viernes, 2 de febrero de 2024

LOS CACHORROS PANDÉMICOS TIENEN PROBLEMAS DE CONDUCTA

La universidad veterinaria Royal Veterinary College (RVC), ubicada en Londres, ha publicado una investigación enfocada en el comportamiento de los llamados ‘cachorros pandémicos’, estos son, los perros menores de 3 meses y medio que se adquirieron durante el brote epidémico mundial del virus SARS-CoV-2.

Al igual que sucedió en España, el territorio de Reino Unido impuso confinamientos nacionales para frenar la propagación del coronavirus, así como las restricciones de permanecer largo tiempo al aire libre y socializar.

Para los titulares de perros, la normativa inglesa aplicada durante el año 2020 incluía que los parques caninos se encontraran abiertos al público durante un número de horas limitadas al día. Se redujo el número de personas que podían estar en dicho parque canino a la vez; era obligatorio mantener una distancia de 2 metros entre sí y utilizar mascarilla, y finalmente se debía mantener a los perros atados en todo momento.

En consecuencia a las restricciones, los cachorros adquiridos durante esta época no pudieron recibir la socialización necesaria para un desarrollo óptimo. Los cachorros que no se socializan adecuadamente durante el periodo crítico de crecimiento pueden tener grandes dificultades para aprender a interactuar con otros perros, con las personas y con los objetos.

“Los perros no vienen ya aprendidos para saber cómo caminar con una correa, cómo relacionarse con otros perros e ir a espacios sociales con otras personas; todas estas cosas se deben enseñar”, ha declarado la doctora Rowena Packer, la autora principal del estudio, para The Guardian.


El 97% admite comportamientos problemáticos

En el estudio, realizado con más de 1.000 titulares y convivientes con ‘cachorros pandémicos’ de Reino Unido, los investigadores pidieron a los participantes que identificaran factores de riesgo relacionados con cuatro áreas:

Comportamientos problemáticos

Métodos de educación usados

Expectativas versus realidad

Búsqueda de asesoramiento y educadores profesionales

Los perros tenían una media de 21 meses de edad (año y medio) en el momento de la encuesta. Los resultados no pueden ser más alarmantes: el 97 por cierto de los participantes reconoce que sus perros muestran al menos un comportamiento problemático de una lista de 24, siendo el promedio 5 problemas por perro. Un 20 por cierto de los titulares informaron de ocho problemas conductuales o más.

El problema reportado más frecuente, fue el de mala actitud en el control (84%), la búsqueda de atención mediante saltos y aferrar cosas (77%), mostrar miedo y evitación (41%) y comportamiento agresivo (25%). La mala actitud más habitual entre todos los perros era tirar de la correa durante los paseos, dar saltos sobre las personas y no atender a sus nombres cuando se les llamaba.


Pese a que un 96 por cierto de los participantes utilizaba el refuerzo positivo para educar a su perro, uno de los resultados más destacables y alarmantes del estudio es que el 82% de los titulares de ‘cachorros pandémicos’ admite utilizar técnicas de educación basadas en el castigo para reconducir el comportamiento de su perro, que incluían collares de ahogo, gritos, empujones y cachetadas. Métodos que la etología moderna rechaza con firmeza al empeorar las conductas.

Los investigadores indican que muchos de estos titulares y cuidadores admitieron acudir a amigos, familiares y a las redes sociales en busca de consejos para educar a sus perros, donde la mayoría de consejos precisamente incluían el castigo físico. Un tercio de todos los participantes también admitieron que educar a un perro desde cachorro era mucho más difícil de lo que esperaban.


Estos resultados son solo parte de un proyecto del RVC llamado ‘Pandemic Puppies’ que realiza un seguimiento a un amplio grupo de perros adquiridos durante el año 2020 a través de criadores de Reino Unido.

Los investigadores finalizan su análisis científico insistiendo en la necesidad de que los convivientes con perros, especialmente los primerizos, tengan expectativas realistas sobre el comportamiento y la educación de sus mascotas. También sugieren la necesidad de que exista más apoyo, como recursos educativos tanto en línea como presenciales y promover acudir a clases de entrenamiento cuando se adquiere un perro aunque no existan señales de ser necesarias.

Referencia: 
Impacts of Puppy Early Life Experiences, Puppy-Purchasing Practices, and Owner Characteristics on Owner-Reported Problem Behaviours in a UK Pandemic Puppies Cohort at 21 Months of Age. Rowena Packer y equipo. Animals (2024)




Publicado en 20minutos