Cuando un amigo nos sonríe, le devolvemos la sonrisa de forma automática. Cuando bosteza a nuestro lado, nos entran ganas de hacer lo mismo. Es lo que se llama contagio emocional, una forma básica de empatía que no solo es propia de los seres humanos. Los orangutanes y los chimpancés, por ejemplo, también son capaces de repetir de inmediato las expresiones faciales de sus congéneres. Y ahora un equipo de investigadores ha descubierto que los perros se suman a la lista de imitadores emocionales. Nuestros mejores amigos son empáticos. Seguramente si es el dueño de un can, esta noticia no le resultará tan novedosa.
Investigadores del Museo de Historia Natural de la Universidad de Pisa (Italia) explican que el contagio emocional puede estar vinculado a la mímica facial, una respuesta automática y rápida, de menos de un segundo, por la que se imitan las expresiones faciales de los demás. Los científicos lo comprobaron con perros domésticos. En su experimento, dado a conocer online en Royal Society Open Science, grabaron en vídeo las sesiones de juego de 49 perros (26 hembras y 23 machos), de tres meses a seis años de edad, en un parque de Palermo. En concreto, se fijaron en dos movimientos, uno corporal y otro facial. El primero se conoce como arco de juego, y es una postura típica de los canes que quieren empezar a divertirse. El segundo es otra señal clásica, una expresión relajada con la boca abierta, propia de los canes dispuestos a pasar un buen rato.
Resulta que durante sus interacciones lúdicas, la mayoría de los perros mostraron una respuesta mímica fuerte y rápida, inferior a un segundo, después de percibir estas expresiones en sus compañeros de juegos. Además, estos intercambios emocionales fueron más intensos entre los perros que ya se conocían y habían jugado juntos antes regularmente. Los científicos también comprobaron que los animales que compartían estas señales jugaban juntos durante más tiempo.
Un dato a tener en cuenta la próxima vez que saque a su mascota al parque.
Un dato a tener en cuenta la próxima vez que saque a su mascota al parque.
Publicado en ABC
By Virginia Morell
Laugh and your best friend will probably join in. Her face will also instantly mimic your mirthful expression. Scientists call this emotional contagion (it also happens when someone yawns), and regard it as a basic form of empathy—the ability to experience what someone else is feeling. But humans aren’t the only animals who automatically and rapidly mimic each other’s expressions. Orangutans, chimpanzees, and geladas do as well. Now, researchers report online today in the Royal Society Open Science that dogs do, too. The scientists’ video recorded the play sessions of 49 dogs (26 female and 23 male), ranging in age from 3 months to 6 years, at a dog park in Palermo, Italy. They evaluated the videos for evidence of rapid mimicry—that is, dogs who in less than 1 second matched their playmate’s play postures (such as a bow) or facial expressions. In the video above, for example, one dog gives the other what the researchers call a “relaxed open mouth” expression—a dog’s signal for “let’s play.” And the second dog automatically makes the same expression with his mouth. Seventy-seven percent of the dogs rapidly mimicked the play bows and play faces of their dog pals, the scientists report. And like humans and other primates, the dogs most often experienced this emotional sharing with canines they knew well and played with on a regular basis. Dogs that shared at least one moment of rapid mimicry also played together longer—further evidence, the scientists say, that dogs are likely empathetic.