Porque sospechamos que el nombre, Sydenham Edwards, no es familiar para todos, excepto para los cinólogos, los historiadores de perros y tal vez los "nerds de perros" dedicados, nos permiten hacer presentaciones.
Sydenham nació de Mary Reece y Lloyd Pittell Edwards, maestro de escuela y organista, en 1768. Desde temprana edad, mostró un notable talento para el dibujo, y cuando Sydenham fue mayor de edad, se formó en botánica e ilustración botánica. No es de extrañar que Sydenham creciera hasta convertirse en ilustrador de historia natural y, para que se haga una idea de su productividad, entre 1787 y 1815 produjo más de 1.700 acuarelas sólo para la Revista Botánica. También ilustró varias imágenes para Flora Londinensis.
La mayoría de los “nerds de los perros” conocen a Sydenham por la Cynographica Britannica, una enciclopedia de razas de perros británicas que ilustró en 1800. Si bien hoy en día la mayoría reconoce que Sydenham no se especializó en perros (tenía habilidades excepcionales como ilustrador botánico), parece que Ocasionalmente participó en el adiestramiento de perros pastores locales. Su particular importancia para los amantes de los perros hoy en día es como cronista de las primeras razas porque ilustró cómo eran los antepasados de nuestras razas modernas.
Sydenham ciertamente no era considerado un escritor, pero sí escribió algunos textos, y lo que escribió sobre diferentes razas sigue siendo memorable hasta el día de hoy. Los historiadores de los mastines tal vez recuerden una de sus líneas: " Lo que el león es para el gato, el mastín es para el perro".
Hay más en este texto.
El texto completo de “Lo que el león es para el gato, el mastín es para el perro”, citado por Sydenham Edwards en 1800 es: “Lo que el león es para el gato, el mastín es para el perro, el más noble de la familia; está solo y todos los demás se hunden ante él. Su coraje no excede su temperamento y generosidad, y en apego iguala a los más bondadosos de su raza. Su docilidad es perfecta; las burlas de los tipos más pequeños difícilmente le provocarán resentimiento, y le he visto derribar con su pata al Terrier o al perro que le ha mordido, sin causarle más daño. En una familia permitirá que los niños jueguen con él y sufrirán todas sus pequeñas travesuras sin ofenderse”.
Es una analogía maravillosa. Expresa la superioridad del Mastín en términos de coraje, temperamento y apego, y compara la prominencia del Mastín entre las razas de perros con la de un león entre los gatitos.
Sydenham tenía sólo cincuenta y un años cuando falleció en 1819. Su obituario se refería a él como “un dibujante botánico y de animales preciso y capaz... superado por pocos... que tal vez haya diseñado una mayor cantidad de objetos de los que ha caído en manos de otros”. la suerte de cualquier artista de su época”.
Ciertamente, los botánicos y los jardineros tienen una deuda de gratitud con él, pero creemos que los dueños de perros también.