El cambio de color del pelo en un can podría ser algo normal en algunos casos, pero en otros es un signo de alguna enfermedad. Si bien es necesario llevar a la mascota con el médico veterinario para un diagnóstico preciso, también hay problemas de salud como estrés, vitiligo, alteraciones hormonales, hepatitis, sarna, tumores y otros que pueden ser detectados observando cambios en el tono del pelaje.
Cuando el pelo de los canes tiene un color distinto al blanco, se dice que está pigmentado, si está mas oscuro de lo normal, está hiperpigmentado y al tornarse más claro de lo que suele ser está hipopigmentado.
Si el propietario detecta que el color del pelaje de su perro ha cambiado, es señal de una posible enfermedad, así que serán necesarias pruebas de diagnóstico adicionales como análisis de sangre, muestras de piel, evaluación microscópica y otras más que el especialista en salud canina indique.
Causas de cambios en el color del pelaje canino
La edad
Al igual que sucede en los humanos, con el paso de los años el pelaje de las mascotas suele volverse de un color grisáceo, les salen canas, pero no suelen aparecer en todo su pelaje sino en ciertas zonas como su hocico o rostro.
Estrés y ansiedad
Cuando un canino se estresa constantemente o padece ansiedad, su cuerpo produce una cantidad insuficiente del pigmento de su cabello y éste suele tornarse blanco.
Genética
Un perro joven puede mostrar cambios en el tono de su pelaje por genética, incluso los perros sanos pueden ser genéticamente propensos al envejecimiento prematuro y hasta algunos cachorros pueden tener el cabello canoso que puede comenzar a volverse más plateado con el paso de los años.
Vitiligo
En algunos casos, el color del pelo en un perro se vuelve blanco por vitíligo, que se produce por una insuficiencia de pigmentación y se puede ver en forma de parches de su piel y pelaje.
Problemas de salud
Las alteraciones hormonales, hepatitis, fiebre manchada, sarna y tumores son posibles causantes de modificaciones en el tono del pelaje. El hipotiroidismo y la enfermedad hepática y renal son también dos enfermedades a tener en cuenta, ya que en ocasiones las toxinas no se eliminan del cuerpo lo suficientemente rápido.