miércoles, 25 de septiembre de 2024

EL PERRO CIEGO


Viejos o enfermos, muchos perros pierden sus facultades visuales, hasta el punto de quedar completamente ciegos en algunos casos. Sin embargo, la vida no se detiene para ellos. Su enorme capacidad de adaptación les ayuda a superarlo, pero también debemos facilitarles las cosas y velar por que se prevengan los accidentes.

¿Cuáles son las causas de la ceguera en los perros? ¿Qué impacto puede tener esta desventaja en la existencia del animal? ¿Cómo podemos cuidarlo y ayudarlo en el día a día? A continuación se presentan algunos elementos para responder a estas preguntas.


Las principales causas de ceguera en perros.
Ayudada por la edad y la enfermedad, la pérdida parcial o total de la visión es una de las discapacidades más frecuentes en los perros. Las causas de la ceguera canina son múltiples. Aquí están los más comunes:
Catarata: se trata de una opacificación parcial o total del cristalino, lente convergente situada en el interior del ojo. El cristalino se vuelve opaco gradualmente. Un velo azulado cubre el ojo y tu perro ve cada vez menos bien. Puede provocar ceguera total en los casos más graves, pero la enfermedad se puede tratar (mediante cirugía) si se detecta y trata a tiempo.


Glaucoma: enfermedad degenerativa del nervio óptico, que provoca una pérdida gradual de la capacidad visual comenzando desde la periferia y extendiéndose gradualmente hacia el centro del ojo.
Uveítis: esta afección ocular corresponde a la inflamación de la úvea, que es la zona intermedia pigmentaria del ojo.
Luxación del cristalino: es la rotura del ligamento que asegura la sujeción del cristalino, reflejando este cristalino los rayos luminosos sobre la retina a través de la pupila.


Trastornos de la retina: esto puede implicar desprendimiento de retina (separación de la retina de las membranas más externas del globo ocular) o atrofia progresiva de la retina.
Opacidad corneal: la córnea, que es la parte frontal transparente del ojo, puede verse afectada por una úlcera, distrofia o incluso secuestro (o necrosis).
Al aparecer de repente o empeorar progresivamente, todas estas enfermedades son susceptibles de dejar al perro ciego.


¿Cómo notar la ceguera del perro?
Tu perro nunca se quejará de su pérdida de visibilidad. Sin embargo, varios síntomas pueden ser visibles y provocar una reacción.
Tu perro podría empezar a chocar con varios objetos a su paso, contra muebles, sillas, personas. Es posible que su perro tenga dificultades para orientarse en el espacio. Por lo tanto, podría parecer desorientado al levantarse de su perrera. El estrés lo abruma poco a poco. En la calle, el menor ruido le asusta. Su carácter puede cambiar y puede volverse temeroso e incluso agresivo.


Las consecuencias en la vida del perro.
Por supuesto, la ceguera no deja de tener consecuencias en la vida del perro. Simplemente, su impacto varía dependiendo de si la pérdida de visión fue progresiva o rápida, o incluso repentina. Un perro que se queda ciego en un corto período de tiempo, debido a un trauma, por ejemplo, tardará mucho más en adaptarse a su nueva situación. Estará totalmente desorientado, a veces angustiado.
Por su parte, un animal que ha ido perdiendo sus facultades visuales habrá tenido tiempo de orientarse y utilizar sus demás sentidos (especialmente el olfato y el oído) para orientarse y llevar una vida casi normal. En cualquier caso, se ve obstaculizado a diario, a veces topándose con obstáculos y teniendo miedo en determinadas circunstancias.


¿Cómo ayudarlo en el día a día?
El poderoso olfato, la inteligencia y la receptividad de los perros les permiten adaptarse a la ceguera al cabo de un tiempo. Sin embargo, para salvarlo de accidentes y experiencias traumáticas, es posible ayudarlo aplicando algunas medidas sencillas:
Retirar objetos que puedan suponer un peligro para el animal.
No modifiques el entorno del perro: necesita tener puntos de referencia en su entorno. Realizar cambios en él, moviendo muebles grandes, por ejemplo, podría desestabilizarlo.
Manténgalo siempre atado durante los paseos. Los ruidos externos pueden asustar al perro e incluso provocar que se escape.
Asocia comandos vocales con contactos táctiles para que sean más fáciles de entender y guiarle.
Intenta pasar más tiempo con él para consolarlo. Podemos, por ejemplo, alargar las sesiones de cepillado que siempre fortalecen los vínculos entre el animal y su dueño.


Tenga mucho cuidado al encontrarse con otro conespecífico. Como tu perro no puede ver, cualquier reacción podría ser inadecuada o peligrosa para su salud y la de su homólogo. Lo mismo ocurre con otros humanos que no conoce. Su perro puede experimentar un cambio de comportamiento debido a su ceguera. Si el miedo o la ansiedad pueden vencerlo, es posible que esté sujeto a más agresión que en el pasado. Por ello, se recomienda llamarlo por su nombre ante cualquier acercamiento poco delicado. 





Publicado en Woopets