domingo, 9 de julio de 2023

¿QUÉ FRUTAS PUEDE COMER MI GATO?

El gato doméstico, Felis catus, es un mamífero carnívoro estricto, lo que quiere decir que su sistema digestivo se ha desarrollado para digerir principalmente alimentos de origen animal. O dicho de otra forma, un gato doméstico no puede sobrevivir alimentándose de frutas o verduras como alternativas a la carne.

Requieren, asimismo, un consumo de proteínas de origen animal muy alto para mantener su salud en óptimas condiciones y satisfacer sus necesidades nutricionales. Entre los aminoácidos esenciales que necesitan los gatos domésticos se encuentra la arginina, que desempeña una función crucial en su metabolismo. Este aminoácido lo obtienen a través de su alimentación de origen animal, y la falta de la arginina puede provocarles graves consecuencias para la salud, como problemas hepáticos, debilidad y letargia. Además de la arginina, es imprescindible en la dieta felina proveerles de alimentos ricos en taurina, fibra y metionina.

Sin embargo, es común que muchos gatos domésticos se cansen de consumir siempre el mismo tipo de alimento, por lo que es importante brindarles cierta diversidad en su dieta. Podemos incorporar nuevos alimentos adecuados para ellos o incluso añadir golosinas saludables para enriquecer su alimentación. Entre estas opciones, existen algunas frutas que se consideran beneficiosas para los gatos.Es importante tener en cuenta que la fruta no puede ser una parte significativa de la dieta de un gato. Se debe considerar como una golosina muy ocasional. Puede ofrecerse pequeñas cantidades de fruta apta una vez a la semana o cada 10 días, como complemento especial.

Con la llegada del verano y la disponibilidad de frutas características de esta estación, examinemos cuáles son apropiadas para nuestros gatos y cuáles debemos evitar.

La sandía

Sí, los gatos pueden consumir pequeños trozos de pulpa limpia de sandía. Hay que retirar piel y semillas. Prueba a cortar un par de cubitos e introdúcelos en el congelador unas horas. 

Resultarán una golosina refrescante, entretenida y sana gracias a su contenido de potasio, vitamina A, licopeno y su abundancia en agua, algo que nunca les viene mal a los gatos.

El melón

Sí, los gatos pueden comer melón. Esta fruta, además de ser baja en calorías, es fuente de betacaroteno, fibra y antioxidantes. El melón es una de las frutas favoritas de los felinos domésticos por el aroma que desprende, similar al de las proteínas de la carne. Hay que retirar también piel y semillas.

El mango

Sí, también pueden comer pulpa limpia de mango. La pulpa de esta fruta tropical es rica en fibra, que ayuda a mantener una buena salud digestiva. Además el mango contiene vitamina B6 y vitamina A, beneficiosa para la salud ocular y el crecimiento celular.

El mango posee un alto contenido de vitamina C, y los gatos son capaces de sintetizar su propia vitamina C, por lo que debe ofrecerse con mucha moderación.

Las fresas

Los gatos y las bayas o frutas del bosque, a rasgos generales, se llevan bien. Tanto es así, que los arándanos ya forman parte de los ingredientes de algunos alimentos comerciales para gatos. Arándanos, moras o fresas son un refrigerio muy nutritivo para los gatos gracias a sus composiciones ricas en vitaminas, antioxidantes y fibra. No deben ofrecerse enteras, por el riesgo de asfixia, sino cortadas en trozos pequeños.

Las fresas no tienen proteínas ni taurina, pero sí un alto contenido de azúcares naturales que pueden ser perjudiciales si se abusa. El consumo de fresa para un gato debe suministrarse de forma ocasional y no debe superar el 5% de las calorías diarias totales (lo que equivale a ‘un mordisco’, de forma orientativa), ni reemplazar la dieta principal.

Frutas de verano que debemos evitar o controlar

Hay ciertas frutas que los gatos no deben consumir, al poseer compuestos que son o pueden ser perjudiciales para su organismo, o que podemos ofrecerles pero de forma aún más esporádica y en menores cantidades, siempre pendientes de que su ingesta no cause reacciones de intolerancia. Por ejemplo, los gatos producen suficiente vitamina C por sí mismos, por lo que las frutas ricas en esta sustancia resultan innecesarias dentro de una dieta ya balanceada y equilibrada y en caso de ofrecerse, debe controlarse su consumo.

Entre las reacciones que provoca el consumo de estas frutas desaconsejadas se encuentran los vómitos, las diarreas, la palidez de mucosas, hinchazón en la lengua y convulsiones. Síntomas que, según la cantidad de fruta ingerida, puede requerir un tratamiento veterinario inmediato por su potencial mortalidad.

Los melocotones, albaricoques y nectarinas

Los melocotones, albaricoques y nectarinas generan debate y contradicciones en cuanto a su adecuación para los gatos. Aunque técnicamente la pulpa de estas frutas no es tóxica, existen muchas advertencias que sugieren que es mejor evitarlas a la hora de añadir variedad a la dieta veraniega de los gatos.Estas frutas contienen azúcares naturales (fructosa), que pueden causar malestar gastrointestinal en algunos gatos, manifestándose a través de síntomas como diarreas. También pueden afectar a la dentición y causarles caries. Si se decide incluir la pulpa de melocotones, albaricoques o nectarinas en la dieta de un gato, se debe retirar la piel y el hueso, y ofrecer una porción pequeña de forma eventual.

El aguacate

Esta fruta, con más potasio que los plátanos, posee una toxina llamada persina que puede resultar potencialmente mortal para los gatos en cualquier cantidad. El consumo de aguacate puede provocar pancreatitis, vómitos, diarreas, obstrucción intestinal, toxicosis e incluso muerte súbita en casos de intoxicación grave por persina.

El coco

Los gatos deben evitar el consumo de coco. Tal como describe la Sociedad Estadounidense para la Prevención de la Crueldad hacia los Animales, aunque en pequeñas cantidades no debería causar daños, la carne fresca del coco, que es rica en grasas y aceites, puede ocasionar malestar estomacal y diarreas en los gatos.

Se debe evitar darles agua de coco, coco rallado o productos que contengan coco procesado, ya que contienen demasiado potasio, aditivos y azúcares añadidos que tampoco son saludables para ellos.

Es interesante destacar que, en comparación con los perros, los gatos suelen ser más tolerantes al consumo de frutas. Pero es importante tener en cuenta que las frutas no son una fuente de proteínas, que como ya hemos visto son esenciales para la salud de los gatos. Por lo tanto, la introducción de frutas en la dieta de los felinos domésticos no contribuye de manera relevante a sus necesidades nutricionales y puede causar la aparición de problemas digestivos.

Debemos introducir las frutas aptas como golosinas saludables de forma paulatina, comenzando con pequeñas porciones del tamaño de una uña para observar la reacción y preferencias del gato. Si muestran interés y las comen, la próxima vez podemos darles una porción más.

En caso de mostrar signos de malestar estomacal, babeo o vómitos, se debe eliminar la fruta de su dieta y buscar asesoramiento veterinario.





Publicado en 20minutos