lunes, 9 de noviembre de 2015

PLANTAS TOXICAS PARA NUESTROS CACHORROS


Muchas plantas ornamentales puedes ser venenosas y debemos informarnos y en caso tengamos una en nuestra casa, tener mucho cuidado, enseñando al cachorro que no debe morderla o deshacernos de ella. Otro truco podría ser untar las hojas con algo desagradable o amargo así que el cachorro no la encuentre atractiva.

Acebo. Agrifolio. Cardón. Xardón (Ilex aquifolium): Tanto las hojas como los frutos y semillas son venenosos. Los síntomas son: diarrea y vómito, dolor abdominal, somnolencia y malestar general.  En el caso de ingestión de una dosis elevada se podría llegar a la muerte del animal.



Adelfa. Laurel rosa. Loendro (Nerium oleander): Todas las partes de la planta son altamente tóxicas. Los síntomas son: vómito, diarrea, irritación y dolor abdominal, somnolencia con depresión del sistema nervioso central, fiebre, trastornos cardíacos con taquicardia y arritmias, dificultad respiratoria, debilidad, coma y muerte por paro cardíaco.

Amarilis. Estrella de Caballero (Amaryllis belladona): los bulbos son altamente tóxicos. Los síntomas tras la ingestión de estos bulbos son: vómito, diarrea, dolor abdominal y malestar general, falta de coordinación, trastornos cardíacos y, en caso de sobredosis, muerte del animal.

Caladio. Alas de ángel (Caladium hortulanum): Las diferentes especies que pertenecen al género Caladium, son todas tóxicas en todas sus partes. Los síntomas tras su ingestión son: ardor bucal, salivación abundante, dolor intenso, irritación, edema o hinchazón de lengua, cuello, esófago, estomago e intestinos, vómito, diarrea y dolor abdominal, y dificultad para respirar.


Ciclamen. Panporcino (Cyclamen): Contiene un principio activo, denominado ciclamina que alcanza su mayor concentración en la raíz y tiene una fuerte acción purgante de gran toxicidad. Los síntomas tras su ingestión son: vómito, diarrea, malestar general y dolor abdominal, convulsiones, insuficiencia renal y parálisis.

Crotón (Codiaeum variegatum): Como todas las plantas que pertenecen a la familia de las euforbiáceas, contiene un látex tóxico que provoca dermatitis con irritación, enrojecimiento y posible aparición de vesículas o ampollas. Los síntomas tras su ingestión son: ardor bucal, salivación excesiva, dificultad para deglutir, inflamación de lengua, esófago y estómago, diarrea, vómito y dolor abdominal, midriasis (dilatación de las pupilas), convulsiones, alteraciones renales y hepáticas hasta la muerte del animal.


 Difenbaquia (Dieffenbachia): Todas las partes de la planta son tóxicas e irritantes a causa del látex blanco que contiene, en especial las hojas y el tallo. El contacto directo con la planta puede provocar dermatitis con irritación, enrojecimiento, inflamación y en ocasiones aparición de vesículas o ampollas. Los síntomas tras su ingestión son inmediatos y por esta razón es raro que el animal siga ingiriéndolo. Los síntomas son: ardor bucal, inflamación, dolor intenso, salivación excesiva, dificultad para deglutir, edema o hinchazón de cuello, esófago, estómago e intestinos, vómitos, disnea (dificultad para respirar)  hasta la muerte del animal por asfixia.

Filodendro (Philodendron): Las diferentes especies que pertenecen al género Philodendron, son todas tóxicas en todas sus partes. Los síntomas son inmediatos: ardor bucal, salivación excesiva y edema o hinchazón de lengua y faringe con dificultad para respirar. En caso de ingestión, los síntomas se pueden agravar con edema de esófago, estómago e intestinos, vómitos, asfixia y en casos extremos, muerte.


Flor de Pascua. Poinsetia (Euphorbia pulcherrima): Todas las partes de la planta son tóxicas. El contacto directo con el látex de la planta puede provocar dermatitis con irritaciones, prurito o picor, edema y aparición de vesículas o ampollas. Los síntomas tras su ingestión son: vómito, diarrea, dolor abdominal, irritación de las mucosas y salivación abundante.

Hiedra. Yedra (Hedera hélix): Todas las partes de la planta son tóxicas y los frutos son de una toxicidad extrema. La toxicidad se manifiesta por contacto directo con los pelos que recubren la planta y el jugo que se encuentra en su interior en forma de dermatitis con irritaciones, erupciones cutáneas y aparición de ampollas y úlceras. Los síntomas tras su ingestión son: vómito, diarrea y malestar general, fiebre, espasmos musculares, excitabilidad, bradicardia (disminución de la frecuencia cardíaca) y, en casos extremos, coma y muerte por asfixia.


Hortensia (Hydrangea macrophylla): Las partes peligrosas son las hojas y las flores.  Los síntomas tras su ingestión son: diarrea, vómito y dolor abdominal, malestar general y falta de coordinación.

Jacinto. Junquillo (Hyacinthus orientalis): El bulbo es la parte tóxica de la planta, Los síntomas tras su ingestión son: irritación gastrointestinal, vómitos, diarreas y en algunas ocasiones, la muerte.

Lirio. Lirio hediondo (Iris. Iris foetidissima): Los síntomas tras su ingestión son: vómito y diarrea abundante con dolor abdominal, irritación y malestar general con aumento de la presión arterial.


Marihuana (Cannabis sativa): Los síntomas tras su ingestión son: depresión del sistema nervioso central e incoordinación, vómitos y diarrea, babeo, aumento de la frecuencia cardíaca, hasta convulsiones y coma.

Narciso (Narcissus pseudonarcissus): Las diferentes especies que pertenecen al género Narcissus, son todas tóxicas en todas sus partes (en especial los bulbos). El contacto directo con el jugo de la planta puede provocar dermatitis e irritaciones, mientras que tras su ingestión pueden aparecer: vómito y diarrea con dolor abdominal e inflamación, salivación excesiva, convulsiones, trastornos cardíacos y en casos extremos, muerte.


Potos. Escindapso (Epipremnum aureum/Rhaphidophora): El contacto con las mucosas de la boca puede provocar irritaciones varias, mientras que los síntomas tras su ingestión se manifiestan con graves trastornos del aparato digestivo, produciendo fuertes y frecuentes vómitos.

 Ricino. Catapucia. Higuera del diablo (Ricinus communis): El  principal  principio activo de la planta, la ricina,  se encuentran en las semillas. Se trata de una proteína altamente tóxica tanto para los animales como para los humanos, y representa uno de los principales venenos conocidos más peligrosos. Los síntomas tras su ingestión son:   vómito y grave diarrea sanguinolenta con dolor abdominal, falta de coordinación, salivación abundante, somnolencia, convulsiones, hemorragias, insuficiencia renal, coma y en casos extremos, la muerte.



Rododendro. Azalea (Rhododendron ferrugineum): Las partes más tóxicas de la planta son las flores y las hojas. Tras la ingestión de pequeñas dosis el animal puede manifestar  falta de coordinación con efectos alucinógenos. Tras una ingestión abundante el animal presentará ardor bucal con salivación excesiva y dificultad para deglutir, alteraciones del sistema nervioso central con falta de coordinación, decaimiento y debilidad muscular, vómito, diarrea y dolor abdominal, alteraciones cardíacas con disnea (dificultad para respirar), hipotensión y bradicardia (disminución de la frecuencia cardíaca), convulsiones, coma y muerte por asfixia.

Tejo. Texo. Sabino (Taxus baccata): Toda la planta es altamente tóxica, excepto el aro rojizo que envuelve las semillas, La ingestión de la planta puede provocar la muerte en pocas horas si no se toman las medidas adecuadas. Los síntomas tras la ingestión son inmediatos: conducta agresiva seguida de somnolencia; irritación, vómito y diarrea con dolor abdominal,, midriasis (dilatación de las pupilas), incoordinación, disnea (dificultad respiratoria), inflamación renal y hepática, bradicardia (disminución de la frecuencia cardíaca), debilidad muscular, parálisis, temblores, convulsiones, coma y muerte por parada cardiocirculatoria.


Tulipán (Tulipa): El bulbo del tulipán es altamente tóxico, los síntomas tras su ingestión son: irritación gastrointestinal, vómitos y diarreas.

Agradecemos la colaboracion para la publicacion de este articulo a:
Medica Veterinaria M.V. Severina (Vera) Vicinanza. Formadora.
Especializada en etología y medicina del comportamiento.

Texto extraído de Mascotas Foyel