1. Nunca ganes demasiado. Asegúrate de perder con frecuencia. A la gente le gustan los perdedores. Es mucho más fácil apoyar al perdedor que al ganador.
2. ¡Por Dios!, no tengas un buen programa de cría. Si crías buenos perros con regularidad, la gente criticará tu crianza y luego te dirá lo mucho que has progresado desde que empezaste. Por supuesto, olvidarán todos los perros que has inventado porque no podrías tener un programa de cría tan bueno como el suyo.
3. No opines. De nada. Ni siquiera del clima. A la gente no le gusta la gente que opina. Especialmente si tu opinión puede ser correcta. Si alguien te pregunta tu opinión, pregúntale qué comió.
4. Nunca hables de otro perro con otra persona. Ni siquiera con tu madre. A la gente no le gusta la gente que critica a un perro y lo hace de una manera que hace referencia al estándar de su raza. Así que, bajo pena de muerte, jamás digas una palabra sobre ningún otro perro. Si alguien te pregunta, simplemente sonríe y dile que fue el perro más impresionante que has visto, incluso mientras sale cojeando del ring.
5. No hagas amigos. Esta es la regla principal de supervivencia en este deporte. Así que tenlo siempre cerca, porque incluso quienes crees que son tus amigos agarrarán una toalla mojada, la retorcerán y te darán un mordisco en el trasero solo para mantenerte a raya.
6. Ni se te ocurra pensar que sabes cómo peinar a tus perros. Ni se te ocurra aconsejar a nadie sobre cómo peinar a un perro. Si alguien te pregunta, miéntele y dile que simplemente lo metes en la bañera y lo dejas secar solo, y luego simplemente niega con la cabeza. Luego encógete de hombros y hazte el tonto en cuanto a peinarlo. Si comentan lo bien que se ve el perro, dales las gracias y diles que no sabes cómo pasó y que desearías que pasara más a menudo.
7. Y la regla principal es nunca decir la verdad. Miente siempre que puedas a quien te escuche. Diles exactamente lo que quieren oír para que, cuando se alejen de ti, sonrían y les digan a todos lo inteligente que eres al darse cuenta de lo inteligentes que son ellos.
8. Nunca, jamás, dejes que nadie piense que has llegado hasta aquí en este deporte por tu cuenta. Dales a los demás el crédito por tu éxito y quédate ahí como si tuvieras el pulgar en el trasero mientras les sueltas palabrotas. A nadie le gusta quien triunfa por sí solo, así que finge que le debes a todo el mundo tus logros. ¡Rayos!, haz como si estuvieran en la sala de maternidad cuando naciste.
Sigue todas esas reglas y luego sonríe mucho y asiente a todos, y acabarás siendo tratado como el más inteligente de tu raza y el tonto del pueblo a la vez.
Copiado de una amiga. Precisamente por eso tengo un círculo de amigos muy especial.
Cheryl Drake