A diferencia de los perros, que suelen ser más amables y juguetones, los gatos tienen un carácter un poco más complicado. Y es justo esta personalidad más tímida e irritable la que complica (en muchas ocasiones) el trabajo de los fotógrafos de mascotas. Consciente de ello, a Elke Vogelsang se le ocurrió que en lugar de buscado ese lado dulce que los mininos no suelen mostrar, podría ser más interesante para tu trabajo mostrar las diferentes reacciones que los felinos tienen cuando están ante la cámara: gruñir, maullar, enseñar los dientes o incluso pegar saltos en el aire.
Como fotógrafa profesional de mascotas, a Elke le gusta visitar a sus «modelos» en sus casas en lugar de llevarlos a su estudio en Hildesheim (Alemania). ¿Por qué? Pues porque así los animales se sienten más cómodos, especialmente los gatos. De esta manera, solo basta la ayuda de plumas, cuerdas, golosinas o juguetes para conseguir sacar el lado más divertido de los mininos.
Como fotógrafa profesional de mascotas, a Elke le gusta visitar a sus «modelos» en sus casas en lugar de llevarlos a su estudio en Hildesheim (Alemania). ¿Por qué? Pues porque así los animales se sienten más cómodos, especialmente los gatos. De esta manera, solo basta la ayuda de plumas, cuerdas, golosinas o juguetes para conseguir sacar el lado más divertido de los mininos.