viernes, 6 de mayo de 2022

PRIMAVERA Y MASCOTAS

Días de sol radiante que ya anuncian la llegada del verano, alternados con otros con lluvia, viento e incluso frío... esos son los ingredientes de la primavera. Nos afecta a los humanos y también a nuestras queridas mascotas en gran medida. 

En palabras de Joaquím Toset, veterinario nos responde primero de todo a la pregunta de qué especies son más sensibles de los cambios de estación y afirma que «no tendríamos que hablar tanto de especies, sino más bien de individuos. Es decir, cada animal tiene una preparación y una forma diferente a los cambios de estación, ya sea por edad, tamaño o patologías previas».

Alergia al polen

Los perros, al igual que los humanos, pueden sufrir alergias no solo al polen; sino también a otros alérgenos. Los humanos suelen mostrar síntomas respiratorios, sin embargo los principales síntomas en el caso de los perros son dermatológicos. «El tratamiento de este tipo de situaciones se basa en evitar el contacto con el alérgeno si sabemos cuál es y si es posible evitarlo... cosa que no siempre es fácil», asegura Joaquím Toset. Es por ello por lo que, con toda probabilidad será necesario añadir medicación y, sobre todo, en el caso particular de la alergia al polen, son muy importantes los baños terapéuticos, ya que ayudan a calmar la piel y a retirar la acumulación de alérgeno y carga bacteriana.


Pasos a seguir

A la cuestión de cuáles son los pasos a seguir para prevenir los parásitos en las mascotas con la llegada de la primavera, la respuesta depende de la zona y el clima ya que en el caso de los parásitos externos pueden hacer acto de presencia cuando comienza la estación o incluso antes de que llegue. Por eso, es importante empezar a proteger a nuestras mascotas cuanto antes. La manera de hacerlo es empleando productos repelentes que actúan con moléculas que evitan el contacto de los parásitos con las mascotas, evitando de esta manera las picaduras. «Es importante que, una vez escogido el tratamiento adecuado, hay que ser estrictos con las pautas de administración y, sobre todo, nos fijemos contra qué actúa el producto, ya que no todos son efectivos contra los mismos parásitos», comenta Joaquím Toset.


Abanico de antiparasitarios

A la hora de elegir el adecuado hay que tener en cuenta varios factores: 

Duración: dependiendo de la marca esta es diferente. También hay pipetas antiparasitarias.

Edad y tamaño: para cachorros de menos de 7 semanas de edad no es recomendable su uso. Sin embargo existen sprays repelentes que se puede usar -con cuidado- desde los dos días para proteger al cachorro de piojos o pulgas. En el caso de las pipetas hay que tener muy en cuenta el peso del animal para que sean más efectivas. Recomendamos que para una mayor protección los especialistas recomiendan el uso combinado de pipetas con el collar. Estos productos se encuentran en la actualidad en grandes superficies y tiendas de mascotas.

Ojito con algunos insectos

Otro factor que hay que tener en cuenta son aquellas enfermedades que pueden provocar a las mascotas. Los más comunes son la pulga, la garrapata y el mosquito flebótomo, este último responsable de la leishmaniosis. La leishmaniosis, transmitida por el flebótomo es la más conocida, pero hay más como la ehrlichiosis transmitida por la garrapata o la mycoplasmosis transmitida por la pulga. Por ello, señalan que para evitar males mayores lo más importante es la prevención para evitar que el parásito no transmita ninguna enfermedad al organismo y nuestra mascota no se vea afectada.

Época de muda de pelo

En palabras de Joaquím Toset, la muda del pelo es un proceso completamente natural y necesario para nuestras mascotas pero «debemos controlarlo para estar seguros de que no hay nada fuera de lo normal, ya sea caída exagerada o zonas de alopecia», lo cual ya sería un motivo para llevarlo al veterinario. También es muy importante dedicarle un poco tiempo para retirar la muda que se queda enganchada en el animal, evitando al mismo tiempo la acumulación de nudos y suciedad. Una buena cepillada viene de maravilla.

Mucho cuidado con la procesionaria

Otro de los factores importantes a tener en cuenta en esta época del año es la aparición de la oruga procesionaria. Su leve contacto puede llegar a producir una reacción inflamatoria en los perros que se acercan a ellas para olerlas o incluso lamerlas. Por culpa de ellas un tranquilo paseo puede convertirse, en algunos de los casos, en una lucha por salvarle la vida. Les recomendamos que si mientras pasea con su perro y detecta un pino con esas bolas algodonosas (son sus nidos) avise de inmediato al servicio municipal para que las retire.

Estas una vez que eclosionan invaden aceras y jardines y esos «bichitos» se convierten en uno de los peores enemigos de nuestros perros -sobre todo los que tienen el síndrome de perro aspiradora- y los niños que jueguen cerca de ellas. Lo menos que producen es escozor; pero pueden complicarse las cosas y llegar a graves extremos si no se coge a tiempo. Es es importantísimo reaccionar rápidamente en caso de ingesta para evitar consecuencias nefastas y acudir de inmediato al veterinario.

Antes para ir adelantando y evitar males mayores hasta que lleguemos a la consulta veterinaria el primer paso de emergencia consiste en lavar la zona afectada para diluir el tóxico, evitando eso sí que se trague los pelos y siempre de forma que éstos sean expulsados hacia el exterior. Lo ideal es realizar este lavado con suero fisiológico (una buena idea es llevarlo con sus cosas, siempre a mano por si acaso) pero, en caso de que esto no sea posible, podremos lavarle también con agua templada. Muy importante, eso sí, es que en ningún caso frotemos, ya que podríamos romper los pelos urticantes y liberar la toxina, que es justo lo que queremos evitar. Por último, un consejo, en el caso de que vayamos de viaje a una zona de riesgo y alejada de clínicas veterinarias, es recomendable llevar con nosotros, en el botiquín, un medicamento para detener una posible reacción. Para todo esto consultar con el veterinario.


Publicado en ABC