viernes, 29 de diciembre de 2017

COMIDAS PELIGROSAS PARA EL GATO ESTA NAVIDAD


En Navidades, el trasiego de alimentos especiales para festejarlas puede hacer que se caiga en más de un error. Y es que algunas de las comidas navideñas pueden resultar perjudiciales y ser alimentos tóxicos para el gato. En este artículo se ofrece una lista de comidas de Navidad que el felino debe evitar, como el salmón ahumado, el paté, el marisco, el queso curado, el chocolate, los embutidos, el pescado crudo, la cebolla, así como el café y el alcohol.

Alimentos peligrosos para el gato en Navidad

Los hábitos sociales y de consumo cambian en Navidad. Las reuniones con familiares y amigos invitan a tirar la casa por la ventana y los atracones de comida pasan factura a la salud.
Los gatos no resultan una excepción con los excesos navideños: una clínica veterinaria puede ver aumentadas sus consultas en un 20% con felinos que padecen problemas de salud derivados de una incorrecta alimentación del animal durante la Navidad. 


Los mininos que comen más cantidad de la habitual y varían su dieta con alimentos que proceden de las mesas navideñas pueden padecer vómitos, diarreas, indigestión o gastroenteritis. "Los gatos suelen ser de tamaño más pequeño que los perros y, aunque ingieran una cantidad que para una persona puede parecer pequeña, como tres gambas, para un felino esta porción equivale a un atracón de alimentos", explica Manuel Lázaro, veterinario.

1. Alimentos peligrosos para el gato: salmón ahumado, paté y queso

El salmón ahumado, los patés y el queso curado son alimentos ricos en grasa que alteran el ciclo digestivo del gato e implican un esfuerzo excesivo para su estómago.
"Las consecuencias de la ingestión de estos alimentos en grandes cantidades por parte del felino son episodios de gastroenteritis, con vómitos, malestar y diarrea", explica Ignacio Arija, veterinario y experto en nutrición animal de la Universidad Complutense de Madrid. 

2. El marisco en Navidad para el gato, un riesgo

Las gambas y los langostinos, alimentos típicos en las mesas navideñas, son ricos en proteínas. Por ello, ingeridos en grandes cantidades, pueden resultar indigestos para el gato. En cualquier caso, los alimentos crudos suponen un riesgo sanitario para el felino, porque puede contraer parásitos intestinales.

3. Chocolate, un dulce que puede resultar amargo para el gato

Los dulces navideños con chocolate resultan tóxicos para el gato. La razón es que contienen teobromina, una sustancia que ingerida en grandes cantidades provoca aceleración del ritmo cardíaco, diarreas y vómitos en el felino.
La teobromina en el organismo del gato le puede producir la muerte, porque "se elimina de manera muy lenta y resulta tóxico para el animal, aun en pequeñas cantidades", advierte Juan Antonio Aguado, veterinario y profesor universitario. 

4. Embutidos de Navidad y gatos

Los embutidos tienen una mayor concentración de sal de la recomendable para el felino. Las consecuencias para el felino que ingiere este tipo de alimentos son hipertensión en el animal y problemas circulatorios. Además de sal, los embutidos poseen una elevada cantidad de grasa, que puede derivar en una pancreatitis aguda al gato.

5. El pescado crudo, fuente de parásitos para el gato

El pescado crudo puede contener un parásito llamado anisakis, que solo se elimina cuando se cocina o congela el alimento. Las vísceras crudas del pescado tampoco son recomendables para la salud del felino, ya que poseen una enzima que ocasiona deficiencia de vitamina B en el organismo. 

6. La cebolla, una verdura peligrosa para el gato

Un alimento que resulta muy tóxico para el gato es la cebolla. La razón es que contiene disulfuro, una sustancia que origina la oxidación de los glóbulos rojos y su rotura, lo que provoca anemia en el minino. Por ello, en Navidad conviene mantener al felino alejado de cualquier alimento que contenga cebolla, por pequeña que sea la cantidad.

7. Café y alcohol, incompatibles con la salud del gato

El alcohol, por razones evidentes, no es recomendable para el gato, puesto que puede resultar intoxicado, aunque la cantidad que ingiera sea pequeña. Lo mismo ocurre con el café, cuyo estimulante, la cafeína, puede producir en el animal graves trastornos en el sistema nervioso. 


El sistema hepático del gato, además, carece de la capacidad de procesar sustancias estimulantes y etílicas. Por ello, si el felino pesa poco, aunque tome poca cantidad de este tipo de sustancias, puede tener graves consecuencias para su salud.




Publicado en Consumer