martes, 26 de enero de 2021

LAS MUTACIONES HICIERON DÓCIL AL GATO


Las primeras evidencias arqueológicas de la coexistencia de gatos y humanos encontradas en Chipre, apuntan a que los gatos, como los perros, fueron domesticados hace unos 10.000 años, coincidiendo con el neolítico y la agricultura.
Liderado por científicos estadounidenses y con participación del Laboratorio de Genómica Comparada de la Universidad Pompeu Fabra -UPF- se publicaba en 2014 un estudio que analizaba el genoma del gato doméstico. A partir del mismo, y tras secuenciar los cerca de 20.000 genes de Felis silvestris catus, nombre científico con el que se conoce a esta, una de nuestras mascotas favoritas, se ha podido observar las diferencias en términos biológicos, evolutivos y de comportamiento respecto de otras especies de la familia de los felinos en particular como el gato montés o el tigre; y otro mamíferos en general, como el el perro, la vaca o el propio ser humano.


Según la información proporcionada por la agencia de noticias SINC, las conclusiones del trabajo liderado por Tomás Marqués-Bonet, investigador ICREA del departamento de Ciencias Experimentales y de la Salud -CEXS- de la UPF, y publicadas en la revista especializada PNAS, identificaban en este estudio 281 genes con mutaciones exclusivas del gato doméstico.


Los gatos salvajes del Paleolítico han evolucionado hacia los actuales gatos domésticos gracias a cambios genéticos que les hicieron ser más dóciles para obtener alimento, con muy buena memoria y más asustadizos, aunque de esta última característica todavía no se sabe exactamente la causa. En el análisis comparativo se "han seleccionado una colección de genes que tienen que ver con los mecanismos de recompensa", explica Marqués-Bonet, coautor del trabajo. Y, como ha añadido, "esto se explica porque los gatos han aprendido a hacer bondad a cambio de comida". Aunque los científicos no encuentran una buena explicación de por qué son más ariscos, "quizá sea por prudencia o debido al azar", sostiene.


Los felinos; animales territoriales

Además, los investigadores han podido observar en su genoma evidencias de la buena memoria de los gatos domésticos y de su excelente oído y visión. Esto concuerda con el hecho de que los felinos son animales territoriales que deben reconocer vastas extensiones de terreno en el que, para sobrevivir, deben sorprender a sus presas. De ahí las ventajas de cogerlas por sorpresa incluso en la oscuridad.


El estudio de la rápida evolución que han experimentado los animales domésticos, como los gatos y los perros, sirve para seleccionar los genes responsables de estos cambios y en qué rasgos intervienen. Ayuda a "interpretar los genomas", indica Marqués-Bonet, y esto ayuda al mismo tiempo a "comprender mejor nuestro genoma", concluye.



Publicado en National Geographic