Los perros pueden llegar a ser grandes compañeros cuando hacemos deporte. El ejercicio y el movimiento son tan beneficiosos para ellos como para nosotros.
Si somos aficionados al “running”, correr con nuestro perro
es una excelente idea. Sin embargo, debemos tener en cuenta diez
consejos para hacerlo correctamente y mantenerlo sano y fuerte:
2-Comenzaremos gradualmente, adaptando el ritmo poco a poco y no forzando a nuestro perro hasta que adquiera una forma física adecuada.
3-¡Cuidado con sus almohadillas! Si aumentamos el tiempo de ejercicio lentamente, se endurecerán y serán menos susceptibles a lesiones. Si le duelen u observamos alguna herida o abrasión, serán necesarios unos días de descanso.
4-La hidratación es fundamental. Debemos llevar suficiente agua para él, además ha de estar acostumbrado a beber de una botella de agua o un bebedero portátil. El agua estará fresca, pero no fría.
5-Si ejecutamos cambios en la ruta, éstos deben ser suaves y paulatinos. Así habrá menos impacto en las articulaciones del perro.
6-Aunque esté bien entrenado, debe ir sujeto por una correa y tenemos que buscar la sujeción más cómoda para él, utilizando un arnés adecuado.
7-Si corremos en verano o con altas temperaturas, debemos evitar aquellas horas del día en las cuales son más altas. Si no lo hacemos así, cabe la posibilidad de que nuestro perro sufra un colapso o golpe de calor, que podría tener graves consecuencias.
8-Debemos dejar transcurrir al menos dos horas desde la última comida del perro antes de ir correr juntos. De otro modo, podríamos correr el riesgo de que sufriese una dilatación o torsión de estómago. Por ello, es más conveniente alimentarlo después del ejercicio, tras dejarlo reposar al menos media hora, y hacer sólo una toma ligera unas horas antes.
9-Un buen calentamiento antes de la jornada y estiramientos posteriores ayudaran a mantener sus articulaciones sanas, flexibles y sin riesgo de lesiones.
10-Ante cualquier molestia o signo de dolor, debemos detener la actividad y, si lo estimamos conveniente, consultar con nuestro veterinario.
Publicado en El Blog de Arion