Charles Baudelaire (9 de abril de 1821 – 31 de agosto de 1867) fue un poeta, ensayista, crítico de arte y traductor francés. Paul Verlaine lo incluyó entre los poetas malditos de Francia del siglo XIX, debido a su vida bohemia y de excesos, y a la visión del mal que impregna su obra. Barbey d’Aurevilly, periodista y escritor francés, dijo de él que fue el Dante de una época decadente. Fue el poeta de mayor impacto en el simbolismo francés.
Por mi cerebro se pasea
como en su departamento
un bello gato, fuerte y opulento.
Cuando maúlla se oye apenas,
su timbre es tierno y discreto;
por más que su voz se calme o gruña
es siempre rica y profunda.
He aquí su encanto y su secreto.
Esta voz que adorna sin ultraje
allá en mi fondo tenebroso
otras voces del verso numeroso
y me pone feliz como un brebaje.
Ella adormece los más crueles males
y todo éxtasis concita,
voz que me dice las más largas frases
y ninguna palabra necesita.
No es el arco que a morder venga
el instrumento de mi corazón,
ni el que lo hace cantar una canción
desde su más vibrante cuerda;
que venga tu voz, gato misterioso,
gato seráfico y extravagante,
en el que todo es, como en un ángel,
tan sutil como armonioso.
De su pelambre rubia y bruna
sale un perfume tan dulce
que me embriagó una tarde cuando puse
en su piel una caricia, sólo una.
Es el espíritu familiar:
todo se somete a su imperio,
juzga, manda, inspira el lugar,
¿es un hada tal vez, un ser eterno?
Cuando mis ojos como imanes
se vuelven hacia el gato amado,
me parece advertir que en mis afanes
es a mí mismo a quien he mirado,
veo cómo, asombrosamente,
el incendio de sus pupilas pálidas,
vivientes ópalos, farolas claras,
que me contemplan luego fijamente.