sábado, 9 de septiembre de 2023

SOCIALIZACIÓN EN CANINOS Y FELINOS DOMÉSTICOS

En los animales domésticos, perros y gatos especialmente, la etapa de cachorros es la más importante en lo que a conducta se refiere, puesto que esta etapa influye notoriamente en los comportamientos que el animal exhibirá en su edad adulta.
Todo lo que el cachorro experimente en sus primeros meses de vida quedará grabado a fuego en su cerebro y tendrá implicancia en sus conductas adultas.
Los cachorros caninos y felinos presentan 4 etapas bien definidas durante su desarrollo comportamental.

Estos períodos o etapas son:


PERÍODO NEONATAL: Abarca las dos primeras semanas de vida y consiste principalmente en mamar y dormir. El cachorro nace con sus ojos y oídos ocluidos y los principales sentidos de los que depende son el olfatorio y el táctil, contando además con el necesario comportamiento maternal de su madre para sobrevivir en esta etapa crítica de su vida.


PERÍODO TRANSICIONAL: Comprende desde los 14 a los 21 días de vida, consiste en una mayor exploración del medio ambiente que lo rodea y en la experimentación de sus habilidades motoras. El mayor desarrollo físico de sus miembros le permite al cachorro la investigación del medio en el que se desarrolla, y por consiguiente también comienzan las experiencias ambientales a modificar su conducta futura.


PERÍODO DE SOCIALIZACIÓN: Es el período más importante de todos. Abarca desde la tercera semana a la décimo segunda semana de vida, o sea desde los 21 a los 84 días de vida (en promedio) en los caninos domésticos y desde la tercera a la novena semana de vida en los felinos domésticos.
En esta etapa, conjuntamente con el desarrollo motor, los cachorros comienzan a tomar conductas específicas y a delinear sus personalidades. Comienzan a interactuar entre ellos en forma lúdica y rápidamente comienzan con las peleas, las corridas, las asechanzas, gruñidos y tironeos de objetos. Aprenden la “presión de quijada”, ya que si muerden muy fuerte durante el juego, el mordido termina inmediatamente con el juego y el mordedor aprende que esa presión excesiva hace terminar el juego. Comienzan a transportar objetos con su boca, disputan por huesos, palos y si un cachorro observa algo que atrae su atención y se dirige hacia ese objeto, inmediatamente el resto de los cachorros lo siguen, o sea que exhiben el inicio de las actividades coordinadas de grupo.


PERÍODO JUVENIL es la etapa en la que los animales entran en el momento más activo de su exploración ambiental; Ya han creado lazos sociales, han aprendido conductas sociales típicas y comienzan a explorar su mundo. Aquí es necesario el refuerzo ocasional de la socialización para que las lecciones aprendidas no se olviden. Esta etapa abarca desde los 90 días aproximadamente hasta que el animal se desarrolla completamente según las variaciones individuales de sexo, raza, etc. Si bien es una etapa no tan fundamental como la anterior también es rica desde el punto de vista del comportamiento animal.


Podemos sintetizar que el período de socialización es el momento en el cual un individuo aprende a reconocer a otras especies animales, ya sea como especies a predar, como especies de las cuales protegerse, como especies “amigas” o simplemente como especies a aceptar en su mundo.


Este es un momento muy importante en la vida del animal, pues en este período es cuando se generan una gran cantidad de alteraciones de conducta futuras que serán difíciles de corregir en la adultez del animal de compañía.
Si un perro en esta etapa no estuvo en contacto con niños, es bastante poco probable que luego, ya adulto, los acepte. Lo mismo ocurre si el animal no se ha socializado con otros perros y/o gatos, luego será un animal agresivo y/o temeroso para con ellos, convirtiéndose en un animal totalmente inadaptado socialmente con las consecuencias negativas obvias para su calidad de vida y la de su propietario.


En este punto se debe recalcar que la falta de una correcta socialización con otros animales de su especie es mucho peor que la no-socialización con animales de otras especies porque el no tener contacto con sus congéneres no solo trae aparejado comportamientos fóbicos y/o agresivos futuros, sino que el animal no aprende las pautas de conducta típicas de su especie y tal vez desarrolle un exagerado apego con su familia humana lo que conlleva en la mayoría de los casos al animal a tener conductas intolerables con los mismos (intento de monta de personas, excesiva vocalización al quedar sólo, actitud agresiva con integrantes nuevos de la casa, excesivo requerimiento de atención social, en el caso de los perros domésticos y problemas de conducta relacionado con los hábitos higiénicos y con la agresividad en el caso de los gatos.)


Otro punto de importancia a tener en cuenta durante el desarrollo de esta etapa crucial es que durante la misma el cachorro comienza a desarrollar su capacidad para relacionar en forma rápida determinadas conductas con estímulos específicos y por consiguiente es en éste preciso momento, (ya hablando específicamente de los cachorros de perros domésticos) cuando se debe comenzar a educarlo y comenzar a establecer las reglas de convivencia que deberá acatar para vivir en “familia”. Este es el período en el cual un propietario tiene mayor influencia sobre su animal en lo que respecta a la conducta futura del mismo.


Por supuesto que en esta etapa las experiencias negativas también son muy fáciles de fijar y que de ocurrir las mismas, llevarán a una incorrecta o deficiente socialización del animal con los consiguientes problemas de conducta futuros para él y para sus propietarios.




Dr. Ricardo Bruno
Médico Veterinario