Hace tiempo National Geographic lanzó la propuesta a sus lectores de realizar fotos con las primeras luces del alba. He elegido estas, de los miles que recibió (no las he visto todas, que conste, pero si bastantes), que me han parecido de las más bonitas y aquí te las muestro. ¿Madrugarás mañana?
Pon la alarma. El sueño puede esperar. Acepta el reto y despierta justo antes del amanecer. Toma una taza de café, y busca una ventana hacia el este. Pon tu cámara en la bolsa. Mira el amanecer y como comienza con su suave beso al mundo. Al
principio, la luz es apenas perceptible, y con reflejos las sombras
comienzan a dar forma al paisaje hasta que te ciega como un proyector. Es la primera luz: su belleza es fugaz, y eso es lo que la hace tan especial. Bienvenido a tu nueva tarea. La primera luz es mágica y vale la pena verla, pero te daré unas horas más para hacer tus fotografías. Es tu elección, pero busca esa luz dulce dentro de esta ventana en el tiempo.
Set your alarm. Sleep can wait.
Challenge yourself and awaken just before sunrise. Grab a cup of
coffee, and find a window facing east. Leave your camera in the bag.
Watch the sun rise and begin its soft kiss on your world. At first, the
light is barely noticeable, and as it brightens shadows begin to give
shape to the landscape until it blinds you like a spotlight. First
light—its beauty is fleeting, and that’s what makes it so special.
Welcome to your new assignment.
First light is magical and worth a
look, but I’ll give you a few hours after to make your photographs. It’s
your pick, but look for that sweet light within this window of time.