La crianza selectiva de ciertas razas ha dado lugar a la perpetuación de innumerables patologías en aquellas progenies que descienden de cruces con alto grado de consanguinidad o endogamia.
A
lo largo de la historia de selección y perfeccionamiento de las razas
caninas se ha dado paso a este tipo de cruces con la finalidad de fijar rasgos y caracteres deseables tales como color de manto y pelaje, color de ojos, forma de orejas, alzada a la cruz y otras características diferenciales que hacen a la estructura ideal de cada raza que se describen en su estándar racial.
Sin embargo, el cruce indiscriminado ha determinado que también se perpetúen rasgos y características indeseables: entropión, criptorquidismo, ectropión, displasia de cadera, Pannus corneal, desórdenes cardiacos congénitos, etc.
El síndrome braquicefálico es uno de estos problemas que vemos en ciertas razas como el bulldog francés, Pug, pequinés, bulldog inglés y otras tantas.
El desconocimiento por parte de los criadores o la falta de asesoramiento
por parte de los médicos veterinarios, ha determinado que este problema
se presente con mayor frecuencia debido a que muchos de estos rasgos
pueden permanecer como atavismos genéticos, que si bien en una o varias
generaciones no se evidencian, se encuentran escondidos en su código
genético y tarde o temprano se manifestaran fenotípicamente.
Como resultado de la selección genética la cabeza de los braquicefálicos ha ido acortándose, ensanchándose, esto unido a las malformaciones vertebrales
(relacionadas con el acortamiento del lomo, teniendo en cuenta que se
busca que cada vez sean más cortos y compactos, los problemas de cadera y
rodillas, las patologías dérmicas relacionadas con los pliegues más las
alergias ( atópica y alimentaria), la mayor incidencia de Demodicosis,
las dificultades para el parto, las patologías oculares, etc., han
hecho que la salud y el bienestar de estos increíbles perros se torne
cada vez más desafiantes para los criadores responsables y los médicos
veterinarios interesados en involucrarse en favorecer la crianza de un
ejemplar sano en el sentido integral de la palabra.
El síndrome braquiocefálico, también conocido como síndrome respiratorio de los braquicéfalos o Enfermedad obstructiva congénita de las vías respiratorias superiores
Malformaciones
de las vértebras (Hemivértebra) y degeneración de discos
intervertebrales Dos problemas distintos afectan a la espalda que son,
alarmantemente, vistos a menudo en razas braquicefálicas (chatas) y con
cola atornillada, como por ejemplo, Bulldog Francés, Bulldog Inglés y
Boston Terrier.
La luxación de rótula (dislocación de la rótula
de su posición normal en el surco troclear) es una causa bastante común
de claudicación en los miembros traseros de los perros de tamaño pequeño
y mediano. Se manifiesta como un pequeño saltito en el andar del
Frenchies y puede llegar a tal extremo, que el perro camine con solo
tres patas. Si el problema afecta a los dos miembros tendrá una cojera
mucho más pronunciada.
Otras enfermedades frecuentes en las razas braquicelas:
Otras enfermedades frecuentes en las razas braquicelas:
Displasia
coxofemoral, Prolapso de la glándula de Harder (Ojo de cereza),
Entropión o ectropión, Ulceras corneales, Dermatitis de los pliegues,
Alergias alimentarias, Atopia, Demodicosis, Palatoquisis, Anasarca,
Prolapso vaginal, Prolapso rectal, Sindrome de irritabilidad digestiva,
Dificultad de parto, Distocias
Complicaciones para
determinar el protocolo de anestesia que se adapte mejor a las
características especiales de estos ejemplares.
La cinofilia es una actividad que los amantes de los perros realizan con el fin de mejorar las razas. El fin no es meramente deportivo por supuesto, Se trata de adecuarlos a las necesidades de los seres humanos y de mejorar su salud y calidad de vida
En todo el mundo, las
razas braquicefálicas son cada vez más populares, pero la cría selectiva
de rasgos exagerados ha conducido a que los casos de estenosis de vías respiratorias altas
y los problemas respiratorios, sean cada vez más severos y se presenten
a una edad cada vez más temprana. Las mala formaciones y el colapso de
las vías respiratorias altas son mucho más complejos de lo que antes se
pensaba
Los hallazgos endoscópicos en el esófago y el estómago en muchos de los perros de razas braquicefálicas justifican los signos digestivos (regurgitaciones, vómitos, hipersalivación y disfagia, esofagitis por reflujo y retraso en el vaciado gástrico) relacionadas con alteraciones anatómicas y funcionales del aparato digestivo superior de estas razas. Hernias de hiato (BDI y BDF), esófago redundante o desviación esofágica (BDI), atonía del cardias (BDI y BDF), estenosis muscular pilórica por hipertrofia de fibras musculares (Bóxer y Boston terrier) e hipertrofia de la mucosa pilórica (Lhasa Apso, maltés pequinés y Shih Tzu)
Actualmente se sabe que la nariz del perro es esencial para la termorregulación eficaz, y esta función se ve deteriorada en muchos animales braquicefálicos.
Si
se desea salvar a las razas braquicefálicas es esencial replantearse la
cría. Los veterinarios y los clubes de cría necesitan cooperar de forma
más eficaz y debatir más abierta y sinceramente sobre estos asuntos
La cría selectiva en búsqueda de rasgos demasiado exagerados ha moldeado la cabeza de los animales braquicefálicos de tal modo que se ven afectados en su salud y bienestar
Ha llegado la hora de reflexionar sobre estos aspectos en la cría selectiva. El síndrome braquicefálico es una enfermedad creada por el hombre.
Los veterinarios como expertos en salud y el bienestar de los animales, deben asumir un rol más activo en el debate sobre estos temas
Los
clubes de criadores y los asesores científicos tienen como reto
rescatar a estas razas. Es necesario revisar los patrones de selección y
focalizarlos en la salud animal más que en el aspecto físico. Un poco
más de nariz no estropeara de ninguna manera el exclusivo carácter de
estos perros ni sus bondades que les ha permitido ser cada vez más
populares
Agradecemos la colaboración para la publicación de este artículo al Dr. Rubén Somoza