Para introducir un segundo perro en casa,
que la dinámica se mantenga igual y que no afecte a ningún miembro de
la familia, lo más importante, es considerar cómo es la vida en casa y
analizar la personalidad y los hábitos del otro perro para después traer
a la pareja correcta.
Antes de introducir un segundo en perro en
casa, te invitamos a seguir leyendo este artículo de ExpertoAnimal,
donde te enseñaremos la mejor manera de hacerlo para que la llegada de
esta nueva mascota sea una gran experiencia para toda la familia.
Poco a poco se llega lejos
Conocer el comportamiento de tu mascota con respecto a otros perros es una excelente forma de verificar si podría estar disponible emocionalmente para la llegada de otro perro a su territorio.
A pesar de estar correctamente socializado, debes observar como es la interacción de tu perro con otros animales la primera vez que los ve. De vez en cuando, lleva nuevos animales a casa y presta atención como tu mejor amigo se relaciona con ellos y con el hecho de estar compartiendo su espacio personal.
Los perros deben conocerse con suavidad y cuidado, no los pierdas de vista dejándolos solos en el jardín. Ve siempre poco a poco, no querrás presionar a tu perro y conducirlo a la aprensión o a la reactividad.
A pesar de estar correctamente socializado, debes observar como es la interacción de tu perro con otros animales la primera vez que los ve. De vez en cuando, lleva nuevos animales a casa y presta atención como tu mejor amigo se relaciona con ellos y con el hecho de estar compartiendo su espacio personal.
Los perros deben conocerse con suavidad y cuidado, no los pierdas de vista dejándolos solos en el jardín. Ve siempre poco a poco, no querrás presionar a tu perro y conducirlo a la aprensión o a la reactividad.
Cuando ya has seleccionado al indicado
Llegado el momento que crees has encontrado el "match" perfecto para tu mascota, deberás hacer el primer encuentro en un territorio neutral.
Es preferible que los dos tengan su correa colocada, en caso que
necesites corregir algún movimiento con tendencia negativa y puedas
separarlos.
Al llegar al parque deja que se miren pero no los acerques todavía. Al cabo de unos minutos, empiecen a caminar y permite que de forma natural cada uno se habitúe a la presencia del otro. Mantenlos separados por una distancia aproximada de 2 metros entre ellos. Esto será un simple tema de energía. Mientras estén separados, puedes darle a cada uno un juguete que pertenezca al otro perro para que vayan adaptándose al olor. Recuerda que los perros son animales con altas habilidades olfativas.
Al llegar al parque deja que se miren pero no los acerques todavía. Al cabo de unos minutos, empiecen a caminar y permite que de forma natural cada uno se habitúe a la presencia del otro. Mantenlos separados por una distancia aproximada de 2 metros entre ellos. Esto será un simple tema de energía. Mientras estén separados, puedes darle a cada uno un juguete que pertenezca al otro perro para que vayan adaptándose al olor. Recuerda que los perros son animales con altas habilidades olfativas.
El acercamiento
Todo debe ser progresivo. Al día siguiente o en el mismo día,
dependiendo de la sociabilidad de tu perro, repite la acción anterior.
Si ves que no se ha creado un ambiente ansioso, puedes proceder a acercarlos un poco más.
Sería muy positivo que el lugar donde se encuentren sea lo más abierto posible. De esta forma evitarás que los dos perros se sientan atrapados o acorralados y fomentarás un comportamiento natural. En este caso puedes usar las correas largas, o si observas que están totalmente tranquilos con toda la situación, puedes soltarlos pero manteniéndote muy cerca de ellos. Deja que se olfateen por unos minutos y luego desvía la atención (con total normalidad) hacia otra acción.
Si todo va bien y los perros empiezan a jugar, deja que lo hagan por un rato. Sin embargo, de vez en cuando, vuelve a redirigir su atención a otras actividades más grupales como, por ejemplo, continuar la caminata y jugar a perseguirlos. El propósito es que todas estas interacciones en espacios neutrales comiencen y finalicen de forma totalmente positiva.
Sería muy positivo que el lugar donde se encuentren sea lo más abierto posible. De esta forma evitarás que los dos perros se sientan atrapados o acorralados y fomentarás un comportamiento natural. En este caso puedes usar las correas largas, o si observas que están totalmente tranquilos con toda la situación, puedes soltarlos pero manteniéndote muy cerca de ellos. Deja que se olfateen por unos minutos y luego desvía la atención (con total normalidad) hacia otra acción.
Si todo va bien y los perros empiezan a jugar, deja que lo hagan por un rato. Sin embargo, de vez en cuando, vuelve a redirigir su atención a otras actividades más grupales como, por ejemplo, continuar la caminata y jugar a perseguirlos. El propósito es que todas estas interacciones en espacios neutrales comiencen y finalicen de forma totalmente positiva.
Hora de ir a casa
Hemos llegado al lugar que más nos interesa, la casa. Recuerda ante
todo que estos primeros contactos fijaran el tono de la relación. Lleva a
los dos perros a la casa, pero haz que primero compartan e interactuen
en el patio. Si ves que todo marcha bien abre la puerta de la casa y
deja que entren pero acompáñalos en todo el proceso. El perro nuevo olerá todo
(déjalo, es un nuevo territorio) y el perro residente estará muy atento
a su comportamiento para reaccionar de una forma u otra.
Permite la interacción entre ellos pero que sea corta y positiva. Queremos evitar que estas interacciones se vuelvan demasiado largas y pasen a ser muy intensas. Si hay alguna señal de tensión aléjalos y vuelve a intentarlo después, nunca presiones a ninguno de los dos perros a aceptarse de forma obligatoria.
No olvides que debes tener preparado un segundo comedero, una segunda cama y hasta juguetes nuevos para que no puedan existir conflictos entre uno y el otro.
Permite la interacción entre ellos pero que sea corta y positiva. Queremos evitar que estas interacciones se vuelvan demasiado largas y pasen a ser muy intensas. Si hay alguna señal de tensión aléjalos y vuelve a intentarlo después, nunca presiones a ninguno de los dos perros a aceptarse de forma obligatoria.
No olvides que debes tener preparado un segundo comedero, una segunda cama y hasta juguetes nuevos para que no puedan existir conflictos entre uno y el otro.
Cuando estás fuera de casa
Los primeros días cuando necesites salir de casa y mientras tus
mascotas se están acostumbrando a la presencia del otro y a compartir
territorios, separa sus espacios. Esto ayudará a evitar peleas en tu
ausencia y a minorizar comportamientos negativos en los dos perros.
Al llegar a casa júntalos y pasa tiempo de calidad con los dos. Es importante que sepas que si bien un perro "nuevo" en la familia representa una compañía para el perro "viejo", de ninguna manera, es una sustitución de tu presencia y tu cariño.
Al llegar a casa júntalos y pasa tiempo de calidad con los dos. Es importante que sepas que si bien un perro "nuevo" en la familia representa una compañía para el perro "viejo", de ninguna manera, es una sustitución de tu presencia y tu cariño.
¿Ha funcionado?
Sabrás que tu perro está contento y se está acostumbrando a la
presencia del nuevo integrante, cuando este no lo persiga todo el tiempo
oliendo sus pasos, esté ansioso oliendo cada lugar por donde ha estado o
simplemente lo deje hacer su vida normal dentro de casa. Será la forma
indirecta que tendrá tu perro para darle la bienvenida a su, ahora, nuevo amigo.
Otros tips para el exito
- Empareja personalidades: Si tu perro es viejo y tranquilo, no traigas a casa a un perro hiperactivo, busca uno de carácter tranquilo como él. Debemos intentar que todos se sientan a gusto.
- Suficiente para todos: Juguetes, camas, boles de comida... También nos referimos a tu presencia. Ellos te necesitan y ahora tus manos, besos y caricias deben multiplicarse por dos, así como todos los objetos personales de cada uno.
- Se consciente del lenguaje corporal y está atento a las señales que se emitan entre ellos pero tampoco les agobies ni les fuerces a interactuar. Los gruñidos pueden ser simples alertas como un "déjame en paz" así que si no pasa nada más, no debes preocuparte.
- Evita los celos, asegúrate de darle a cada uno su atención personal y al mismo tiempo su atención grupal.
No olvides que pueden surgir conflictos, por esa razón antes de la adopción de tu perro valora si estás preparado para asumir un gasto extra en el caso que tuvieras que contactar con un etólogo o educador canino.
Publicado en Experto Animal