El pastor vasco es una raza de perro autóctona de Euskadi. Aunque es ampliamente utilizada para el pastoreo, es también popular como mascota.
Historia del Pastor Vasco
El Pastor Vasco es considerado como una de las razas de perros más antiguas que existen, ya que se han localizado restos óseos en cuevas prehistóricas neolíticas, con lo que no sería atrevido asegurar que ya existía hace 12.000 años. Posteriormente, se han encontrado lienzos pertenecientes a las Ordenanzas Pastoriles del Medievo (s.XVI) en los que se reflejaban canes con características similares al ejemplar de pastor vasco que conocemos hoy en día. Es el perro de pastoreo por excelencia en el País Vasco.
Cabe destacar que esta raza no está reconocida por la Federación Cinológica Internacional (FCI), pero sí por la Real Sociedad Canina de España, que en 1996 lo dividió en dos clases: "Gorbeikoa" e "Iletsua". Quedan muy pocos ejemplares puros, ya que se han ido mezclando con otras razas similares a lo largo de las décadas, llegando incluso a estar en peligro de extinción.
Rasgos físicos del Pastor Vasco
El Pastor Vasco es de tamaño mediano, los machos pueden llegar a medir de 47 a 61 cm., mientras que en el caso de las hembras, la altura se reduce mínimamente (46-59 cm.). Por otro lado, el peso de los primeros se sitúa en torno a los 18-36 kg., a la vez que el de las segundas apenas alcanza los 19 kg.
En general, se caracteriza por tener los ojos de color castaño, pelo más corto en la cabeza que en el resto del cuerpo, las orejas triangulares y medianas, la trufa negra, mucha movilidad en la cola y una constitución corporal fuerte. Puede llegar a vivir de 11 a 13 años.
Pero puede haber diferencias físicas entre las dos variedades existentes:
La variedad "Gorbeikoa" se caracteriza por tener el pelo rojizo (de ahí el apodo de "rojillo"), de color "cobre-fuego", algo ondulado y poco tupido. En algunos casos, puede presentar en su cara 4 o 5 manchas pobladas de pelos.
Por su parte, el pastor vasco "Iletsua" posee el pelo de un tono rubio o "canela", un color más claro que el de la anterior variedad. Por otro lado, la cola no es tan larga como en el caso del "Gorbeikoa".
El Pastor Vasco es de tamaño mediano, los machos pueden llegar a medir de 47 a 61 cm., mientras que en el caso de las hembras, la altura se reduce mínimamente (46-59 cm.). Por otro lado, el peso de los primeros se sitúa en torno a los 18-36 kg., a la vez que el de las segundas apenas alcanza los 19 kg.
En general, se caracteriza por tener los ojos de color castaño, pelo más corto en la cabeza que en el resto del cuerpo, las orejas triangulares y medianas, la trufa negra, mucha movilidad en la cola y una constitución corporal fuerte. Puede llegar a vivir de 11 a 13 años.
Ejemplares de la variedad Gorbeikoa
Pero puede haber diferencias físicas entre las dos variedades existentes:
La variedad "Gorbeikoa" se caracteriza por tener el pelo rojizo (de ahí el apodo de "rojillo"), de color "cobre-fuego", algo ondulado y poco tupido. En algunos casos, puede presentar en su cara 4 o 5 manchas pobladas de pelos.
Por su parte, el pastor vasco "Iletsua" posee el pelo de un tono rubio o "canela", un color más claro que el de la anterior variedad. Por otro lado, la cola no es tan larga como en el caso del "Gorbeikoa".
Ejemplares de la variedad Iletsua
Comportamiento del Pastor Vasco
El pastor vasco se caracteriza por ser muy sociable, inteligente, trabajador y alegre. Se apega mucho a su amo, al que le une una estrecha relación y al que será siempre fiel.
Es pastor por naturaleza, le encanta controlar a los rebaños de ovejas. Aunque también es un excepcional perro de compañía, que se prestará a jugar, correr, saltar, pasear y dejarse acariciar en todo momento.
El pastor vasco se caracteriza por ser muy sociable, inteligente, trabajador y alegre. Se apega mucho a su amo, al que le une una estrecha relación y al que será siempre fiel.
Es pastor por naturaleza, le encanta controlar a los rebaños de ovejas. Aunque también es un excepcional perro de compañía, que se prestará a jugar, correr, saltar, pasear y dejarse acariciar en todo momento.