El naturalista sueco Carlos Linneo ocupa, sin lugar a dudas, un puesto de honor en la historia de la Biología. Convertido en uno de los científicos más importantes del siglo XVIII, Linneo, que fue botánico y zoólogo, fue el artífice de la famosa clasificación de los tres reinos de la naturaleza (animal, vegetal y mineral) que todavía hoy utilizan los científicos.
El 24 de mayo de 1753, el naturalista Carl Von Linné (conocido en España como Carlos Linneo) publicó el primer volumen de su obra Species plantarum. Linneo, nacido el 23 de mayo de 1707 en la localidad sueca de Rashult, editó originalmente su obra en dos volúmenes en los que recogía todas las especies de plantas conocidas, alrededor de 6.000. Entre los años 1762 y 1763 aparecería una segunda edición y, finalmente, en el año 1764, una tercera y definitiva con algunas correcciones y material complementario.
Portada de la obra cumbre de Carlos Linneo, Species Plantarum.
Pero ¿por qué es tan importante la obra de Linneo para la Taxonomía Botánica? Esta ciencia estudia los principios, métodos y fines de la clasificación, y el naturalista sueco propuso un nuevo sistema de clasificación que permitía una identificación de las plantas mucho más fácil y rápida. De hecho, el método de Linneo salvó a todos los naturalistas que en aquella época empezaban a explorar África y Oceanía (donde descubrían especies nuevas continuamente) del caos de nomenclaturas en el que estaban sumidos. De este modo, la nomenclatura binomial propuesta por Linneo era un sencillo método para poner "nombre y apellidos" a todos los seres vivos. Antes de ello, todo resultaba bastante más complicado.
Ilustración realizada en el año 1885 de la Rosa canina.
Por ejemplo, unos botánicos llamaban a la rosa silvestre Rosa sylvestris inodora seu canina y otros Rosa sylvestris alba cum rubores. Linneo estableció que todos denominaran de la misma manera a aquella planta. Así, el naturalista la bautizó como Rosa canina: un nombre, Rosa, escrito en mayúscula y en cursiva, para identificar el género (un grupo compartido por varias especies) y un segundo nombre, canina, escrito en minúscula y en cursiva, para designar a la especie concreta.
Hijo de un pastor luterano, Carlos Linneo asistió a la escuela secundaria y se matriculó en la Universidad de Lund para iniciar sus estudios de Medicina. El médico y naturalista sueco, Kilian Stobaeus, apoyó al joven en sus estudios ofreciéndole su amplia biblioteca, su colección de minerales y un "gabinete de curiosidades", donde exponía su extensa colección de conchas, aves y plantas. El joven Linneo pasaba asimismo muchas horas en el jardín botánico de la universidad y en la institución trabó amistad con otros naturalistas, como Peter Artedi, Olaus Celsius y Olof Rudbeck.
En 1732, la Real Sociedad de Ciencias de Upsala propuso financiarle un viaje de exploración a Laponia con el objetivo de estudiar los recursos naturales que poseía aquella remota región. Fruto de aquellas actividades fueron sus obras Iter lapponicum (1732) y Flora lapponica (1737).
Poco después de regresar a Upsala, en 1733, Linneo emprendió otro viaje, esta vez a la región minera de Falun, donde se interesó por su economía, pero, por encima de todo, por su historia natural. Durante su estancia allí, un antiguo compañero de estudios, Claes Solberg, propuso a Linneo que le acompañara en un viaje que tenía previsto realizar a Holanda, desde donde recorrerían diversos puntos del continente europeo. Linneo no dudó en aceptar, y durante ese periplo conoció a varios científicos de la talla de Johannes Burman, director del jardín botánico de Ámsterdam, y Albert Seba, un farmacéutico que poseía una pequeña, pero notable colección de curiosidades naturales. Burman ayudó a Linneo en la publicación de dos libros: Fundamenta Botanica (1736) y Bibliotheca Botanica (1736), en los que el sueco plasmaba su visión de cómo tenía que ser un sistema de clasificación botánica.
Publicado en National Geographic