El perro más antiguo y raro del mundo acaba de ser visto en la naturaleza
- Su especie llegó a Nueva Guinea hace más de 6.000 años y es el eslabón perdido entre los primeros perros y los domésticos
El perro es el mejor amigo del hombre. Pero no siempre fue así. Antes
de su domesticación, hace ya más de 19.000 años según apuntó en un estudio la revista Science en
2013, los perros eran animales salvajes y vivían lejos de cualquier
contacto con el ser humano. Desde entonces, el hombre se ha dedicado a
crear y nombrar muchas razas de perro. Recientemente, sin embargo, se ha
observado el eslabón perdido entre los primeros canes y los perros domésticos modernos.
Es el perro salvaje de las tierras altas de Nueva Guinea (Canis lupus hallstromi), al norte de Australia, una especie que se creía extinta
y cuyos ejemplares no se observaban desde hace más de medio siglo.
Según revela la Fundación del Perro Salvaje de las Tierras Altas de
Nueva Guinea (NGHWDF por sus siglas en inglés), el animal ha sido captado en zonas de gran altura en la isla.
Un hallazgo único
Conducida
por el zoólogo James K. McIntyre, la expedición se encontró con los
investigadores locales de la Universidad de Papúa, que también estaban
tras la pista de estos perros que se creían extinguidos, conocidos como
el “eslabón perdido” entre lobos y perros. Un protocánido desconocido.
Primera pista fiable sobre el perro salvaje Highland Wild Dog
Una simple huella de una pata encontrada en una zonas fangosa en septiembre el año 2016 finalmente les dio a los investigadores lo que estaban buscando: señales recientes de que algo claramente identificable como un perro estaba vagando por los densos bosques de las tierras altas de Nueva Guinea, en un rango de 3.460 a 4.400 metros de altitud sobre el nivel del mar.
Una simple huella de una pata encontrada en una zonas fangosa en septiembre el año 2016 finalmente les dio a los investigadores lo que estaban buscando: señales recientes de que algo claramente identificable como un perro estaba vagando por los densos bosques de las tierras altas de Nueva Guinea, en un rango de 3.460 a 4.400 metros de altitud sobre el nivel del mar.
Las
cámaras de rastro (cámaras autónomas que se activan por movimiento) se
desplegaron de inmediato en toda la zona, para poder monitorizar los
diferentes cebos durante todo el día. Las cámaras capturaron más de 140 imágenes del perro Highland Wild Dog en aquella montaña salvaje en sólo dos días. Era el Monte Jaya, la cumbre más alta del monte Carstensz, y el pico más alto de la isla.
“Es el más excepcional y el cánido más antiguo que vive
actualmente”, destaca la Fundación en relación a este animal, similar al
perro cantor que vive en la isla. “Es un descubrimiento no solo emocionante, sino también una oportunidad increíble para la ciencia”.
La comunidad científica llevaba décadas temiendo que este animal se
hubiera extinguido en su hábitat natural. Por suerte, el hallazgo
confirma que hay una población sana y viable en una de las regiones más
remotas e inhóspitas de la Tierra. En cautiverio, este animal se
reproduce de forma controlada, y su variante es conocida como perro
cantor. Entre 200 y 300 individuos vivían en instalaciones controladas por el ser humano.
Según el análisis de ADN, estos son los cánidos más antiguos y primitivos que existen.
La expedición que observó al animal dio lugar a más de 100 fotografías
de al menos 15 individuos silvestres, incluyendo machos, hembras y
cachorros. Aislados y lejos del contacto humano.
La NGHWD destaca que esta especie se instaló en la isla “hace al menos 6,000 años”.
Inicialmente se interpretó que los registros fósiles indicaban que la
especie había llegado a la zona con los seres humanos, pero “nuevas
evidencias sugieren que podrían haber emigrado independientemente” de
estos.
“Mientras que las relaciones taxonómicas y
filogenéticas con razas semejantes y dingos australianos están siendo
actualmente controvertida y en revisión para ambos (perros cantores de
Nueva Guinea y perros salvajes del altiplano) la importancia científica e
histórica del perro salvaje de la montaña sigue siendo fundamental para la comprensión de la evolución de los cánidos,
su evolución con el hombre, las migraciones, la ecología humana y la
información derivada del estudio de los cánidos y su evolución cánido”.
Estos perros tienen un pelaje normalmente claro, dorado o de color crema, aunque también se observaron algunos negros. Su cola es larga, peluda y erguida sobre su lomo, como las de la raza Shiba Inu. En todos los especímenes detectados hasta el momento, sus orejas son triangulares y erguidas.
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