Histora sobre el perro de Josefina de Beauharnais y Napoleon
Bonaparte, de la cual no tenía ni idea y me ha parecido muy curiosa.
Josefina de Beauharnais tenía un perro de la raza carlino, también
llamada pug al que llamaba Fortune. Su esposo Napoleón Bonaparte no
compartía el amor de su esposa por este can. Sin embargo, Josefina nunca
se separaba de él y sufrió una pena casi inconsolable cuando murió.
Según cuentan las crónicas, usaba este perro para comunicarse con su
primer esposo Alexandre, vizconde de Beauharnais mientras estaban
encarcelados ambos en la prisión de Les Carmes en 1794.
La leyenda cuenta que en la noche de bodas de Napoleón, el 9 de marzo
de 1796 (19 de Ventoso del año IV) Napoleón se negó a que el perro
durmiera con ellos, recibiendo un mordisco del indignado animal.
Josefina se sumó al bando de su mascota y le espetó a su marido “Si
Fortune no duerme en esta cama, tampoco lo haré yo”.
Napoleón no tuvo
más remedio que ceder y compartir su cama con su esposa y Fortune.