lunes, 25 de junio de 2018

TU PERRO ¿ES OPTIMISTA O PESIMISTA?


El año pasado, un grupo de investigadores del Centro de Comportamiento Animal de la Facultad de Psicología de Queen's University, en Belfast, realizó un estudio para analizar la relación entre la preferencia de pata y el estado de ánimo optimista o pesimista de un perro. Los resultados del estudio fueron publicados en Journal of Comparative Psychology.

Los resultados del estudio sugieren que los perros que utilizan su pata izquierda son propensos al pesimismo

Los investigadores evaluaron las preferencias de pata de 30 perros por medio de la "prueba de bola de Kong" que evaluaba qué pata utilizaban los perros para estabilizar un Kong con alimento.


Los autores del estudio obtuvieron la siguiente conclusión a través de sus descubrimientos:

"El estudio indica una posible relación entre el sesgo cognitivo y la preferencia de pata del perro, en el cual los animales que utilizaban la pata izquierda eran más negativos o 'pesimistas' en su perspectiva cognitiva, en comparación con los que utilizaban la pata derecha o eran ambidiestros.

Se ha planteado que las pruebas de preferencia de extremidades podrían proporcionar una forma más práctica y directa de identificar a las personas en riesgo de tener un bienestar deficiente, en función de cómo perciben el mundo, que las pruebas de sesgo cognitivo que requieren más tiempo".
Si te preguntas por qué la preferencia de pata izquierda o derecha de tu perro está relacionada con su estado emocional, es una cuestión de los hemisferios izquierdo-derecho.


Así es como Karen London, PhD, especialista certificada en comportamiento animal lo explica en un artículo reciente para la revista Bark:

"La tendencia de un animal a una reacción negativa o positiva hacia el mundo está relacionada con qué hemisferio del cerebro es el más dominante. El procesamiento emocional que se realiza en cada lado del cerebro es diferente.

El lado izquierdo del cerebro inhibe el miedo, por lo que es más probable que lo estimule explorar sus alrededores y hacia nuevos estímulos.Es más probable que el lado derecho del cerebro promueva la supresión de nuevos estímulos y procese datos de temor.

Debido a que cada lado del cuerpo es controlado por el hemisferio opuesto del cerebro, los perros que emplean la pata izquierda son más propensos a utilizar el lado derecho del cerebro con mayor frecuencia y los perros que emplean la pata derecha están más inclinados a utilizar el lado izquierdo más consistentemente.

Eso significa que los perros que usan su pata izquierda tienen un mayor riesgo de presentar problemas emocionales en situaciones difíciles".
Con base en estos resultados, en un mundo ideal, todos los perros emplearían la pata derecha y utilizarían el hemisferio izquierdo.


El estudio de seguimiento demuestra que la preferencia de pata depende de la actividad

Curiosamente, un estudio posterior realizado por el mismo equipo de conductistas animales confundió un poco la cuestión. Al parecer los estudios anteriores sobre la preferencia de pata--incluyendo el que describí anteriormente--solo recurrieron a una prueba única (la prueba de la bola de Kong) para determinar la preferencia de pata.
Eso significa que realmente no tenemos la certeza de si los perros manifiestan alguna preferencia consistente en sus patas, o si la pata que prefieren cambia en función de la actividad que realizan. Por ejemplo, tal vez los perros que utilizan constantemente su pata derecha para estabilizar un Kong lleno de premios son más propensos a guiarse con su pata izquierda cuando comienzan a bajar un tramo de escaleras.


Para su estudio de seguimiento, los investigadores evaluaron la preferencia de pata con cuatro pruebas diferentes en 32 perros, y repitieron el estudio seis meses después con un grupo más pequeño de los mismos perros, para verificar las preferencias a lo largo del tiempo.
Las cuatro pruebas incluyeron a la Prueba de la bola Kong descrita anteriormente, la Prueba de Cinta para saber qué pata utilizaban los perros para tratar de quitar una pequeña cinta adhesiva pegada a su nariz, la Prueba de Levantamiento de Pata para saber qué pata utilizaban para "dar la pata", y la Prueba del Primer Paso para saber qué pata empleaban más cuando bajaban un escalón.


Cada una de estas cuatro pruebas incluyó múltiples solicitudes de uso de pata para evaluar la fuerza y dirección de preferencia.
Los resultados del estudio demostraron que los perros manifestaban una preferencia definida de pata en las pruebas de bola Kong y Levantamiento de Pata, pero estaban significativamente más inclinados a utilizar cualquier pata en las pruebas de Cinta y Primer Paso.
Curiosamente, una mayoría de hembras utilizó su pata derecha en la Prueba de Levantamiento de Pata, mientras que los machos eran más propensos, ya sea a levantar cualquier pata o emplear su pata izquierda.


Según los autores del estudio:

"Estos hallazgos sugieren que la preferencia de pata en los perros no es consistente entre las actividades, aunque si es constante a lo largo del tiempo. El estudio plantea preguntas sobre qué prueba de preferencia de pata es la más adecuada para hacer el análisis".
Los resultados indican que tal vez no haya una verdadera "tendencia de pata" en los perros, lo que significa que es posible que no sea un buen indicador del estado de ánimo optimista o pesimista de un perro.

¿Acaso te preguntas si tu perro es optimista o pesimista?

La creencia popular sostiene que los animales que demuestran una mayor expectativa de resultados positivos son optimistas, mientras que los que están más inclinados a resultados negativos son pesimistas.
Hace algunos años, un estudio de la Universidad de Sídney evaluó el estado de optimismo en 40 perros de diversas razas y edades. Los investigadores reprodujeron dos tonos para los perros, los cuales tenían dos octavas de diferencia.
A los perros se les enseñó que si tocaban un objetivo cuando se reproducía uno de los tonos, obtendrían leche (la cual preferían) como recompensa. Al tocar el objetivo cuando sonaba el otro tono solo les proporcionaría agua.


Una vez que los perros aprendieron a diferenciar los dos tonos, los investigadores tocaron tonos situados entre las dos octavas. Algunos perros tocaron el objetivo repetidamente cuando escuchaban los tonos ambiguos, por lo cual fueron considerados optimistas, porque seguían esperando que los tonos ambiguos dieran como resultado una recompensa.
Pero algunos de los perros se pusieron ansiosos cuando los tonos ambiguos no produjeron la recompensa de la leche, y rápidamente se dieron por vencidos. Según la Dra. Melissa Starling de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad de Sídney y autora principal del estudio:

"Los perros pesimistas parecían estar mucho más estresados por fallar en la tarea que los perros optimistas. Se quejaban y rondaban, y evitaban repetir la actividad, mientras los perros optimistas se mostraban imperturbables y continuaban".
Los autores del estudio consideran que los perros pesimistas no son infelices—simplemente, están más cómodos con seguir una rutina predecible y necesitan ser estimulados para intentar actividades nuevas.


¿Podrían algunos perros ser realmente pesimistas... o solo son realistas?

Marc Bekoff, profesor emérito de la Universidad de Colorado y especialista en comportamiento animal reconocido a nivel internacional, no está seguro de si los perros que dejaron de intentar responder a los tonos ambiguos podrían etiquetarse como pesimistas. Especula que tal vez solo eran realistas, por lo que dejaron de buscar la recompensa de leche que nunca obtendrían.
Bekoff sugiere que un perro que en verdad es pesimista patológico podría generalizar su fracaso en la tarea de la leche y el agua, y seguir demostrando menos interés en otras tareas que no están relacionadas con la recompensa. No obstante, sí cree que los perros exhiben rasgos de personalidad optimista o pesimista--en especial los perros que fueron maltrados en sus primeras etapas de vida.


Esos animales, indica Bekoff:

"... realmente no se esforzarán tan arduamente para obtener cariño o afecto, debido a que han fallado antes. Considero que está perfectamente justificado decir que hay perros optimistas y pesimistas--y que las personas podrían cambiar su comportamiento".
En mi experiencia, casi siempre hay una razón para el comportamiento inapropiado de un perro, incapacidad para adaptarse a ciertas situaciones, o "pesimismo". Algunas veces nunca llegamos a conocer cuál es el motivo, en particular con una mascota que llega nuestra vida siendo un adulto.