jueves, 1 de febrero de 2018

DIA MUNDIAL DEL GALGO; 10 RAZONES PARA ADOPTAR UN GALGO


Soy una feliz propietaria de un galgo desde marzo del año pasado. Lo de ser “propietaria” no es del todo cierto. Yo no adopté a mi galgo: ella eligió a mí. Llegó desde Badajoz a mis manos, en situación de acogida para recuperarse de una lesión de arrastre que tenía un pronóstico de cojera irreversible pudiendo llegar a la amputación. Estaba destrozada (y no sólo físicamente) pero tenía fuerza para recuperarse y ser adoptada por algún humano con suerte. Ella me escogió, me gané su confianza y la que tuve más suerte fui yo, porque desde que está en mi vida soy mucho más feliz.


El calvario que pasamos en su recuperación, todas las infernales visitas al veterinario y todos los esfuerzos que hicimos para que perdiera sus miedos y cambiara esa “cara de pena” que tanta gente identifica con los galgos, han tenido su recompensa, y no sólo porque ella ya ni siquiera cojea. Es porque ya no es utilizada como herramienta para un fin. Ya no duerme al raso. Ya no se alimenta solo de pan “para poder cazar con más ganas”. Ya no duerme apilada con otros perros para no temblar de frío. Ya no tiene que correr por obligación, sino por gusto. Ya tiene un nombre, un collar, una placa y es parte de una familia. Su pelo ahora es fuerte, brillante y sedoso, no tiene ya las calvas de antes. Y desde luego, ya no tiene que tener miedo a ser abandonada, mutilada, ahorcada, disparada o tirada a un pozo o por un barranco. 





Ojalá todos los galgos pudieran gozar de una vida como la de Musa, pero en España parece que acabar con las salvajes perrerías que algunos seres poco humanos hacen a sus galgos es cosa imposible, por falta de leyes, no por falta de ganas, porque afortunadamente son muchas las personas que luchan para que el galgo deje de ser el animal más maltratado del país. Este mes termina la temporada de caza y más de 50.000 galgos serán abandonados a su suerte de nuevo, convirtiéndose esta en la raza más abandonada de España. Para concienciar sobre esta extrema situación, hoy, 1 de febrero, se ha declarado el Día Mundial del Galgo. Y yo os quiero contar algo importante: 10 motivos para adoptar un galgo.

1. Salvarás una vida

Vale, la lista podría ser sólo de un ítem, porque salvar una vida es suficiente para adoptar a un animal. Pero bueno, hay más... Porque el galgo es especial.

 

2. Es espectacularmente bello

Su elegancia no tiene competencia y su majestuosidad está documentada desde el antiguo Egipto, donde era un perro de la realeza y el único que se enterraba junto a sus familias humanas. El galgo es un animal raro, esbelto, musculado, silencioso, limpio, de andar armonioso. Os aseguro que caminar por la calle tranquilamente con un galgo es tarea imposible, pues no son pocos los que se acercan para interesarse por él, tocarlo, admirar su belleza o saber más de su historia. 

 

3. Sí: se adapta perfectamente a vivir en un piso

A menudo la gente piensa que un galgo no puede adaptarse a un piso de ciudad porque es un animal grande que “necesita correr”. Es una falacia. El galgo no siente la necesidad de correr: con sacarlo tres veces al día a dar paseos de 20 minutos y de vez en cuando soltarlo en un pipican para que se divierta socializando es suficiente. Se adapta perfectamente a vivir en un piso porque es muy tranquilo, tanto que además pasa 16 horas al día durmiendo. Eso sí, te robarán el sofá y la cama si te descuidas, tenlo claro.

 

4. Tiene costumbres especiales y características que no verás en otro perro


El galgo es un perro que tiene muchas cosas únicas (no sólo en su carácter) y eso le hace una raza especial. Por ejemplo, es normal que duerman con los ojos abiertos, cuando se sientan no tocan el suelo con el culo (aunque evitan tumbarse en el suelo raso), es el perro que más rápido corre (cuando lo hace, un 75% del tiempo lo pasa en el aire), su concentración en glóbulos rojos es más alta que la de ningún otro perro, su cola se sitúa a un escaso dedo del suelo (maravillas de la naturaleza)...

 

5. Es extremadamente limpio


Por su largo hocico no es un perro que babee, por ejemplo, pero no me estoy refiriendo a eso: al no tener grasa, no huele, y sólo tienes que lavarlo un par de veces al año. Más ventajas para tenerlo en un piso imposible.

 

6. Es uno de los pocos perros que no está ridículo con un abrigo... Porque realmente lo necesita

Y es que precisamente la falta de grasa hace que sea un animal extremadamente friolero. En invierno es obligatorio que tenga un abrigo, y les encanta dormir tapados (incluso la cabeza).

 

7. Son súper fieles, sensibles y cariñosos


Siempre buscarán tu caricia, pero tienes que tener en cuenta de que son una de las razas más sensibles que hay. Todo les afecta el doble y no puedes educarlos si no es con una educación positiva. Son muy inteligentes y se esforzarán siempre para aprender de ti y agradarte, es verdaderamente una compañía perfecta porque su carácter se asemeja al de un gato. Es un perro que necesita socializar mucho con la familia, con lo cual no es muy apto para vivir en una caseta de jardín (personalmente creo que ningún perro lo es).

 

8. No ladra

Excepcionalmente lo hace en momentos de excitación, pero por lo general, es un perro discreto y nada escandaloso, al contrario, es muy extremadamente tranquilo por no decir... que es muy vago.

 

9. Es una de las razas más fuertes

No tienen enfermedades congénitas propias de una raza conocidas, únicamente habría que tener cuidado con la torsión de estómago pero porque son perros muy altos y necesitan comer y beber en comederos adaptados a su tamaño. A pesar de que parezcan muy frágiles, son muy fuertes. Además, es una raza autóctona de España.

 

10. Cuidado: si tienes un galgo...

Es probable que nunca quieras tener otro perro. Y más que probable que acabes teniendo a más de uno. Se llama “galguitis” y es lo más parecido a enamorarse. Bienvenido al mundo del galgo, el perro que no te dejará indiferente.



Escrito por Rosa Varona en La Vanguardia