras cómicas
de José Fonollosa, nuestro colaborador en la revista El Gato en Casa, y a
Zapi.