La gente que no quiere dejar de fumar para mejorar su salud puede
hacerlo ahora para ahorrar a sus mascotas los efectos secundarios
dañinos del tabaco, según afirmaron investigadores estadounidenses.
El
28% de quienes tienen mascotas y fuman estarían dispuestos a dejarlo si
se demostrara que el humo podría afectar a sus perros, gatos y otros
animales, afirmaron los investigadores en un escrito en la publicación
Tobacco Control.
Otro 11% dijo que se plantearía dejarlo.
"No significa necesariamente que la gente quiera más a sus mascotas que a sí mismos o a sus niños,
sino que se trata de otro factor motivante para que se planteen dejar
de fumar", dijo Sharon Midberger, del Sistema de Salud Henry Ford en
Detroit y directora del estudio, en una entrevista telefónica.
Milberger dijo que pedir a los fumadores que dejen el hábito por sus mascotas puede ser una manera nueva para hacerles tirar sus cigarrillos.
De los 71 millones de personas con mascotas en Estados Unidos,
aproximadamente una quinta parte son fumadores, según Milberger.
Poco menos del 20% de los estadounidenses fuma, según el centro estadounidense de control y prevención de enfermedades.
Además del daño a las personas, los estudios indican que puede aumentar las posibilidades de una mascota de sufrir cáncer de pulmón, alergias, enfermedades en ojos y piel y problemas respiratorios, según los investigadores.
Los descubrimientos se basaron en una encuesta online a 3.293 estadounidenses con mascota, la mayoría de Michigan.
Entre
los no fumadores que tenían mascota y vivían con alguien que fumaba, el
16% aseguró que le pedirían que dejase de fumar y un 24% que lo
hicieran fuera de casa, según el estudio.
"Es difícil de creer que
haya algún fumador que a estas alturas no sepa que fumar es malo tanto
para él como para la gente a su alrededor", explicó Milberger.
Publicado en Cadena Ser