miércoles, 28 de junio de 2017

PERROS NÓRDICOS; SUS DUROS ORIGENES


Ninguno de los que conocemos un poco estas maravillosas razas duda que todas tengan un origen común, vinculado a las poblaciones que las criaron. Aquí una breve reseña del origen del Alaskan Malakute, Siberian Husky y perros afines.


Los perros nórdicos, en América, poblaron el área ártica comprendida entre Alaska y Groenlandia. Llegaron a estas regiones acompañando a los pueblos, que hace miles de años emigraron de Asia. Desde Asia central área de donde procedían, llegaron a Siberia y a las regiones mas nororientales de Asia. De allí pasaron a América (actual Alaska) a través del estrecho de Bering. Se supone que las primeras migraciones se remontan a hace 35.000 años. Estos pueblos, a lo largo de miles de años, desde Alaska, se extendieron por la parte más septentrional de Canadá, las islas del archipiélago ártico americano, Groenlandia, Labrador y las regiones orientales de la bahía de Hudson.



Hay varias hipótesis sobre el desarrollo de estos pueblos y de sus culturas y la mayor conexión es el parecido de sus características y lingüísticas. Son definidas, en general, como esquimales por la palabra << WIYASKIMOKOV>>, que significa: comedores de carne cruda. Pero su antiguo nombre, el que ellos mismos prefieren, es: INUIT (INUK en singular) que quiere decir: los Hombres.

En sus migraciones estos pueblos llevaron desde Asia algunos perros, que entraron en contacto con el lobo polar y por tanto con su línea de sangre, dando origen a los perros nórdicos.




UN MUNDO HELADO


En un territorio de condiciones casi prohibitivas, como era el Artico, con una vegetación escasa o inexistente, costas y ríos helados durante gran parte del año, tierras recubiertas de hielo y nieve con temperaturas inferiores a los 40º bajo cero y vientos imperiosos era indispensable servirse de los trineos y perros para todos los desplazamientos. Con los trineos llegaban a los lugares de caza, pesca y mantenían, gracias a ello, algunas comunicaciones; los pueblos se desplazaban buscando lugares más ventajosos por el clima, por la abundancia de pesca o por las posibilidades de caza siguiendo las migraciones de los caribús o los renos salvajes. Estos con su olfato lograban hallar la pista perdida bajo la nieve; eran tan valientes que también se les utilizaba para la caza del oso polar.

La vida, tanto para hombres como para perros era durísima y en periodos de carestía y hambre los perros eran comidos por eso no es dificil comprender lo necesario que eran estos animales en lugares tan hostiles y formaban con el esquimal una realidad.




Los perros siempre dormían fuera del iglú independientemente del tiempo que hiciera. Hasta el momento de dar a luz, la perra formaba partes del equipo. Los cachorros solían nacer en primavera, que era mas conveniente. 

Para elegirlos se los mantenía levantados por la nuca y por la forma como arqueaban los riñones se podían distinguir a los fuertes de los débiles; estos últimos eran echados a la jauría, madre incluida, que los devoraban de un golpe. Cuando cumplían ocho meses de edad se les introducía en el equipo.





Se les rompía los molares con una piedra para evitar que royendo los arreos cuando estuviesen hambrientos se liberasen de ellos. Cuando cumplían ocho años se les mataba.

Una buena jauría se componía de seis u ocho perros, entre los que se encontraban el perro nalagaq o jefe de jauría y una sola hembra con la que el jefe de la jauría afirmaba su dominio, la autoridad es siempre objeto de discusión física o psicológica, por parte de los demás perros, cada tres días se alimentaba a los perros con un kilo de carne por Cabeza siempre siguiendo la jerarquía de tiro.

El esquimal cuidaba a los perros como se cuidaba a si mismo


Publicado en Caninum