domingo, 18 de septiembre de 2022

SEÑALES DE ESTRÉS EN LOS GATOS


¿Encuentras a tu gato diferente? ¿Su comportamiento ha cambiado? Quizás en su ansiedad esté la respuesta. Hablamos sobre estrés en gatos, cómo detectarlo y qué hacer.
 
Conocer el lenguaje de nuestros gatos es básico para conseguir una buena convivencia. Estos pequeños felinos muestran en ocasiones de manera muy sutil su nerviosismo o incomodidad, y detectar estas señales de estrés es esencial para poner remedio y evitar problemas de conducta y salud.


¿Qué situaciones pueden provocar el estrés en el gato?
Los gatos son animales muy sensibles y pueden estresarse ante distintas situaciones cotidianas como:
-Cambio de horarios.
-Cambio de pienso, arena o de la ubicación de comederos y/o areneros.
-Cambio de mobiliario.
-Llegada de nuevos animales.
–Llegada de un bebé.
-Estrés o nerviosismo en las personas que conviven con él en el domicilio.
Anticiparnos a estas situaciones para ayudar a nuestro gato a adaptarse fácilmente puede evitar que sufra episodios de estrés. Es importante, por tanto, que las tengamos en cuenta y, en la medida de lo posible, pongamos remedio con la mayor celeridad.


¿Cuáles son las señales de estrés en un gato? ¿Cómo saber que tiene ansiedad?
Para aprender cómo detectar si nuestro gato se encuentra estresado, vamos a ver los distintos cambios que pueden darse en su comportamiento habitual y que nos pueden indicar que algo no va bien:
 
1.- Eliminación inadecuada
Un gato puede comenzar a orinar o defecar fuera del arenero por problemas de salud, cambios en el arenero o el sustrato, o por estrés. Si no hemos realizado ningún cambio en la bandeja sanitaria y nuestro veterinario ha descartado problemas de salud, debemos analizar qué cambios ha habido en casa o en nuestra rutina que hayan podido estresar a nuestro gato.


2.- Comportamiento compulsivo
El comportamiento compulsivo puede darse de varias formas como lamido excesivo (que puede dejar calvas en su pelaje), perseguir su propia cola, comer objetos como hilos o cuerdas (este trastorno se denomina pica)…
 
3.- Agresividad
Si notamos un cambio en la actitud de nuestro gato y empieza a evitarnos o incluso se muestra agresivo, nos está diciendo que algo le molesta. En casos de estrés, son más habituales episodios de agresividad redirigida (el gato se asusta por algo y reacciona atacando a quien tiene más cerca).


4.- Cambios en la alimentación
Ante situaciones de estrés es posible que nuestro gato empiece a comer en exceso o deje de comer. Es importante detectar sobre todo esto último porque un gato que no coma durante varios días puede sufrir lipidosis hepática.
 
5.- Aumento de las vocalizaciones
Hay gatos más parlanchines que otros, pero nosotros conocemos muy bien a nuestros compañeros felinos y si empieza a maullar en exceso o cambia el tono del maullido conviene revisar que todo marcha bien.

 
6.- Conflictos en casa
Si dos animales convivían de forma pacífica y de repente empiezan a pelear o a mostrar problemas de convivencia, debemos revisar que ambos se encuentren bien.

¿Cómo actuar ante situaciones de estrés en gatos?
Si detectamos alguna de las señales anteriores o notamos cualquier cambio de comportamiento en nuestro gato, siempre debemos acudir en primer lugar al veterinario. Una vez realizado un chequeo, si todo está correcto, podremos asumir que se trata de estrés.
Nuestro veterinario puede darnos algunas pautas y, si no está formado en etología felina, lo ideal es acudir también a un experto en el comportamiento del gato para que nos ayude a detectar qué está provocando esa situación y, así, poner remedio cuanto antes para corregirlo.