Cada vez hay más parques para perros. Eso está bien. Los perros necesitan lugares dentro de la ciudad donde puedan estar sin correa con otros perros y personas. La teoría dice que son buenas zonas para la socialización del perro. Aunque en la práctica no es tan sencillo. Tú, como propietario de uno o varios perros, seguro que habrás vivido alguna pelea entre perros y que, en ocasiones, habrás sentido que es mejor marcharte con tu perro o perros a otro lugar que permanecer allí. El juego entre perros puede llevar a que ocurran estas peleas pero ¿qué las desencadenan? ¿cómo evitarlas? ¿qué factores intervienen?
Un equipo de investigación de la Universidad de Florida se hizo estas mismas preguntas y realizaron un estudio grabando los juegos de los perros en parques caninos. Es importante resaltar que las interacciones entre perros dependen mucho del contexto, por lo que las conclusiones a las que llegaron no hay que tomarlas al 100%.
¿Qué factores observaron?
1. El tamaño del parque es muy importante. Grandes parques para perros tenían menos casos de agresión que los pequeños. El área del recinto afecta a cómo interactúan unos perros con otros. La interacción continua entre los perros sin poder distanciarse entre ellos para regular sus estados emocionales hace que el estrés aumente de forma progresiva y se incremente la probabilidad de episodios agresivos. (En España, los responsables de la planificación y puesta en marcha de estos parques no están teniendo en cuenta este pequeño gran detalle, ¿será porque son personas no entendidas en perros y no se asesoran con profesionales caninos? ¡En fín!).
2. El juego con alto contacto físico lo practicaban perros bastante familiarizados con los demás.
3. Existen precursores o indicios comunes que se pueden observar antes de las agresiones: vocalizaciones (ladridos, gruñidos...) y el erizamiento de los pelos cerca de la cola del perro. Además, observaron que más de la mitad de los perros que escondieron sus colas entre las patas en algún momento (miedo/inseguridad) llegaron a ser agresivos.
4. Los propietarios no intervinieron lo suficiente. Solo en el 5% de los juegos los dueños tuvieron una participación activa. Esto es muy revelador: hay muchas más probabilidades que dos perros que estén jugando se peleen si no está presente en ese juego una persona. Por lo tanto, debe haber una supervisión activa del juego del perro con otros perros y no dejarles sin ningún control. Cosa que muchos dueños hacen y es un error muy común, ¡no lo cometas tú!
Los parques para perros ni son para todos los perros ni para todas las personas. Antes de entrar a un recinto como éste, tú, como dueño responsable de tu perro y que quieres preservar su seguridad, debes practicar y tener un mínimo de control del perro para poder salir de situaciones comprometidas o incómodas. Está muy bien que cada vez haya más parques, pero ello obliga a que los propietarios sean más conscientes de su responsabilidad y que tengan que invertir tiempo en la educación de sus perros. No solo dedicarse a sacar al perro a la calle porque lo necesita.
La socialización de un perro no consiste en soltarle para que corra sin control con otros perros en un clima de desmedida excitación. Si tienes un cachorro que quieres socializar, en mi opinión, los parques caninos no son la mejor opción. Lo mejor es que vea y esté con otros perros en zonas más tranquilas donde también puedan jugar y aprenda a estar rodeado de perros de forma más calmada.